El reencuentro.

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Narra América:
Apenas pude ponerme de pie de lo temblorosas que estaban mis piernas de solo ver la forma en la que Aspen me miraba, y no porque me intimidará que me mire de tal forma si no porque se que si sigo viéndolo a los ojos una voz en mi cabeza empezará a gritarme que corra y lo bese como nunca antes lo eh hecho y se muy bien que el esta deseando lo mismo en este momento. Pero en cambio estamos mirándonos a la cara como si fuéramos dos completos desconocidos, sin mover siquiera un dedo.
Relamí mis labios intentando encontrar las palabras perfectas para decir en estos momentos, ¿Pero existían algunas para describir lo incómodo  que era esto?
-Pensé que me extrañabas.-murmuró el, mirándome desconcertado.
-Es que...No esperaba verte aquí.
Di dos  pasos hacia adelante, el hizo lo mismo de modo que ahora estábamos más que cerca el uno de el otro.
-La cosa es que yo si te extrañe América, y mucho.
Sus cálidas manos acariciaron mi rostro de manera lenta y romántica, provocando que me ruborizara apenas un poco, por costumbre di un paso más hacia el de modo que nuestros cuerpos se juntaron, poniéndome nerviosa.
-Me parte el corazón saber que probablemente tengas a otro, al menos ahora estoy aquí para reclamar lo que es mío.
-¿Lo que es tuyo?-pregunté, alzando una ceja de manera curiosa.
-Tú eres mía América, y siempre vas a serlo aunque no lo admitas.
Escucharlo decir eso fue lo que basto para que ambos uniéramos nuestros labios en un apasionante y lento beso, extrañaba tener sus labios sobre los míos, extrañaba sentir esas mariposas en el estómago, esas mariposas que en estos momentos deberían de estar muertas.
Cuando nuestros labios por fin se separaron nuestros ojos se encontraron en un juego de miradas románticas, era increíble como Aspen conseguía ponerme. Pero a pesar de que sentía algo por el yo bien sabía que ese algo no era lo mismo que sentía por él cuando estábamos en México.
-América mi padre quiere hablar contigo.
Esa fue la voz de Maxon, la cuál apenas escuche me hizo separarme de Aspen para que así el no sospechará nada, Aspen había terminado conmigo, ¿No? Por lo tanto no creo que pueda venir a mi escuela a intentar enamorarme, no puede.
-Allá voy Maxon...
Le di una última mirada a Aspen para luego caminar hasta la oficina del director, apenas cruce la puerta mi corazón comenzó a acerelaras con tan solo ver la rabia con la cuál el señor Schreave me miraba.
-Señorita Singer, por favor tome asiento.
Obedecí a su orden sentándome frente a su escritorio intentando por todos los medios no dirigirle la mirada.
-No se si se dio cuenta señorita pero en toda nuestra escuela tenemos cámaras de seguridad escondidas, no sólo las que están al descubierto y varias de ellas captaron su aventura en las piscinas con mi hijo el otro día y ahora me sale con que lo alienta a hacer trampa, ¿Qué clase de mujer es usted?
-Señor director no fue mi intención causarle problemas con Maxon, el y yo somos buenos amigos pero debe saber que yo no quiero causarle problema alguno.
-Pues si no quiere meter en problemas a mi hijo debería empezar por alejarse de el, le haría un gran favor.
-Pensé que venía a hablar de lo que hice, no de el mal ejemplo que soy para su hijo.
-No me interesa que haga y que no señorita Singer, lo único que quiero es que no meta a Maxon en sus fechorías, ¿Me entendió?
Si no fuera porque el es el director seguramente lo habría mandado a la mierda de una sola vez, pero no quería más problemas de los que ya tenía.
-Si señor Schreave, pero aún así no me alejaré de su hijo, lo amo mucho como para hacerlo.
El director abrió los ojos como platos y apretó sus puños haciendo que sus venas se marcarán, no sabía que había dicho como para sacar tal ira de el, pero no fue hasta que me saco de su oficina que me di cuenta de mi error: Había admitido que amaba a Maxon y frente a su propio padre.
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Cuatro Horas Más tarde.
-¡América! Por el amor de Dios, no se cuantas veces te voy a repetir que debes llegar a una nota alta en esa parte.-gritó Celeste, golpeando su bota de tacón contra el piso de madera.
-Lo siento, de verdad lo siento. Es solo que estaba pensando en...
-¿En Maxon? Porque de ser así puedes despedirte de tu solo en las seleccionales.
Puse los ojos en blanco y deje escapar un suspiro de mis labios, últimamente Celeste nombraba a Maxon cada cinco segundos y no se porque pero eso me daba mala espina, es como si tuviera un mal presentimiento sobre eso.
-¡Muy bien! Empecemos desde la segunda estrofa con Sugar, América espero verte atenta con tu solo, Tiffany recuerda hacer el rap de Problem y Carter recuerda tu parte de Take me To Church, el resto ya sabe que hacer.
Estaba cansada de que Celeste gritara como una ardilla enojada que teníamos que haber y como hacerlo, eran estresantes hasta los gestos que hacía. La música dio inicio y todo nos colocamos en nuestras posiciones, realmente quería poner de mi parte para que el coro se luciera en la competencia pero hoy no podía pensar que nada más que no fuera Aspen, ¿Porqué lo habían transferido justo a él? No podía con tanta presión, empezaba a enamorarme de Maxon y ahora llega el a confundirme más de lo que ya yo estaba, no sabía que hacer.
Intenté recordar cada paso de la coreografía que Celeste me había asignado y de cada letra de cada canción, pero no podía pensar en tantas cosas a el mismo tiempo,era como si estuviera perdida en el espacio, ni siquiera la música me podía ayudar.
Soy solo una chica, es cierto que puedo dejar de respirar por minutos, que puedo tocar varios instrumentos y ser la número uno de la clase, incluso puedo forzar risas y fingir sonrisas pero si hay algo que no puedo hacer es amar a dos personas al mismo tiempo, simplemente no puedo.
~¡Estoy muy emocionada pequeñas lectoras! Sólo faltan dos capítulos para que terminé esta historia y si tengo tiempo probablemente terminé para la próxima semana 💖✨ Les recuerdo que si quieren ver adelantos de "¿Y la Élite?" Pueden buscar el trailer :3 espero que les haya gustado el capítulo a pesar de que esta algo aburrido.~

¿Y la selección? Libros I y IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora