Venciendo la oscuridad

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-Emm... Raichu ¿tienes la más remota idea de donde estamos?

"Pues, te respondo con otra pregunta ¿Quién fue la que escogió la puerta?"

-Gracias por la ayuda- dije sarcásticamente mientras seguía avanzando; el lugar estaba casi completamente a oscuras y las únicas luces eran unas llamas que estaban colocadas en distintos lugares, además al ver al frente se alcanzaba a distinguir la silueta de una inmensa torre.

Tragando con fuerza el miedo seguí caminando para quedarme algo confundida, ¿eran imaginaciones mías o estaba caminando muy rápido? miraba a los alrededores y en efecto parecía ser la verdad, me detuve y aun así seguía moviéndome.

"Un camino que se mueve por sí mismo..." Raichu también estaba absorta. Yo en cambio no pude durar en soltar un resoplido.

-Al parecer siempre te recuerdan que hiciste una decisión y no puedes dar marcha atrás- Era algo que te ponía a prueba, tenías que estar seguro de tu decisión porque... después te era imposible arrepentirte.

"Supongo que tendremos que aceptarlo" asentí para mostrarme de acuerdo y me di la vuelta para ver el camino que dejaba atrás... La nostalgia para el final, era vital recordar eso en estos momentos.

A pesar de que la velocidad del camino era algo respetable, el trayecto se me hizo eterno.

Cuando finalmente llegamos divisé al frente mío una silla y ha alguien sentado en ella sin embargo, no podía verla con claridad debido a la oscuridad del lugar.

"¿Qué esperas?" Raichu opto por pegarme con su cola en la espalda provocando que diera un salto y casi me cayera de cara al suelo... en situaciones como estas mi compañera era muy colaboradora.

Aun así apenas puse un pie en el suelo "normal" unas espinas salieron a mis espaldas... bloqueando la salida, solté un resoplido.

Sabia que esto se trataba de no arrepentirte de tu decisión pero, ¿enserio tenían que llegar tan lejos? Miraba a los alrededores y no había forma de salir ¿Cómo se supone que me voy a enfrentar al alto mando si no puedo salir de la primera sala? Supongo que tendré que esperar...

-¿Otro retador? Que extraño no suelo recibir muchas visitas- Sonó una voz de la silla y a pesar de su tono de pregunta... lo último pareció decirlo con una risa maliciosa.

La voz era de un hombre, sin embargo, sólo sonó una vez confundiéndome por completo, no importaba cuanto esfuerzo pusiera, simplemente no podía verlo con claridad. Aunque de lo que si estaba segura es que estaba siendo observada por quien quiera que estuviera en esa silla...

Después de un largo silencio sonaron unas palmadas y luego la luz, el campo de batalla apareció en el suelo sin embargo el sitio de la silla seguía a oscuras.

"Pelear con alguien a quien no le has visto ni su aspecto... Sí que son raros aquí en el alto mando" No dude en estar de acuerdo, pero, no podía dejar de sentirme nerviosa, normalmente uno pelea contra desconocidos pero es la primera vez que no veo el rostro de mi oponente, dejándome a oscuras, sin saber... que será lo que pensará mi contrincante en el campo de batalla.

Además, me parecía haber escuchado esa voz en alguna parte.

-Ven... Vengo a combatir contra ti- seguía tratando de procesar todo lo que estaba pasando pero, la sensación de nostalgia me estaba llenando de nuevo.

-Entonces acepto el reto- El hombre pareció sonreír mientras se paraba de su silla, aún muy lejos de la luz.

Sonó el chasquido de un pokeball y un pokemon apareció en el campo de batalla.

Un linaje Pokemon [Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora