El profesor Hudson

Capítulo VII

Un tipo bastante grande la estaba tocando, eso me hizo hervir de furia, por alguna razón no quería que nadie la tocara. Ella se dio vuelta y empezó a discutir con ese sujeto. Decidí meterme entre ellos dos y terminar con todo lo que estaba sucediendo.

- ¿Cómo se te ocurre tocarla así?, es una mujer, respetala- dije enfrentando al tipo, mientras que Mandy se ponía detrás mío.
- La toco y hago lo que quiera con ella, y ¿vos quién sos para meterte? Además de una fracasada estrella de rock...-Eso claramente me tocó el orgullo, pero él no sabia porque me fui de la banda y tampoco tendría porque darle explicaciones sobre ese asunto.
- Me meto porque es mi novia y no voy a dejar que un cualquiera la este tocando, ni vos ni nadie-Esperen... ¿Eso salió de mi boca? Oh no, esto esta muy mal.
- No me importa, ahora es mi chica.
- Creeme que no- Le lancé en golpe directo a la nariz, luego me lo devolvió armando un gran revuelo en toda la habitación, algunos se iban, otros se quedaban peleando entre sí y otros simplemente observaban esquivando los golpes.

Luego de un par de piñas logré irme de esa situación escabullendome hacía la cocina donde ya no había nadie, a penas empezó la pelea Mandy se fue hacía algún lugar de la casa y no logré verla más ya que estaba peleando.
Cuando me di cuenta noté que mi labio estaba sangrando por lo cual busque alguna gasa o algo para poder curarme pero no encontré ninguna. La gente ya se estaba yendo entonces no tendría ningún problema en subir y buscar el botiquín de primeros auxilios que suponía que estaba en el baño.
Cuando por fin no escuché más ruidos salí de la cocina para buscar el baño, subí por las escaleras y encontré una habitación con la puerta entreabierta, en ella se encontraba Mandy acostada mirando la televisión, cuando notó mi presencia se levantó inmediatamente.

- ¿Qué haces todavía acá? Mira todas esas marcas y la sangre, espera que ya traigo el botiquín-Fue lo único que dijo mientras salía de la habitación, en dos segundos volvió con el botiquín en la mano y me invito a sentarme mientras ella me curaba.
- No hace falta puedo hacerlo solo-Dije entre un par de risas.
- No, yo quiero hacerlo y además darte las gracias por ayudarme ahí abajo "novio" -Empezó a reírse, como me gustaba su risa- No se como se te ocurrió decirle eso a ese pervertido, sos muy valiente.
- Es que yo quisiera ser eso, tu novio.