Los Chicos Del Coro (Morhange Fanfic)

Capítulo 5

Alice cantaba una canción mientras tendía las sábanas lavadas en la cuerda de la ropa para tender. Un ruido sonó en la sala y Alice calló nada más oírlo.

Miró a su derecha, nada. Cuando la sábana cayó al suelo Mondain gritó asustandola y haciéndola retroceder.

-Tienes una voz hermosa, guapa -dijo él y metió un cigarrillo en la boca y después soltó el humo-. ¿Quieres?

Preguntó tendiéndole el cigarrillo a la castaña, pero ella siguió allí parada, seria sin ninguna expresión.

-¿Te dejaron sola? Yo te protegeré.

Ella corrió hacia otro lado pero cuando llegó al final Mondain se interpuso.

-Espérame. Somos iguales, mis padres son un par de idiotas -ell intentó andar hacia delante y él la cogió del vientre haciéndola retroceder-, y tu madre igual. Se deshizo de ti para divertirse.

-No, está trabajando.

-Ah, ¿los demás dicen la verdad?

-¿Qué?

-Dicen que es puta -no pasó un segundo de decir aquellos que Lumiére puso sus manos en el cuello del pelirrojo y él la tiró al suelo para herirla tirando las sábanas al suelo de la cuerda.

Morhange llegó allí al oír los gritos de su chica y corrió hacia ellos. Se tiró encima de Mondian y comenzó a pegarlo cuando el pelirrojo le dio un puñetazo en el labio haciéndolo sangrar.

La señora de la limpieza se asomó y rápidamente avisó a un profesor.

Chabert metió a Mondain en en calabozo y cerró la puerta con llave.

-Eres hombre muerto.

-¿En serio? -preguntó riendo y salió de allí. Mondain cogió los barrotes enfadado.

Ese día, Morhange y Lumiére no pasaron lista a las tres. Mathieu no lo sabía pero una hora antes Pierre y Alice escaparon del internado. Alice quería comprobar si su madre era prostituta como Mondain había dicho.

-Mírala, ni siquiera se acuerda de mi -dijo Alice detrás de un coche al lado de Pierre. Él la quiso acompañar por si pasaba algo.

-Creo que sí, no lo sabes. No estás en su mente. Siempre te piensas que lo sabes todo.

Estaban calándose y a Alice no le importaba. Desde ahora no le importaría su madre, o lo intentaría.

-Vámonos de aquí -dijo Pierre y Alice asintió de acuerdo a la idea del rubio-. Seguro que cojemos un buen resfriado.

Los dos niños llegaron a Fondo del Estanque ya más secos y Mathieu fue quien los abrió. Nadie supo adónde fueron, pero lo importante era que había vuelto.

-¿Qué haces ahí? -preguntó Mathieu llegando a las escaleras, donde estaba sentado Pépinot.

-No puedo subir.

-¿Cómo que no puedes subir? ¿Por qué no?

-No tengo dinero.

-¿Acaso se necesita dinero para dormir?

-Es Mondain -explicó el niño apoyando su cabeza en las barandillas de las escaleras-, no me deja subir a menos que le dé dinero.

Mathieu sintió cómo la furia le invadía por dentro, ese niño era el caso más desastroso de todos. Ese pelirrojo le iba a costar muchas malas cosas, ese niño no debía estar allí y menos si se metía con niños tan pequeños. Era demencial.

Mathieu encendió la luz del comedor dejando ver a Corbin y Mondain comiendo a escondidas mientras el pelirrojo daba una calada al cigarrillo. Corbin se levantó asustado.