Tira de tu oreja cuando quieras.

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Lunes, 7:02am.Tres días después de la fiesta.
Narra Maxon:
No tenía dos segundos en la escuela cuando ya estaba escuchando a Celeste gritar como a una mujer que se le quema el arroz, su voz era tan aguda cuando gritaba que juraría que de solo oírla se me había quitado todo el sueño que tenía.
-¡No puedo creerlo! ¡Ese tómate andante no puede dejarme así!-grito dirigiéndose hacía mi con un gesto de disgusto en su rostro.
-Cálmate bonita,¿Qué te pasó?-intenté calmarla.
No pude entender lo siguiente que dijo, habló tan rápido y tan enojada que lo único que logre escuchar fue: "América" "Video" y "Viral"
-¿Podrías hablar más despacio?-dije relamiendo mis labios.
Ella soltó un pequeño gruñido y tomo un mechón de su cabello a la vez que recargaba su peso en su pierna izquierda, cosas que hacia solamente cuando estaba furiosa.
-La pelirroja esta en la casta tres,¡La chica nueva es una tres! Y todo porque a un genio se le ocurrió grabar lo que me dijo en tú casa y ahora la niña bonita es famosa por ello,¡Tiene dos mil visitas y lo subieron hace una maldita  hora!
Tuve que contenerme para no estallar a carcajadas en frente de Celeste, todo lo que América había dicho era lo cierto y ahora toda la escuela la escucharía.
-¡Mírala! Allí esta la muy estúpida, Dios,¿Quién usa una camiseta de estampado en el 2015?
-Se le ve bien...-susurré,mirando a la pelirroja que recién entraba.
Celeste me fulmino con la mirada, como si ella fuera una feroz hiena y yo su frágil presa, pero apenas y me di cuenta pues en estos instantes solo tenía ojos para América, esta mañana estaba radiante.Sonriendo con dulzura y emanando elegancia con su simple andar, haciendo que su hermoso y rojo cabello se moviera con cada uno de sus pasos.
Hubiera seguido apreciando la vista de  América Singer, pero ella se perdió entre el mar de gente y yo tenía algo pendiente por hacer con respecto a ella.
Narra América:
No sabía donde esconderme para evitar el caos que yo misma había causado en Illéa esta mañana, mi cerebro intentaba procesar el hecho de que había un vídeo mío rondando por toda clase de redes sociales en el cuál insultaba a la que parecía ser su abeja reina, no sabía como sentirme al respecto ,quería simplemente correr lejos.
-¡No es tan malo!-me ánimo Marlee,dándome suaves palmaditas en la espalda-Mira el lado positivo,ahora estamos en la misma casta.
-Ese es el problema Marlee; la casta.Hubiera estado muy feliz si los seis meses restantes hubiera permanecido en la casta cinco, al igual que el resto de los integrantes de el coro.
-Pero tu no eres como ellos Ames ,tú te destacas entre el montón.
-Pero tampoco es que lo haga a propósito,¿Sabes?
Abrí mi casillero dándole la espalda a la rubia por unos segundos,tome el lomo de mi libro de historia y lo hale hacía mi, dejando caer una nota amarilla a el piso.Me agaché para recoger el fino papel para así ver que era lo que decía.
"Querida América:
-Primero que nada felicidades por tú nueva fama, en estos momentos eres el tema de conversación de toda Illéa.Te escribo esta nota para pedirte si nos podemos ver en el área de la piscina durante la clase de Matemáticas, cálculo que a esas horas no habrá nadie en el lugar.
Espero verte allí,bonita.
Atentamente: Maxon Schreave"
No pude evitar sonreír como una tonta al terminar de leer la nota,no solo por el hecho de que se trataba de Maxon si no porque también me daba ternura que el me seguiría buscando a pesar de que intente dejarlo sin hijos de una manera u otra.
-¿Qué te pasa? ¿Por qué sonríes como si acabarás de ver a Nick Jonas sin camisa?
-Es Maxon, Marlee, eso me pasa.
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Tengo que ser sincera, a pesar de todo me aterraba un poco saltarme la clase de matemáticas, no es que fuera una completa santa ni nada similar si no que tenía menos de dos meses aquí y si nos encontraban, ya tendría mi primera falta marcada en mi expediente, y eso si que me ponía nerviosa.
Camine sigilosamente hasta la piscina de el equipo de natación, cuidando que nadie me viera y que las cámaras de seguridad no me captaran, si estuviera en México todo este lío de escabullirme hubiera resultado mucho más sencillo.Una vez que estuve en mi punto de destino cerré la puerta detrás de mi con delicadeza y sonreí con ternura al ver a Maxon esperándome en las gradas.
-Lindo lugar para una primera cita, ¿No lo crees?
-¿Esto es una cita?
Me acerque a donde el estaba,sentándome a su lado en la tercera fila de las gradas, no era mentira que el lugar era agradable,habían dos gradas y la piscina ocupaba la mayoría de espacio de el lugar, las paredes estaban decoradas con carteles de apoyo para el equipo de natación y no había techo que cubriera el lugar para que así el sol pudiera pegar en dirección a las cristalinas aguas, incluso había un trampolín.
-Solo será una cita si tu así lo deseas, princesa.
Mis mejillas se enrojecieron un poco ,el sonrió al notarlo y poso su mano sobre la mía.
-Oye, lo he estado pensando mucho y realmente lamento lo que paso en tu casa, lo de el rodillazo "Allí"-dije haciendo comillas en esta última palabra.
-Olvídalo linda ,se que estabas pensando.Pero quiero que sepas una vez más que yo no soy ese tipo de persona, jamás haría algo con una chica en lo que ella no este de acuerdo.
-Lo se Maxon y de verdad no sabes cuanto lo lamento.
-No importa ya, querida.
Reí de manera leve y tierna al escuchar que me había llamado querida, lleve mi mano derecha a su mejilla y en un gesto divertido le di un leve apretón a su mejilla,haciéndolo sonreír un poco.
-¿Puedo preguntarte algo, cariño?-sus ojos me miraron fijo en el momento en el que el habló.
-Claro,puedes preguntar lo que quieras.
Me puse de pie al igual que el, empezando a caminar sobre las gradas.
-El otro día te escuche hablando por teléfono en español, y entendí que le dijiste a alguien que lo amabas, ese alguien...¿Es tú novio?
-Si...quiero decir no, lo era.
-¿Qué pasó entre ustedes? Si se puede saber ,claro.
Di un pequeño suspiro, no era de esas personas que le decían a todos lo que sentían , pero realmente necesitaba desahogarme.
-Nos conocemos desde pequeños, nuestros padres son amigos y nuestros hermanos también y aparte vivíamos en la misma calle.Siempre lo vi como a el niñato que jugaba a la Xbox todo el día con mi hermano mayor, pero cuando ambos cumplimos catorce deje de verlo de esa manera, deje de verlo con los ojos que una chica veía  a un amigo y para mi suerte el me empezó a ver de la misma forma, así empezamos una relación pero a escondidas ya que nos habían criado como a hermanos de diferentes padres, nunca le dijimos a nuestros padres en tres largor años que teníamos una relación, salíamos a citas secretas y nos reuníamos cada noche en la casa de juegos de mis hermanos pequeños, para el no era problema venir ya que vivíamos más que cerca.Hace unos meses,antes de mudarme a acá me entere por su madre que estaba reuniendo para lo que ella creía que era comprar una casa para vivir con una chica, y te juro que por un momento me hice la ilusión de que eso pasaría, pero la misma noche que me enteré de que el se quería mudar conmigo papá dijo que le darían un ascenso si nos mudábamos a Ohio, apenas se lo dije él decidió dejarme, así es como termine aquí y el allá.
Antes de que me diera cuenta ya estaba llorando, llorando como quería hacerlo hace mucho tiempo.Maxon deslizó su pulgar en mi mejilla para secar mis lágrimas y beso mi frente.
-No llores mi reina , ten la cabeza en alto o se te caerá la corona.
Sonreí de forma débil, el tomo mi mano y deposito un beso en esta con ternura, llevábamos rato caminando por el lugar, me envolvió entre sus brazos dándome un cariñoso abrazo para así hacerme sentir mejor, de lo que ninguno de los dos se percató era de que estábamos en la orilla de la piscina y al ambos abrazarnos caímos con ropa y todo, riéndonos de nosotros mismos.
Ambos estábamos completamente mojados, en una orilla de la piscina y lo más divertido de todo es que ninguno de los dos hizo un esfuerzo en salirse, en vez de eso estábamos tirándonos agua en un juego infantil en el cuál realmente nos estábamos divirtiendo.
-¡Tengo una idea!-exclamé,esquivando el agua que me había tirado.
-¿Cuál, mi Sirenita?
-¿Qué tal si inventamos una señal? Así sabremos cuando el uno necesita de el otro.
-Eres una genio América, ¿Qué te parece si nos rascamos la cabeza?
-¡No! Parecerá que tenemos piojos o algo por el estilo.
-¿Y si nos pellizcamos la nariz?
-No,¡Pero ya se! ¿Qué tal si nos tiramos suavemente de la oreja?
-¡Me parece una idea perfecta! En ese entonces, tira de tu oreja cuando quieras mi princesa, allí estaré para ti.

~Espero que les haya gustado el capítulo mis amores, solo les quería decir que para que todo cuadrara puse que Aspen tiene la misma edad de América y Maxon, es decir,17. Eso es todo, que pasen un feliz día ;)~

¿Y la selección? Libros I y IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora