Narrador Omnisciente.
Ariadna estaba en clases de historia, jugaba distraídamente con su pluma mientras el profesor hablaba sobre la segunda guerra, miraba a cada momento el reloj esperando que el timbre tocara pronto.
Empezó a sentir un dolor profundo en el vientre, <Me llegará la menstruación> pensó. Echó un vistazo a su mejor amiga quien era la única que estaba tomando apuntes de la clase. Sintió como el poco alimento que había ingerido esa mañana hacía su camino para ser expulsado por la boca, se llevó la mano a esta para cubrirse pero al ver que no resistiría otro minuto echó a correr hacía los baños.
Después de aquello, se sentó con la espalda contra la puerta, se sentía más aliviada pero las náuseas seguían presentes. <Algo me ha de haber sentado mal>, pensó para sí. Después de unos minutos escuchó como alguien llamaba a la puerta, se levantó y la abrió encontrándose a su mejor amiga ahí parada, claramente asustada.
-¿Qué ha pasado?- preguntó
-Nada- respondió. Su amiga arqueó la ceja- Algo me sentó mal, es todo.
-No estarás...- no terminó la pregunta cuando Ariadna la interrumpió.
-Ni lo pienses, no lo creo- mordió nerviosamente sus uñas- Me matarían mis padres.
Grace, su mejor amiga la cogió del brazo y la sacó a rastras del instituto. Llegaron hasta una farmacia.
-Me da una prueba de embarazo- susurró Grace a la farmacéutica.
La boca de Ariadna formó una "O". La farmacéutica le dio las indicaciones a Grace, salieron agradecidas y caminaron hasta una cafetería donde entraron al baño del local.
Grace caminaba en círculos esperando que Ariadna saliera pronto con una respuesta. Rogaba que saliera el resultado negativo.
La puerta del baño se abrió dejando ver a una Ariadna bañada en lágrimas y tremendamente asustada y preocupada. Grace sin pensarlo, pues ya sabía la respuesta, echó a correr hasta su amiga para estrecharla entre sus brazos.
-Me mataran- sollozó.