Los Chicos Del Coro (Morhange Fanfic)

Capítulo 3

15 años

Alice contemplaba a Chloé bailar. El tutú le quedaba a la perfección, parecía que no tuviese dedos en los pies, pues ella lo dejaba tieso sin doblarse con mucha elegancia. Movía los brazos al son de la canción, y se notaba que se esforzaba por no sacar la lengua por la concentración. Eso casi hizo reír a Alice.

Al terminar la canción, Chloé acabó con una postura preciosa. Alice estaba segura de que si ella intentas hacer la misma postura parecería una mutación o algo por el estilo.

Aún recordaba su primera clase en el conservatorio hacía dos años.

Ella estaba muy nerviosa, pero trató de calmar sus nervios contestando al profesor con frases sarcásticas. La clase reía y ella vio que tuvo éxito, después, Pierre le siguió. Ambos estaban acostumbrados a las travesuras de su antiguo internado. Pero ya no estaban en Fond de l'etang. Ahora estaban en el conservatorio de Lyon, aquello era serio, y a los dos les costó asimilarlo. Les costó asimilar que debían madurar.

Al pensar en Pierre, Alice decayó al instante.

-Muy bien, Chloé -le felicitó la profesora de ballet-. Estás perfecta para el baile de pasado mañana.

-Gracias -dijo ella muy sonriente y salió de allí junto a Alice. Alice siempre la acompañaba a la sala de baile y Chloé siempre acompañaba a Alice a la clase de música.

Habían pasado muchas cosas en ese conservatorio en dos años.

-¿Qué te parece?

-Has nacido para esto -le confirmó Alice sonriente y Chloé la imitó-. Estarás espectacular.

-Gracias, Alice -las dos anduvieron hasta la habitación-. Tú lo harás genial en el auditorio, ya verás. La canción es preciosa y tu voz es la de un ángel.

-Qué cursi eres -Alice rió y le tiró un cojín a la cabeza.

-Oye, Alice, no estés así por lo de Pierre. Tiene las hormonas revolucionadas. -le intentó animar la bailarina-. Sé que en realidad le gustas tú.

Alice intentó creerla, pero algo le decía que en realidad le había dejado de gustar y que se había cansado de ella, y por eso se había ido con Gabrielle. Llevaban un mes juntos. Cuando Alice se enteró de que habían empezado a salir, su ánimo decayó. Tanto que llevaba todo ese mes con la cabeza baja.

Estaba acostumbrada a ser la única chica en su antigua estancia, pero ahora vio lo que era tener competencia. ¿Lo peor? Que ella tampoco encontraba a nadie, no podía pasar página. Algún chico le había pedido una cita alguna vez, pero Alice sentía que no debía aceptarla y lo rechazaba.

Se sentía estúpida.

Además, Pierre y ella seguían llevándose bien. Eran como uña y carne, lo que empeoraba más la situación.

-¿Qué tal si vamos a la sala de música? -preguntó Chloé animada con la intención de transmitirle la energía a su amiga. Alice asintió y se levantó.

Las dos fueron hacia la sala de música hablando de sus planes para Navidad. Estaban a uno de diciembre, y estaban más que impacientes por estar ese mes con sus familias. Aunque debían admitir que los regalos también tenían algo que ver con la impaciencia.