Un linaje Pokemon [Edición]

Especial de Navidad #2: Los hermanos extremos...

Se suponía que tenía que escribirla ayer pero, hubieron cosas que me impidieron coger el celular y empezar a escribir este capítulo así que perdonenme...

Ya se! Dialga!

*El pokemon aparece salvajemente*

Dialga: Sucede algo?

Me puedes hacer el favor de volver al pasado, osea al ayer?

Dialga: Por?

Necesitó que esto se publique ayer...

Dialga: es imposible, si públicas esto en el ayer entonces lo que estas haciendo en este mismo momento quedara borrado, osea el capítulo jamás se habría escrito y el tiempo y espacio se dañarían y...

Ok ok, ya entendí... Mejor sufro las consecuencias...

Pretendamos que es ayer :3

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-Entonces... Esta nieve no es normal- fue lo único que pude decir después de la extraña historia de Arthur donde lo único que entendí, fue lo único que pude preguntar...

-Así es... Realmente son las sobras de la verdadera ventisca que dejó un pokemon al hacer su nido en el pico de una montaña- dijo con una sonrisa, mientras se acomodaba su gorro.

-Ese debe ser uno de los pokemones legendarios de la armonia, el del hielo- Cheren estaba al lado mío, arreglándose la bufanda que la madre de Arthur nos había prestado, pero, le era imposible, al parecer le tenía cierta molestia a esas cosas.

Y pues si lo preguntan, estábamos en la casa del pelirojo, el cual nos prestó ropa que no tengo ni idea de donde la sacó y ahora nos contaba historias o bueno sólo a Cheren y a mi.

Bel estaba cerca de la fogata tratando de entrar en calor, aún traumada con lo que paso antes, Kyo estaba afuera, Luca lo había convencido en hacer un entrenamiento mental contra aquel frío... Raichu, estaba colgada en el techo, supuestamente, descansando y Aki... él estaba en todo lado, ya me estaba preguntando si tiene la capacidad de teletransportarse, Lo cual explicaría todo...

-Entonces extranjeros, ¿Vienen para navidad?- preguntó con una sonrisa.

-Primero que todo tenemos nombre y... ¿Navidad?- no sabía porqué las cosas cambiaban tan drásticamente, primero una fiesta de disfraces y un día después ya hay otra fiesta.

-Se que tienen nombres pero, llamarlos extranjeros es más fácil y lo otro... Por no ser de por aquí obviamente no saben que es la navidad, lo siento- agachó su cabeza mientras yo me aguantaba las ganas de pegarle en la misma por repetir esa palabra una y otra vez...

-Pues, en vez de lamentarte puedes contarnos...- dije entre dientes.

-¡Vaya es una buena idea!- me lo quede mirando incrédula...

-Entonces... ¿Que hacen en navidad?- Cheren sólo hablaba con naturalidad, me sorprendía la paciencia que tenía.

-Lo ideal es hacer un regalo, como comprarle algo a alguien importante para ti y luego envolverlo para que quede bonito, ya por la noche se le entrega a esa persona- empezó a decir más cosas pero, realmente no importaban mucho.