Capítulo nueve.
Gracias por visitar Mystic Falls...
Al leer el cartel detuve el auto en seco, literalmente, lo detuve a tal punto que mi cuerpo se fue hacia adelante, casi choque con el vidrio. Todo esto es una completa estupidez. El auto se encontraba en la frontera, con una mitad dentro de Mystic Falls y la otra fuera, tal y como me encontraba yo.
- Esto es estúpido. -dije en voz alta, mientras le pegaba al volante de mi auto.
Ya tengo 17 años, no me considero una adolescente, de esas que tratan de vivir su vida al máximo, ya que el tiempo de vida me sobra. Soy una híbrida-bruja, y aun así, sigo escapando de mis problemas. He tenido una maldita vida, me enamore, rompieron mi corazón, a causa de eso, mi padre murió, a mi madre no le importo, el mundo entero me a buscado solo para matarme, y ahora que empiezo a ver que la persona a la que amo esta con otra, simplemente escapo? Así, sin más? Sin siquiera luchar, sin pelear aunque sea un poco?
- Esto es una estupidez -dije, una vez más usando referencia a la palabra estúpido.
Amo a Damon, y cada vez que lo tengo, lo único que hago es perderle, una y otra vez, soy una tonta, soy una inútil, que lo único que hace es perder a las personas que mas ama.
Note como el cielo se tornaba gris, un gris obscuro, y unas gotas cayeron. Mierda. Debo cerrar el auto, ya que es un Ferrari 458 Spider. Apreté el botón para que el techo se cerrara y que creen? No funcionaba.
La lluvia comenzó a caer mas fuerte cada vez, y yo cada vez estaba más mojada. Entre al auto, y le pegué una vez más al volante
- ¿Por qué me pasa esto a mí? -grité con todas mis fuerzas, mientras que las lágrimas no se demoraron en caer.
Apoye mi cabeza en el volante y solloce fuertemente, que casi se escucho como un grito, levante mi vista, no podía ver casi nada, gracias a las lágrimas y a la lluvia, que las dos empapaban mi rostro.
Encendí el auto, tome un gran suspiro y arranque, cruzando la frontera.
Narra Damon.
Note como el cielo se tornaba gris, un gris obscuro, y del cielo comenzaron a caer gotas, estaba lloviendo.
Bebí una vez mas de mi vaso y lo deje en la peque la mesa de centro. Elena ya no estaba, me vi obligado a decirle que se marchara, no es posible que en la única persona en la que logro pensar es en Hope.
Es una maldita niña, la odio, esta tan loca, es desquiciada y odio su maldito carácter. Es tan infantil, esto me pasa por acostarme con una niña. Ella es realmente un desastre, pero siendo un desastre o no, la amo...
El timbre sonó, ganas de abrir la puerta no tenia, así que deje que sonara. Me quede viendo la chimenea, notando en como la madera era consumida por el fuego. ¿Es posible que el fuego logre consumir todo? ¿es posible que el fuego sea el mismo que luego queme, que gracias a él, todo se muera? ¿O todo se vive con más intensidad?
- Damon. -escuché una voz agitada a mis espaldas. Me gire y la vi, toda empapada a causa de la lluvia, a la misma vez que sus lagrimas caían.
Narra Hope.
Pase las manos por mi cabello, el cual estaba completamente mojado. Estaba nerviosa, no sabía que era exactamente lo que le diría.
- Te conocí, un día en el Grill, y fui totalmente arrogante contigo, igual que tú -suspiré-, aun recuerdo ese día, como también recuerdo que luego de eso no deje de pensar en tus malditos ojos azules, aquellos tan hermosos ojos azules -mi voz sonaba tan agitada, que con suerte lograba sacar las palabras-. Pasaron los días, y llegó Elena, y no sabes lo celosa que estaba, por eso comencé a pasar mas tiempo con Stefan que contigo. -mire mis manos, y luego lo mire a él nuevamente-. El punto es que fuiste el único, el único que me acepto, con todo. Con mi maldito carácter, incluso con mis celos. Me aceptaste, sabiendo que soy la hija de la persona a la que más odias en el mundo, me amaste, me amaste en momentos de enojo, estuviste ahí, me amaste en el momento donde menos me lo merecía... me amaste, sabiendo que yo no te merecía. -termine al fin.
- No. -dijo luego de unos segundos-. Tu no me mereces a mi. -dijo, comenzando a caminar hacia donde me encontraba yo. Al llegar, se quedo a medio metro de distancia de mi-. Tú te mereces a alguien mucho mejor que yo, a Stefan, no sé. Pero mírame -dio una vuelta para que lo observara-, no valgo nada. Soy un imbécil, que siempre embarro todo, pero tú -me apunto y se acercó más-, tu me quisiste así, me quisiste con éste carácter, me preferiste a mi ante todo, incluso cuando todos se opusieron ante lo nuestro.
- Elena también te quiere ante todo. -susurré, aunque tenía claro de que él había escuchado perfectamente.
- No. -dijo firme-. Ella quería a Stefan primero, al volverse vampiro los sentimientos que tenía por mí crecieron. Ella dudo, ella siempre dudó de mí, y cuando le tocaba elegir a quien creerle, siempre eligió a Stefan. Pero tú no. -se acerco más-. En el momento que aparecí en tu vida, me elegiste a mí, a pesar de que tenías todas la posibilidades de irte con otro, o con el pequeño Gilbert, pero no, me elegiste a mí. -suspiró. Se acercó más a mí, quedando a solo centímetros de mi rostro-. Te conocí, y mi vida tuvo sentido. Te conocí, y por primera vez, comprendí lo que significaba ser vampiro. -acercó su rostro al mío, podía sentir su respiración-. Te conocí... y mi eternidad tuvo sentido...
Me acerque más, y nos besamos, era un beso dulce, mezclado con pasión.
- Por favor, nunca me vuelvas a dejar. -dijo al separarnos.
- Eso dalo por hecho. -dije para luego volver a besarle.
<3 <3 <3
Narra Damon.
Abrí los ojos y la luz me cegaba, toqué al lado para buscar el cuerpo de Hope y no estaba. Me incorporé de golpe en la cama, abriendo los ojos. Hope no estaba.
- Hope? -dije, y nadie contestó. Me pare de la cama y busqué en el baño, y tampoco estaba- Hope? -volví a repetir más fuerte.
Me puse una camisa y mis boxers y salí de la habitación para buscar a Hope. Baje las escaleras y busque en el salón principal, no estaba. Mi última esperanza era en la cocina. Entre a la cocina y ahí estaba ella, batiendo. Con una camisa negra, que claramente era la mía, le llegaba arriba de la mitad de su muslo. Estaba de espalda, con su cabello recogido, se movía al compás de la música, sonaba So, Pink. Veía como su delgado cuerpo se movía, sonreí. Ella se giró y me vio, sonrió y le bajo a la música.
- Pensé que te habías ido. -dije, mientras que me sentaba.
- Te dije que no me volvería a ir. -sonrió dulcemente-. Ahora... -dijo y comenzó a dejar la masa en la freidora, para hacer los Hot Cakes. Tomo la sarten y la elevo, haciendo que el Hot Cake volara por los aires y cayera de nuevo en la sarten.
- Puedo hacerlo mejor que eso. -dije presumido y me pare de mi asiento.
- Puedo apostar a que caerá al suelo. -dijo sonriendo con auto suficiencia.
- ¿Segura? -dije y me acerqué. Ella hizo una seña para que lo intentara.
Tome la sarten de las manos de ella y repetí los mismos pasos que ella hizo, la diferencia es que ahora, en vez de caer a la sarten, o al suelo, cayó en mi cara. Las carcajadas de Hope resonaron en toda la casa, se reía con tantas gana que incluso yo me empece a reír. Escuchar su risa me llenaba, me alegraba el día. Ella se acerco a mí y aun riendo me saco el Hot Cake del rostro y lo dejo en la mesa. La tome de la cintura y la bese, estaba feliz, de eso no cabía duda.
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Aquí un capítulo, especialmente para los que esperaban a #Dope
Espero que les haya gustado!!!
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Una pequeña lobita. (Hope Mikaelson |||) #Wattys2015
Fanfiction¿Que sucede cuando pierdes a una de las personas que más amas? Pero no es ese tipo de pérdida simbólica, de las cuales pueden volver o volver a verle, no. Esta es pérdida se trata de muerte, y de la muerte nadie regresa, eso es lo peor.