Mirando tus pequeños ojos podría jurar que tienes algo sorprendente que contarme sobre la vida, sobre ti o sobre mí, no lo sé; la lejanía de dos cuerpos que anhelan estar en la presencia del otro, sentir la esencia de cada cuerpo, el calor humano causado por la fraternidad de dos cuerpos celestes plasmados en una cama; ojo a ojo, labio a labio, sonrisa por sonrisa; cerca como la pureza imperfecta del amor puro; un trabalenguas indescifrable, una paranoia caótica de las constelaciones chocando contra sus asteroides.
¿Cómo volver en el tiempo para recuperar todo lo que has perdido?, ¿esa chica que tanto amaste?, ¿ese amigo en el que tanto confiaste? ¿Cómo vas a recuperarte, mi pequeño amigo? ¿Cómo vas a superar todo lo que pasa? ¿los recuerdos que te agobian? ¿las personas que traspasan los hilos de tu vida? ¿CÓMO? ¿CÓMO, PEQUEÑO?, ¿CÓMO? Creo que no lo sabemos, mi querido amigo; las incoherencias de la vida sobre el retorno de tu ser, de tus sentimientos.
Creo que nos entramos al borde del caos, nos vemos obligados a actuar de formas no debidas; bien prepotentes que debemos ser para actuar de esta forma; que infame eres al creer que todo cambiaría por una simple acción inconsciente, porque, no, sigo aquí en mi sitio más puesto que nunca y más fuerte que siempre porque la fortaleza queda del apocalipsis galáctico de las estrellas chocando con sus cometas; los fuegos pirotécnicos de la naturaleza, eso somos, seres chocantes de la naturaleza, maravillando los artes del impacto espacial, todo un espectáculo.

ESTÁS LEYENDO
Notas de un escritor frustrado.
AléatoireEsto no tiene orden lógico, son sólo pensamientos del autor rodeados de preguntas sin respuestas y muchas veces, sin sentido.