Amor Perturbador. [Dross]

Capítulo 31°

"Siniestro"

-Sí...-

Mi pecho se contrajo al oír su respuesta.

-Pero no de la manera que ella quiere ahora, le quiero como amiga, sólo eso- me regaló una cálida sonrisa.

-Vaya, es mucha información en un sólo día- di un  largo suspiro.

-Me siento más tranquilo ahora que te lo eh dicho-

-Entonces si ya lo has arreglado todo, dejemos de pensar en ello y vamos ya al cine- propuse.

-Está bien, no comas ansias, déjame pedir la cuenta-

Después de pagar la cuenta, fuimos al cine, por decisión unánime, escogimos una de terror llamada "Siniestro", secuela de alguna otra ya que era la 2.

Compramos unas palomitas refrescos, ambos medianos, pues veníamos de almorzar, entramos a la sala, escogimos los asientos de hasta atrás.

Después de un par de cortos la película empezó, tenía mucho suspenso, demasiado para una persona tan miedosa como yo.

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-¿Qué te pareció la película?-

-Estuvo buena ¿No?-

-La historia estaba un poco rara- arrugó la cara.

-¿Me vas a decir que el tipo de la máscara no daba miedo cuando aparecía?- dije ante su tranquilidad.

-No, de hecho la película no dio miedo- contestó sereno.

-¿Estás loco? Ya no tengo uñas de los nervios, a mí si me gustó- le mostré mis uñas.

-¿Eso te dio miedo?- preguntó burlesco, aunque ya sabía la respuesta.

-Pues a mí si- me crucé de brazos "indignada".

-Eres muy miedosa ¿Lo sabías?-

-Lo sé y muy bien, créeme-

-¿De verdad?- asentí.

-Toda mi vida eh sido una miedosa de primera y a la vez masoquista porque todo ello me encanta-

-Vaya que eres masoquista- ambos reímos.

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-La pasé muy bien hoy, gracias por todo- llegamos a nuestras respectivas puertas.

-Gracias a ti por aceptar mi invitación-

-A la próxima te llevo yo a un lugar para pasarla bien-

-Está bien- sonrió -Descansa Samantha-

-Igual tú, pasa buenas noches- se acercó a mi con paso firme hasta juntar nuestros labios, nos separamos y él esperó a qué entrara en mi departamento para entrar al suyo, cerré la puerta detrás de mí y solté un suspiro con una sonrisa de oreja a oreja.

+++

Todas las noches es lo mismo, doy vueltas en la cama sin poder dormir, no lo soporto más, me levanto hasta la cocina por un vaso de agua y regreso a mi cama, sacó las pastillas del cajón debajo de la lámpara y busco las indicadas para dormir, tomo una entre mis manos, es muy pequeña, la tomo y apago las luces para intentar dormir nuevamente.

Parpadeo varias veces, me siento relajada y con la vista borrosa, en la obscuridad encuentro muchas formas, las formas se mueven, son horribles, tengo miedo, quiero levantarme y prender la luz, pero no puedo, estoy completamente drogada por los medicamentos.

Todo está obscuro, pero no estoy durmiendo, puedo verlo, veo la obscuridad y veo a alguien acercarse a mi, sólo es una silueta no puedo distinguir nada con claridad, comencé a ver rostros, caras siniestras, entre ellas la de la película, era macabra realmente, se acercaba a mí poco a poco, con paso lento, ¿Qué demonios era todo ésto? Cuando estaba lo suficientemente cerca de mí desperté agitada, el sonido de un cristal cayendo al suelo me despertó, el sonido fue muy estruendoso.

Me levanté a inspeccionar la casa, prendí las luces conforme iba avanzando, no encontré nada, sentía los ojos hinchados, pesados, necesito dormir bien aunque sea una noche.

Iba de regreso apagando todas las luces que había encendido, cuando volví a escuchar algo romperse, el sonido venía de la cocina, regresé y prendí la luz, había un par de platos rotos en el suelo, tenía demasiada flojera y sueño como para recogerlo, apagué la luz y regresé a la cama para el siguiente día.

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Desperté, miré la hora, era medio día, me levanté muy perezosa sin ánimos de nada, entré al baño para asearme, ni el agua fría pudo levantar mis ánimos, me puse unos shorts ajustados rojos, una playera sencilla blanca, dejé mi cabello mojado y suelto.

Fui a la cocina, me preparé el desayuno, cereal y fruta, ya que había terminado me percaté de los platos rotos de ayer, no había nada, me extrañé muchísimo, pensé en haberlo soñado, ya que las pastillas para dormir me provocaban alucinaciones.

Al terminar fui a desempacar un regalo que me dio mi hermano antes de irme, me prohibió abrirlo hasta que llegara a casa.

La caja era grande y pesada, comencé a desenvolverla hasta tenerla entre mis manos, era una Play 4, hacía mucho que quería una de éstas, inmediatamente la saqué y la enchufe en la tv de mi habitación, traía un par de juegos y me logré entretener un rato.

Mi celular vibró, eran mensajes, de Ángel por supuesto.

A: ¿Ocupada?

Contesté casi al instante.

S: No mucho ¿Y tú?

A: La verdad es que estoy algo aburrido

S: ¿Porqué no vienes y traes tu mando de la Play?

A: ¿Tienes Play?

S: Sí y la 4

A: Llevaré algunos juegos que estoy seguro te van a encantar, toco a tu puerta en 15

S: Estará abierta, entra y ponle llave, estarán en el picaporte.

A: Está bien

Seguí jugando y después de un rato escuché la puerta principal, no hice caso y seguí con mi partida.

No escuché nada más, puse pausa y salí, todo estaba en orden y en silencio, revisé el salón, fui a la cocina y me encontré con los platos rotos de anoche, que creí había soñado, lo miré extrañada.
-¡Joder Samantha, ahora te estás volviendo loca!- exclamé hacia mí persona.

Iba a recogerlo cuando escuché la puerta principal abrirse, fui al salón y era Ángel.

-¿No habías entrado ya antes?-

-Este, hola Samantha, estoy bien gracias por preguntar- reí.

-Hola amiguito-

-Hola Sam- sonrió al verme alegre -Pues no, no entré antes es la primera vez ¿Por qué?-

-Creí haberte escuchado, pero no importa, vamos a mi habitación- caminé hacia él.

-Samantha, ¿No crees que es muy pronto?- entendí lo que quiso decir y me tiré una gran carcajada.

-Allá está la Play y ahí jugaremos tonto- el también reía.

-Estoy bromeando- despeinó mi cabello y fuimos a mi habitación
-Es muy bonita- dijo mientras la miraba, era la primera vez que él la veía.

-Gracias- cerré la puerta detrás de mi.

Esta tarde nos íbamos a divertir.

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Capítulo editado.

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