Los Chicos Del Coro (Morhange Fanfic)

Capítulo 1

Aviso: En la historia es como un fanfic con Pierre Morhange. Se supone que la chica que le gusta es Alice Lumiére. La historia está contada en tercera persona y es igual que la película sólo que con algunas cosas cambiadas. ¡Espero que os guste!
-------------

Clément Mathieu andaba por el paseo lleno de hojas marrones amarillentas que habían caído por el otoño. Era 15 de enero de 1949.

Cuando llegó a una valla en la que ponía Fond de l'etang supo que había llegado a su destino. Apoyado en la valla, un pequeño niño castaño con una boina lo miraba expectante al otro lado de la valla.

—Bonjour —le saludó Mathieu al niño—. ¿Estás solo? ¿Qué haces aquí?

—Estoy esperando a que llegue el sábado.

—¿Por qué?

—Mi padre vendrá por mí —respondió él de nuevo.

—Pero hoy no es sábado —comentó Mathieu divertido y entonces a lo lejos se oyeron gritos de un hombre gritando "¡Pépinot!". Los dos miraron detrás y allí estaba un hombre corriendo hacia ellos.

Ese hombre llevaba un gran candado con llaves que sonaban a medida que el hombre de pelo blanco corría gritando el nombre del niño.

—Hola soy Clément Mathieu, el profesor nuevo.

—¿Ha hecho éste tipo de trabajo? —preguntó el hombre que les había abierto cuando estaban dentro del recinto andando hacia donde los niños tenían las clases y dormían.

—Di algunas clases de música en una escuela privada.

—Ah, le agradará a Rachin, el director —explicó el viejo hombre—. Él solía tocar la trompeta.

El hombre de las llaves era Maxence, el vigilante de la escuela, el enfermero, el almacenero y el vidriero.

Cuando entraron, Maxence intentó abrir la puerta de la enfermería, pero no podía por más que empujase.

—¿Le ayudo? —preguntó Clément dejando su maletín en el suelo cuando Rachin llegó bajando por las escaleras.

—¿Eres Clément Mathieu? —Mathieu y Maxence se dieron la vuelta para encontrase con un hombre alto de barba y pelo blanco. Iba de negro y tenía la cabeza derecha mirando con arrogancia—. Rachin, director de la escuela. Llega tarde, aquí la puntualidad es esencial.

Mathieu asintió.

—Venga conmigo —dijo y Mathieu asintió. Los dos siguieron subiendo las escaleras cuando se oyó un cristal romperse y el grito de Maxence inundó la entrada del internado.

Los dos rápidamente se dieron la vuelta y bajaron a ver qué ocurría. Maxence estaba tapando su ojo mientras gritaba de dolor.

—Otra trampa —dijo Rachin mientras Clément le daba un pañuelo blanco a Maxence para que limpiase la sangre—, ¿ha visto el instinto de nuestros internos? Toque la campana.

Clément corrió fuera y tocó la campana, mientras, Rachin tocaba el silbato en el patio. Se oyeron pisadas fuertes en las plantas superiores. Un montón de niños comenzaron a bajar por la escaleras y salieron al patio poniéndose en filas.