Un pequeño sentimiento.

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Todo a mi alrededor era cálido, lo que parecía ser la almohada era tres veces más suave que antes, ¿estaba en una especie de transe? No quería abrir los ojos no quería mover ni un sólo músculo con miedo de que esa sensación de seguridad, de que nada malo puede pasar se terminara.
Pero como siempre , todo lo que sube tiene que bajar.

Entre abrí los ojos viendo aqulla supuesta almohada, la sorpresa fue mayúscula, lo que pensaba que era una almohada y la abrazaba tan feliz por la comodidad, en realidad era el pecho de shadow, su respiración era tan calmada a comparación de la mía, dormía como un angel, incluso su rostro, era tan sereno y perfecto que daban ganas de...., espera me estoy saliendo del contexto.

Trate de separarme de aquel abrazo extraño que tenía con el pero los brazos de shadow era tan poderosos que ni podía soltarme al menos un poco.

- Shad...shad despierta...- le dije al oído, me lamentaroa toda mi vida por averlo echo.

Movió sus oreja para luego hacer más fuerte el abrazo y poner su cara en mi pecho, aquella sensación era tan extraña, mi rostro era lo más parecido a un tomate.

- S-shadow, despierta, te lo suplico - dije entre dientes. No lo quería cerca, no así , el despertaba demasiado sentimientos en mi, demasiados como para soportarlos, hasta que al fin.

-Perdón..- aflojo aquel abrazo para voltearse de su lado de la cama.

Era extraño, una parte de mi se arrepentida de despertarlo pero otra agradecía que se hubiera despertado. No sabía cual de las dos sentir.

- Preparare yo el desayuno, espero y tengas cosas buenas faker...- se levantó repentinamente de la cama sin dirijirme la mirada. Ahora me sentía mal.

-No, Eh, s-shad-... - fui interrumpido por el.

- No te muevas de la cama....- siguió su camino hacia la cocina.

Di un suspiro largo, era Navidad, pronto llegarían mis amigos, ¿que pensarían si supieran que shadow y yo dormimos en la misma cama y peor aún, despertamos abrazados. Tal vez se reiran de mi o...se disgustarian y....

-Maldita sea...- tome una almohada y la puse sobre mi cabeza.

Esa almohada tenía un olor diferente, era un olor a perfume extraño, al alejar un poco la almohada pude ver una espina de shadow clavada en el, al olerla..., rosas, de el provenía el aroma.

¿Y si mi pareja no era necesariamente del sexo contrario?, shadow y yo teníamos muchas diferencias pero habíamos peleado juntos por un mismo fin. ¿era malo esto?, sentir afecto por el ¿en verdad era correcto?. Di un suspiro rendido. "Pasará lo que tenga que pasar..." pensé.

Me senté en la cama y abrí un cajón de un pequeña mesita y coloque ahí aquella espina negra, no sin antes plantarle un tierno beso a esta.


No quise hacerte dañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora