Capítulo 7°

947 68 12
                                    

Identidad.

«Dross, hace tiempo que no escuchamos un "coño" tuyo a como se debe»

—Uy es verdad, ya hace bastante rato que no les grito como se debe —hablé hacia la cámara con un tono jocoso.

«En el último directo abriste la ventana de tu casa y lo gritaste a todo pulmón, fue épico»

—Cierto, cierto, pero eso fue en mi antigua casa, creo que en esta mis vecinos todavía creen que soy una persona normal y decente... A excepción por los niños que desaparecen cuando llaman a mi puerta creo que tengo una buena reputación —emplee un tono sarcástico. Mis suscriptores y yo tenemos un humor ácido que pocas personas comprenden.

«Ojalá fuera uno de esos niños *guiño, guiño*»

Aquel último comentario me arrancó una carcajada.

—"Titideus.machine" créeme, te iba a encantar —guiñé a la cámara de forma exagerada—. Bueno, vamos a ir cerrando el directo de manera monumental porque ha llegado el momento de arruinar mi reputación en el edificio. Son las siete de la tarde, no creo que vaya a despertar a nadie así que, vamos a hacer esto manera realmente épica. Salvajísima.

«Pero si lo vas a hacer, tienes que usar el sombrero y las gafas para que sea un 10/10»

—Ajáaa —alargué la "a"—, tienes toda la razón del mundo,  voy a conectarme en el teléfono y mientras busco las cosas.

Alisté mis cosas y conecté el directo hasta mi teléfono para finalizar a como había quedado con los chicos. Tengo entendido por Carlos que la mayoría de inquilinos se encuentran trabajando o estudiando a esa hora, probablemente no muchas personas me hayan escuchado. 

Cuando bajé escuché las puertas del elevador abrirse mientras caminaba a mi apartamento. No voltee y saqué las llaves para abrir. Esperaba salir invicto pero escuché cuando se aclaró la garganta y supe que el momento había llegado.

—¿Ahí vive? —preguntó con un tono incrédulo.

—Es así, vecina —me di la vuelta y le sonreí. 

Samantha llevaba un par de bolsas de compras entre sus manos y al intentar sacar las llaves de su casa, tiró el contenido de una. Me acerqué de inmediato para ayudarle.

—Ah, tuve un dejavu de esto —comentó entre risas—. Muchas gracias.

—Descuida. Pasa buenas noches, me retiro.

—Espere... Aún no descubro su blog en internet, no sé cómo buscarlo.

¿Blog de internet? Ya no estamos en el 2007 Samantha...

—¿Y de verdad quieres saber? —pregunté guardando mis manos en el bolsillo de la gabardina.

—¡Claro que sí!... —se reprimió un poco por haberse emocionado de más—. Me gustaría seguir escuchando sus historias —respondió con simpatía. 

Me pareció un gesto muy lindo. 

—Hagamos una cosa, ¿te parece si te invito a mi casa, tomamos un café y charlamos acerca de mi super blog en la red? —bromee respecto al "blog". 

Ella sonrió divertida.

—Eso me parece perfecto, ¿ahora mismo lo hacemos?

—¡Por supuesto! Deja las compras en casa, cierra bien y después te vienes.

Asintió haciéndome caso, yo la esperé un momento y cerré la puerta después que ella entró a mi departamento.

—Tiene una casa muy bonita, no lo imaginaba así —comentó observando los detalles disimuladamente.

Amor Perturbador. [Dross]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora