Capítulo 33°

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"Crisis"

Las chicas me felicitaron y me pidieron más detalles del asunto, les di los necesarios, después de pagar fuimos a nuestras casas, yo hice una parada en una pastelería y luego fui a casa.

Al llegar al edificio, toqué a la puerta de Ángel, me abrió un par de minutos después.

-Hola guapa- besó mi mejilla.

-Hola guapo- lo abracé.

-¿Vas a entrar?-

-No, sólo te traía ésto- saqué la cajita de mi mochila y se la entregué.

-CupCake de red velvet, mi favorito- sonrió al verlo -Gracias corazón- me abrazó y me dio un fugaz beso en los labios.

-De nada- le devolví el gesto -Sólo quería darte el detalle-

-Es un pequeño detalle muy tierno, ¿Te vas?-

-Sí, quiero descansar-

-Está bien, nos vemos luego-

Me despedí de él y entre a mi departamento, prendí las luces y escuché un peculiar ruido en mi habitación que llamó mi atención, dejé mis cosas y fui a revisar.

Entré a mi habitación esperando no encontrar nada como siempre me pasaba, pero esta vez no fue así, al entrar toda mi habitación estaba de cabeza, mi ropa estaba destrozada al igual que las sábanas de mi cama, las cortinas estaban desgarradas y en el espejo de mi tocador había una 'P' escrita con sangre, lo miraba todo una y otra vez, no podía asimilar qué demonios había pasado, mi piernas estaban plantadas en el umbral de la puerta, quería salir corriendo pero ellas no me respondían, los latidos de mi corazón se aceleraban cada vez más cuando buscaba una explicación a todo ésto.

Con las manos temblorosas busqué entre la bolsa de mi pantalón las pastillas para controlar mis nervios, cerré la puerta violentamente y corrí a la cocina por un vaso de agua, tomé un par de pastillas, me encontraba agitada y temblorosa, cerré los ojos con fuerza y me repetí a mi misma...

-Ésto no está pasando, nada de lo que vi es real, nada de ésto está sucediendo- caminaba de un lado a otro -Ésto no es real- me sostenía ambas sienes con las palmas de mis manos y regresé a la habitación con cautela y respirando profundo.

Mi mano estaba en el picaporte pero no me atrevía a girarlo, las pastillas comenzaban a hacer su efecto, retrocedí tambaleante, sosteniendome con ayuda de las paredes hasta llegar al sofá, me tumbé en él, cerré los ojos y no supe más de mi.

+++

Abrí los ojos poco a poco, la cabeza me daba vueltas, aclaré mi vista y me encontraba en pijama y entre las sábanas de mi cama, recordé casi de inmediato lo que me había sucedido anoche y no lo podía creer, mi habitación estaba en perfecto estado, no había cosas rotas, cortinas desgarradas o sangre en el espejo, no había nada y lo había sentido tan real, lo había visto con mis propios ojos que empecé a creer que fue un efecto de las pastillas, aunque las había tomado después de haber visto el desastre aquí mismo, todo era tan siniestro y perturbador que no tenía otra opción más que creer que fueron los efectos de las pastillas.

#Un mes después

Eh estado teniendo alucinaciones de todo tipo, aún sin tomar las pastillas, eh tomado demasiadas, me siento demacrada, cada día me pongo peor, eh estado faltando mucho a clases, hace semanas que no hablo con Ángel, que no tengo contacto con el exterior, siento que estoy perdiendo la cabeza lentamente. En todos los sucesos extraños que me ocurren, veo una 'P' escrita con sangre, no sé qué demonios significa, pero necesito averiguarlo antes de morir en vida.

El sonido de alguien tocando a la puerta me hizo volver en sí.

-Samantha... pero... ¿Qué te ha pasado?- sus ojos me recorrían de la cabeza a los pies y los míos se llenaron de lágrimas.

-No puedo más con ésto- logré musitar antes de romper en llanto, sus brazos me aprisionaron con fuerza y entonces, me sentí como una niña que se acaba de caer y su padre corrió a consolarle, me sentí protegida al sentir su calor.

-Tranquila, aquí estoy contigo ¿Sí?- asentí con dificultad -Ven aquí- me tomó de la mano, cerró la puerta y me guió hasta el salón.

-¿Te sientes mejor?-

-Un poco...-

-¿Me puedes explicar qué te pasó?-

-Las pastillas... me están volviendo loca- lo miré angustiada.

-A ver, espera, ¿las pastillas que te recomendó el terapeuta te están afectando? Es muy normal, son medicamentos muy fuertes, por eso debes tomar la dosis adecuada ¿No te habrás pasado de la dosis?-

-No César, no me pasé de la dosis, o tal vez sí, no lo sé, no creo-

-Está bien, está bien, tranquila, quiero que dejes de tomar esas jodidas pastillas, que te vayas a dar un baño y te arregles un poquito, ¿Harías eso por mí?-

-Sí-

-Entonces, andando...-

Hice lo que César me aconsejó, me di un baño y al salir, me sentí como nueva, me mire en el espejo, me veía horrible, con más ojeras que nunca y más pálida de lo normal, desenredé mi cabello y volví con César.

-¿Te sientes mejor?-

-Ahora que estás aquí, sí-

-¿Porqué has estado faltando a clases?-

-Porque la eh estado pasando muy mal-

-Entiendo- guardé silencio -Si no quieres hablar de ésto no te preocupes, Collette me contó la situación-

-¿Por eso viniste?-

-Por supuesto, me preocupé mucho y algo dentro de mí, me decía que debía venir-

-Gracias...-

-Sé que tu en mi lugar hubieras hecho lo mismo-

-La verdad es que sí- sonreí.

-¿Ángel no ha venido a verte?-

-No...-

-Pero qué hijo de puta ¿Porqué no ha venido?-

-Tranquilo, no es porque no haya querido, Briana me dijo que mejor lo mantuviera alejado de mí, mientras pasaba ésta crisis y habló con él para inventarle algo-

-Bueno, al menos ¿te habla al móvil?-

-Sí, todos los días- sonreí.

-Menos mal, Sam, creo que necesitas descansar, veo claramente que no has dormido nada bien-

-Pero es que no puedo dormir, escucho ruidos extraños toda la noche y no puedo conciliar el sueño- dije desesperada.

-Pues escuches, lo que escuches, hazte la sorda, que yo me quedaré aquí hasta que te duermas-

-¿De verdad?-

-Claro que sí tonta-

El alma me volvió al cuerpo, al escuchar esas palabras.

+++

Capítulo editado.

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Amor Perturbador. [Dross]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora