Errores y mas errores...

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Estoy jodida, si, jodida y mucho.
Mi inteligencia es tanta que no se me ocurrió otra cosa mejor a salir corriendo del local apenas escuche la pregunté que Aspen me hizo, ¿Cómo pude ser tan idiota? No es que no quiera ser novia de Aspen, es que también amo a Maxon y temo que al tener una relación con Aspen Maxon piense que no lo amo o algo por el estilo, en pocas palabras no quiero que piense que no lo elegí a él; que lo olvide con rapidez. Pero es que Aspen es tan tierno y atento conmigo, me trata tan bien...
Estoy hecha un desastre, ¿No?
Para colmo empezó a llover, ahora era un chica en un vestido rojo pasión que corre por las calles un viernes a las once de la noche, eso no se ve para nada decente, cualquiera que me vea llegara a pensar que soy una cualquiera o algo por el estilo.
—¡Hermosa! ¿Te doy la cola?—Preguntó una voz que reconocería en cualquier lado: la de Maxon.
No le respondí, simplemente me limité a asentir con la cabeza, pero cuando iba a subir al asiento de copiloto me lleve la desagradable sorpresa de que aún no había llevado a la barbie a su casa, genial, ahora ella me vería hecha un desastre. Sonriéndo de una manera más falsa que el trasero de Nicki Minaj subí al convertible de Maxon en la parte trasera, podría ver por el retrovisor como Celeste contenía una risa al verme así; con el pelo mojado y sin brillo, el maquillaje corrido y el vestid arruinado, parecía una cosa borrosa para ser sinceros.
—¿Se puede saber que te pasó princesa? ¿Dónde esta Aspen?
Celeste le apretó el brazo a Maxon con fuerza al  escuchar la forma en la cual me había llamado, creo que incluso le clavó las uñas de gata que tiene.
—Preferí irme caminando, es más sano para el ambiente.—mentí.
—¿Me vas a decir que preferiste irte a pie desde un lugar que queda a media hora de viaje en carro de tu casa solo por ser buena con el ambiente?—Celeste enarcó una ceja, lo sabía porque tenía el espejo abajo seguramente por estarse maquillando o una cosa por el estilo.
Ahora que la señorita perfecta Newsome lo mencionaba, mi excusa parecía ser más tonta de a cómo parecía en mi loca cabeza.
—El mundo está en peligro, tal vez el tinte que te echas te ha tapado el cerebro y por eso no te das cuenta.
—Mi cabello es natural idiota, y al menos yo no huelo a perro mojado.
—¡Zanahoria, color! Ya basta.—grito Maxon tocando la bocina con fuerza para que nos calmáramos.
—¿Zanahoria y color?—pregunté a la vez que alzaba una ceja.
—Si, tú pareces zanahoria por tu cabello y Celeste tiene el nombre de un tipo de azul, soy buenísimo en los colores por cierto.
Puse los ojos en blanco soltando varias carcajadas ante las locas ocurrencias de Maxon.
—Ahora, si me lo permiten y no vuelven a pelear pondré algo de música.
Maxon dirigió su mano a la radio y la encendió dejándola en la emisora que estaba, la cuál se encontraba reproduciendo "Photograph" de Ed Sheeran, la canción que ambos bailamos en su casa bajo la resplandeciente luz de la luna.
—¡Escucha osito! Amo esa canción, cada vez que la escucho pienso en ti.—Hablo Celeste, en un horrible tono chillón.
Entonces oí las palabras que más me habían dolido en mucho tiempo.
—Yo igual cariño, deberíamos hacer de esta nuestra canción.
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—¿Saliste corriendo? ¿Estás loca?
—¡Cálmate Marlee! Alguien nos podría oír...—dije esto último entre dientes.
—Es que no entiendo que te llevo a hacer tal locura, si no querías ser su novia pudiste simplemente decírselo y acabar con el problema.
—No es así de sencillo, sabes que aún no me puedo sacar a Maxon de la cabeza.
—Pero Maxon ya te saco a ti de la suya, no puedes ponerte límites por alguien que no siente lo mismo por ti.
—Pero él dijo...
—Se lo que él te dijo Ames.—me interrumpió.—Pero los hombres dicen cosas todo el tiempo y eso no significa que las sientan.
—El parecía hablar sinceramente...
—Te estoy dando solo un consejo porque te quiero y eres mi amiga, pero es nuestro último año en la escuela y debes decidir cómo lo irás a terminar, además de que sería un tremendo error salir con el chico por el compites por ser su reina, ¿Qué pasará si Celeste u alguien más gana?
—El baile de graduación es lo que menos me importa, además, tú estás con Carter y sigues estando postulada.
—Lo mío y de Carter es diferente...
—¿Por qué temes tanto contestarme que tiene de prohibido que salgas con el?
—Creo que mi mamá me esta llamando.—Marlee tomó su bolso y salió casi corriendo del gimnasio, dejándome sola en las gradas.
Di un fuerte suspiro y me puse de pie yo también, debía dejar de ser una contase y afrontar las cosas como la mujer madura (o al menos un poco) que era. Tome mi mochila y salí casi corriendo en dirección al cambiador del equipo de fútbol americano en donde Aspen debía de estar. Apenas entre todos los chicos empezaron a tapar sus cuerpos casi al desnudo con sus toallas y gritarme cosas tanto como pervertidas como de queja por estar en su territorio, pero lo que iba a hacer valía la pena.
Para mí mala suerte el piso estaba mojado por el vapor de las duchas y termine resbalándome sobre el cuerpo solo cubierto por una toalla de uno de los jugadores, y como cereza en el pastel ese jugador no  era nada más y nada menos que Maxon Schreave.
Intenté ponerme de pie con la mayor rapidez posible pero terminé cayendo sobre el otra vez lo que hizo que este se riera de una manera un tanto...¿Picarona?
—¡América!—grito una voz enojada a mis espaldas.—¿Qué estás haciendo?
Si, ese era Aspen.
~¡Mis amores! Aquí les dejo un capítulo más de está muy olvidada novela, espero que pueda encontrar el tiempo necesario para actualizar mas seguido; las ama, María.~
Psdta: ¿Qué les pareció el lío en el que se metió América?

¿Y la selección? Libros I y IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora