Amigos
Mike y Calum habían sido desde muy pequeños los mejores amigos, habían compartido innumerables bromas, juegos y retos, también se habían apoyado mutuamente para salir de problemas difíciles, se amaban como si fuesen hermanos y ahora con 18 años las cosas no habían cambiado mucho.
Cal estaba sentado en el sofá mientras Mike apoyaba la cabeza en su hombro y comía palomitas del tazón ubicado en las piernas de Calum mientras miraban algún programa basura en la televisión.
De repente el celular de Cal sonó anunciando la llegada de un mensaje y se puso a hablar por mensajes mientras Mike caía dormido en su hombro. Calum dejó de repente el celular para pararse a contemplar el rostro de su amigo. Era como un gatito, tenía ganas de abrazarlo y así lo hizo, lo acerco a él en un tierno abrazo y el también cayó en un profundo sueño.
Cuando Mike despertó y se quiso mover se vio inmovilizado por un par de brazos que lo sujetaban fuertemente de la cintura, al dirigir su mirada hacia arriba se encontró a centímetros del rostro de Calum.
-Cal-susurro para despertar a su amigo- Cal- dijo de nuevo sin recibir respuesta.
Se le ocurrió un método rápido para hacer que se despierte, las cosquillas, o bien podría quedarse a ver como dormía. Optó por lo primero ya que amaba escuchar la risa de Calum, más que verlo dormir, amaba ver al chico feliz.
Empezó a pasar las manos por el estómago de Cal y comenzó a hacer las cosquillas. Calum tenía muchas cosquillas en su estómago así que al primer toque de Mike este se removió y empezó a patalear desorientado tratando se deshacerse de las cosquillas mientras empezaba a tener ataques de risa. Mike paró y empujó suavemente a Calum para poder levantarse del sillón.
-Tío, nos quedamos dormidos, tendría que volver a mi casa- anunció Mike con una dulce sonrisa.
-Quédate un rato más Mike, no te vayas todavía.
Michael vio al chico y no puedo negarse a su petición, sus ojos eran como los de un perrito mojado cuando pedía algo.
-Bueno, comamos algo.
A Cal le apareció una gran sonrisa en su rostro y se levantó para ir a la cocina a preparar la cena seguido de Michael.
-Cal, estoy pensando ir a una Universidad fuera del país- anunció Mike y Cal agradeció estar dado vuelva porque su rostro se deformó de la sorpresa y la tristeza.
Todo durante un minuto quedó en silencio, Cal se encargaba de preparar la pizza y Michael solo lo observaba tratando de descifrar que era lo que pasaba en la rara mente de su amigo.
-Prometiste que no te irías- susurro Cal, todavía dado vuelta, y con una tristeza que de pronto lo atormentaba.
-Sabes que te quiero hermano- le dijo Mike mientras se levantaba para abrazar al chico- Seguro no notarás mi ausencia.
-Claro que la notare- se lamento Cal mientras se daba la vuelta y abrazaba a Mike, este apoyo la cabeza en su hombro ya que Cal era más alto.
-Te quiero Mike y si te vas te extrañare muchísimo- le susurro Cal en el oído al chico.
-Deja de ser un llorón que todavía no lo decidí- río Mike mientras palmeaba la espalda de Calum y se alejaba para sacar las bebidas.
-Eres tan sensible- dijo sarcastico Cal mientras sacaba la pizza del horno.
-Así me soportas así que no me preocupo.
Después de comer fueron a jugar videojuegos a la sala hasta una hora considerable en la que Mike se tuvo que marchar y Cal lo acompaño hasta la salida.
Este era el último año escolar y los dos temían la separación, después de tantos años juntos les dolía muchimo separarse para seguir sus carreras. A Michael era al que le dolía más separarse pero trataba de ser fuerte así la despedida no sería tan abrumadora, mientras que Calum era más sensible y demostraba cuanto le dolía.
Era obvio que la separación les doleria después de tantos momentos juntos, pero todavía quedaban meses para fin de año y las cosas podrían cambiar, después de todo ellos eran demasiado raros.
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Best Friends (Malum)
Fanfiction"Mike y Calum habían sido desde muy pequeños los mejores amigos. Habían compartidos innumerables momentos y se habían apoyado mutuamente para salir de situaciones difíciles. Ellos se amaban como si fuesen hermanos y ahora con 18 años las cosas no h...