Capitulo 5.

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Después de unos días volví intentar hablar con Henry de nuevo, así que esta vez investigue bien donde estaba su casillero. Compre unos chocolates, sus favoritos, eso creo, son los que compra siempre en la tienda y le escribí una nota:

«¡Hola Henry!

Espero que tengas un dulce día y que te gusten los chocolates :)

Att:Anna»

-Vaya que original-susurré.

Pasaron los primeros periodos, me sentí nerviosa, al llegar la hora de recreo, me fui directo a mi casillero, vi hacia el casillero de Henry, noté que el chocolate ya no estaba, al menos si funcionó esta vez, abrí mi casillero y saque mi almuerzo.

-¡Oye!-grito una voz familiar.

-¿Por qué siguen gritando para llamar mi atención? Simplemente vengan toquen mi hombro y hablenme como una persona normal-susurré molesta.

Me di la vuelta, vi como corrían algunos chicos, era Diego ¿Acaso viene a matarme como para que el resto corra?

-¿Que sucede?

-¿Por qué pegaste este chocolate en mi casillero?-interrogó mostrándome el chocolate y la nota.

-¿¡Que!? Pero si yo estaba segura que lo pegue en el casillero correcto.

-Creo que necesitas unos lentes mi querido unicornio-dijo entre risas.

-¡Dame mi chocolate!

-No, estaba en mi casillero, ahora es mio.

-¿También la nota?

-Es algo cursi, pero si, también me la quedare, aunque recortare el nombre del idiota-respondió sonriendo.

-¡Él no es un idiota!

-Lamento haber dicho esa grosería, no lo vuelvo hacer defensora de los animales.

-¡Tampoco es un animal!

-¡Como digas!-dijo burlón.

Él se fue hacia el patio, yo me quede molesta y a la vez confundida, estaba segura de que la había pegado en el casillero correcto.

-¡Hola Anna!-saludo alguien atrás de mi.

¿Cómo hago que me notes? [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora