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-Por desgracia no podrá ser atendido por el Sr. Jobs el día de hoy. Ya se encuentra descansando_ era de esperarse. Ya eran las 9.30pm. ¿Por qué había ido a esa hora? No era decente. Supongo que porque no tenía otro lugar donde ir. Tomé mis cosas del suelo donde las había tirado_ Sr. Morris, supongo que no tiene donde pasar la noche

<<¿Ésta mujer leía mentes?>> (risas para mi)

-Estoy seguro que me las arreglaré_ llamé el ascensor

-Sr. Morris_ dijo con ansiedad_ no... no conoce Nueva York. No me parece prudente que recorra la ciudad justo a esta hora en búsqueda de hospedaje. Puede quedarse aquí ésta noche, mañana puede buscar un sitio para usted_ me dedicó una media sonrisa nerviosa_ tenemos espacio de sobra..._dijo señalando algún lugar en el pent house

-No lo dudo. Pero debo irme_ se abrió el ascensor. Le di la espalda

-¿Qué le parece si desayuna con el Sr. Jobs mañana?_ voltee a verla con el ceño fruncido en muestra de interrogación

-No va a dejar de insistir en que me quede, ¿cierto?_ alzó ambos hombros. Fue un gesto gracioso la verdad. Puse mi cuerpo dentro del pent house nuevo, cerrándose el ascensor a mis espaldas

-Venga conmigo_ decidí seguirla por el gran pent house. Llegamos al final de un corto pasillo donde había una puerta blanca como las paredes. La abrió para mí, dándome paso_ Si desea comer algo, se puede servir usted mismo en nuestra cocina. No tenemos servidumbre, sólo por el día y no espere que yo lo atienda. Tengo asuntos importantes que atender. Buenas noches Sr. Morris_ desapareció a paso acelerado por el pasillo. No, no entendí nada.

De alguna manera me sentía como un intruso en el lugar, quise llamar a Vanessa para pedirle más referencias de ésta gente. Pero no lo hice.

Abrí los ojos de golpe, el sol estaba radiante, me hirió la vista la verdad

<<¡Mierda! ¿Qué hora es?>>

7.10am, no es educado dormir hasta tarde en casa de huésped. Tomé una ducha fría rápida a ver si me encontraba con la mujer en cuestión o con el Dr. Jobs, que era con quien en realidad me interesaba hablar. Salí de la habitación que me había hecho sentir como en una jaula y el sol entraba por todos los ventanales, todo era tan "blanco". Fui hasta la cocina por el ruido que había, alguien cocinaba

-Buen día Sr. Morris. La señorita Nina y el Dr. Jobs lo esperan en la terraza_ sólo me le quedé mirando a la señora. ¿Quién era? ¿Qué terraza? ¿Debía descubrirlo por mí mismo? ¿Quién era Nina?

-¿Y usted es...?

-Chantal... suba las escaleras. La terraza es arriba_ sonrió un poco. Debió ser por mi expresión.

Abandoné la cocina en búsqueda de las escaleras según me había señalado Chantal. Al llegar arriba los vi sentados en una esquina de la inmensa terraza. El señor en cuestión estaba de espalda leyendo la prensa, la mujer de anoche leía algo en su tablet súper sofisticada

-¡Sr. Morris! Buen día_ la mujer me saludó con entusiasmo y elegancia. Se levantó a darme la mano, le correspondí, estaba algo abrumado, ¿era por ella? No lo creo..._ le presento a mi padre, el doctor Howard Jobs_ fruncí el ceño de inmediato, no tuve momento para la reacción, en seguida me volví hacia el señor canoso, cabello largo y alborotado que nos daba la espalda

<<¿Su padre? ¿Por qué no me lo dijo desde el inicio?>> (gruñido interno, odio las sorpresas)

-Gusto en conocerlo Sr. Morris_ se levantó el hombre en cuestión, era mayor, de unos 60 y tantos, sus ojos eran exactos a los de "su hija"

-El gusto es mío Dr. Jobs

-Por favor tome asiento y desayune con nosotros_ obedecí. Apareció Chantal mágicamente

-¿Que prefiere tomar? Café oscuro, con leche, té, jugo de naranja_ de pronto me sentí en un restaurante y me ofrecían en menú

-Café por favor_ Chantal sirvió el café con sumo cuidado

-Hablé hace unos minutos con Vanessa por teléfono, me dice que lo ha enviado

-Ehm ¡sí!_ ¿cómo le decía que quería que me entrenara como cazador de vampiros? Esperé a que se fuera Chantal_ me envió asegurándome que usted podría entrenarme

-Vampiros, claro_ lo dijo con tal serenidad y naturalidad que me encrispé. Lo notó_ Vampiros, señor Morris. Debería acostumbrarse a nombrarlos, son más normales de lo que cree_ desvié la mirada hacia "ella" sus ojos enormes y azules me miraban, tuve que ver en otra dirección rápidamente_ El padre de Vanessa, Douglas ha sido un gran amigo durante muchos años, los conozco desde siempre prácticamente. Sé que no me enviarían a alguien de no estar seguros quien es y Vanessa me habló muy bien de usted, Sr. Morris_ ¿por qué tendría que hacerlo? No me conoce_ me contó cosas interesantes sobre usted

-Me tiene intrigado. ¿De que le podría hablar? ¿Qué asesiné a alguien de su familia?_ el recuerdo de Alex me heló la sangre, se me hizo un hueco en el estómago. Bebí el primer sorbo de café, debía callarme

-Sí, y que el hecho no fue fácil para usted. Fue alguien que le importaba_ no dije absolutamente nada_ es interesante hablar con un ángel guardián que se convirtió en mortal, falleció y reencarnó en un cuerpo exacto al que llevaba en su "otra vida" y éste ahora quiera ser cazador de vampiros_ si, había olvidado ese pequeño detalle de mi vida o de mis vidas, mejor dicho. Raro, muy raro

-¿Tiene usted idea de la clase de fenómeno que es, señor Morris?_ dijo "ella". No daba crédito a lo que había escuchado

-¿Disculpa?

-Nina, cariño. ¿Dónde están tus modales?

-¡Oh! ¡Lo siento! No quise ser grosera. No quise sonar como una imbécil, señor Morris_ <<menos mal>>_ Es sólo que su historia es extraña. Fenomenal

-Sí, supongo..._ dije inexpresivo

-Lo cierto es Señor Morris, que para mí sería un placer enseñarle todo lo que sé, pero debe saber el peligro inminente que correrá si decide entrar en esta "profesión"

-Estoy consciente de ello

-Bien, las cosas serán bajo mis condiciones entonces y no hay espacio para reclamos ni objeciones, las cosas se harán como yo determine_ de pronto sentí que hablaba con mi abuelo Maurizio, me hizo gracia

-¿A qué se refiere con eso?

-Vivirás aquí con nosotros, necesito vigilarte

-¡Oh no! De ninguna manera_ salté enseguida

-Y aquí vamos..._ dijo Nina en tono burlón, me ignoró y fijó su mirada en su tablet

-No puedo hospedarme aquí. Puedo buscar apartamento cerca

-No creo que tengas capacidad económica para cubrir el alquiler de un apartamento en Manhattan_ era cierto

-Te investigamos_ abrí los ojos de forma exagerada_ teníamos que hacerlo. Teníamos que saber quién se metía en nuestra casa_ Nina tendió un documento bastante sustancioso en mi frente. Era un informe sobre mí: estados de cuenta, record académico, datos electorales y fiscales, datos familiares, fotos de mis padres, tía Annie, Dylan. Mi carnet de conducir. Mi multa por manejar ebrio el año pasado, fotos de mi casa en Sioux Falls y otras fotos que no reconocía. Dejé de hojear el documento

-No voy a aceptar vivir aquí_ Nina y su padre se vieron

-Bien. Inteligente, eso me gusta_ dijo el doctor Jobs sonriendo un poco_ vivirás muy cerca de aquí

-Pe...

-Esta vez no podrás negarte. Si no, no tendrás nada que ver conmigo_ sonó el celular de Nina

-¡Lo siento! Tengo que irme. Salió una emergencia en el hospital_ se levantó y besó en la frente al doctor Jobs (su padre)_ lo veo pronto señor Morris_ salió a toda prisa de la terraza

-¿Emergencia en el hospital?_ me atreví a preguntar

-Es pediatra

<<¡Oh!>>

HunterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora