#35 - RETENERTE.

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Leo detenidamente una vez más el paso #1 "...estoy un poco aterrado, porque de haber hecho mal mis cálculos terminare dolido por este acto", me duele leer esta parte. No sé si hizo mal sus cálculos pero, lo que sí sé es que le dolió que le dijera adiós de la manera en que lo hice. Así sin explicaciones. Hubiera deseado dárselas, pero ¿para qué continuar engañándome a mí misma antes que a él? Lo nuestro no seria.

—Tenía miedo Demián, quisiera que lo supieras. —Susurro con la carta en las manos, —Lamento tanto haber carecido del valor necesario para poder enfrentarme a lo que sucedía o a los compromisos establecidos, que termine decidiendo adiós.

Me detengo un momento y pienso en esa noche. Pienso en él, pienso en que lo mejor era cortar las cosas de esa manera. ¿Dolió? no lo dudo. Pero no era correcto tener a otra persona que no fuera mi novio en la cabeza. Quizá Tito no era el mejor novio, y distaba por mucho de Demián, pero tenía que hacer lo correcto. Y lo correcto esa noche fue partirle el corazón Demián.

—En serio lo siento Demián. —Siendo un nudo en la garganta. Me pongo de pie al escuchar pasos por las escaleras y aseguro la puerta para mantener la privacidad.

—¿Puedo pasar? —Se escucha la voz de mamá seguida del "toc-toc".

—No. Necesito estar sola.

—Bien, estaré leyendo en la sala por si necesitas hablar. —Se oye bajar las escaleras. No dijo más. No respondo palabra alguna.

Bien ¡rompamos los protocolos! Olvidemos el paso uno, dos, tres y cuatro. No estoy para protocolos, ahora solo necesito saber

—¿Dónde deje el primer video? —Hago memoria recorriendo el enorme cuarto. —El baúl está en el ático, la llave del baúl esta está en mis llaves, —Me acerco a la puerta de mi cuarto y en la parte superior están colgadas las llaves de mi casa, las tomo —y el primer video esta... ummm. —Volteo hacia la cama y sin pensarlo la levanto con todas mis fuerzas. ¡Plaf! Se escucha y una lámpara sale volando ¡crach!.

Después de no haber decidido abrir el baúl la noche que lo encontré en mi cuarto también decidí ocultar las pruebas de su existencia así que, bajo la cama fue lo mejor que se me ocurrió. Allí estaba el estuche, lo tomo.

—¡Abí que está haciendo Zoé! ¡En el despacho se escucha mucho ruido! —Papá se oye incómodo.

—Creo qu...

—¡Estoy limpiando mi cuarto! —Interrumpo a mamá asomándome escaleras abajo por la puerta del cuarto. Papá vuelve a cerrar la puerta el despacho.

Mamá me ve con el ceño fruncido no dice nada y vuelve a su lectura. Cierro la puerta y prosigo. Me cercioro de que el DVD está listo, igual que la televisión, y una vez listo cuando todo está en orden, coloco el disco. Me siento en la orilla de la base de la cama a esperar y para mi sorpresa... en el fondo de pantalla aparecemos los dos, de espaldas, el lleva mi mochila, ambos estamos uniformados, lo estoy mirando, él tiene una ligera sonrisa. La música de fondo dice: "Baby, it's been a long time waiting, such a long, long time, and i cant stop smiling, no i cant stop now. Do you hear my heart beating? Oh, do you hear that sound?" Mi sangre circula a toda velocidad por mis venas.

—¿Pero dónde, cuándo y quién tomo esa foto? —Es lo primero que pienso sin dejar de observar que el menú del video lo único que ofrece es "iniciar". Doy play a iniciar.

"—Hola, —dice saludando y alejándose poco a poco de la cámara que lo graba hasta tener la distancia perfecta. Me salta el corazón de volver a verlo. Se arregla el cabello y dobla las mangas de la camisa que lleva. La misma que traía en el cine. ¡Lo grabo ese día!—Si estás viendo esto, —tuerce la boca y golpea suavemente su mano con el puño cerrado, —es porque quizá estoy muerto, —hace una pequeña pausa, —de miedo, claro está. Y me refiero al miedo porque aunque he decidido enviarte esto, —señala el baúl que esta sobre una silla¸—dudo del efecto que pueda tener así como el lugar donde termine. La basura por ejemplo. —Su timbre de voz, me gusta. —Prácticamente no tengo mucho que decirte en este momento, lo que tenía que decirte lo acabas de leer, si no lo has leído ¿no sé qué haces viendo esto? —Se señala con los dedos. —En fin, eres mujer y por tanto te da igual lo que un hombre piense y ordene. Así que, si no me equivoco, mandaste mi protocolo a la basura, —me rio, ¿cómo lo supo? Si en su momento lo hubiera seguido se hubiera equivocado, o ¿no?—da igual. Lo importante es que tuviste el valor de verme por un momento. —Se queda en silencio por un momento, voltea a los lados y después ve a la cámara, se acerca, veo sus ojos, pareciera que quiere salir. —Déjame tocar tu corazón. No te pido ahora, no te exijo un momento determinado, pero cuando se pueda, cuando lo creas necesario y sea correcto, please, ¡dame una oportunidad! —Mis ojos se abren, tengo la mano en el pecho. Lo siento latir. Se retira una vez más de la cámara. —Que disfrutes lo que prepare para ti, sigue el decálogo, te aseguro que volveremos a encontrarnos. Te quiero lagartija —Me manda un beso, y dice: —adiós".

POEMAS PARA ZOÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora