Capitulo 13.

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Terminaron las clases, al fin era recreo, saqué mi almuerzo de mi mochila y salí corriendo hasta la cafetería, tome dos manzanas, luego me forme en la fila, estaba desesperada, ya quería salir de ahí, voltee a ver a todas partes, en eso vi a Henry, estaba buscando a alguien, creo que me busca a mi. Llego mi turno, le di mi dinero a la cocinera y luego empecé a correr, en eso Henry se puso frente a mi y tuve que detenerme.

—Hola–dijo nervioso.

—¿Que quieres?–pregunte confundida.

—Quiero que hablemos.

—¡Yo no quiero hablar contigo!–explique molesta.

Estaba nerviosa, no quería hablar con Henry, se que Diego tiene razón y voy a cumplirlo,  aunque me duela, yo se que es lo mejor, lo empuje y seguí mi camino.

—Por favor hablemos–dijo mientras me seguía.

Me tomo de la mano, yo solo lo vi molesta, él me miro suplicante, suspire.

—¿Cuanto tiempo más piensas evitarme?–dijo desesperado.

—Yo...

—Hablemos, por favor.

—Esta bien, pero no ahora, probablemente cuando pueda volver a confiar en ti, yo te buscaré.

—Gracias Anna–dijo triste.

Henry dejo de seguirme, me fui al jardín, de camino allá me comí mi manzana y la otra se la regalaría a Diego, llegue y vi que mi amigo el dragón estaba ahí, se hallaba arrecostado en un árbol, corrí emocionada hacia donde él estaba.

—¡Hola!–salude con una sonrisa.

Diego giro su cabeza y me miro molesto, él opto por ignorarme.

—Toma te compre una manzana–le dije mientras estiraba mi brazo para que la tomara.

Él solo dirigió su mirada hacia otra parte, solo lo mire confundida, luego empecé a comerme la manzana ya que el no la quería.

–¡Hey! ¿Que sucede?–pregunté confundida.

–¿Realmente no lo sabes?–exclamó enojado.

–¿Que?¿De que me estas hablando?

–Tú deberías saberlo, tú fuiste quien lo hizo.

–¡Oh claro! Lo siento, se me olvida que soy adivina, dejame ir por mis cartas y mi bola de cristal para que pueda averiguarlo ¡Imbécil!–grite molesta.

–Podré ser un imbécil pero al menos no rompo mis promesas.

–Y yo podre ser...a...¡El punto es que yo no he roto mi promesa!–grite enojada–¿Dime que fue lo que según tú, yo hice?

–No vale la pena seguir con esta conversación, ya me voy.

Él se dio la vuelta y empezó a caminar, entre en pánico, el pensar que no volvería hablarme me aterraba inexplicablemente.

–¡Diego! Por favor vuelve,hay que resolver esto juntos–le grite.

Él se regreso hacia donde yo estaba, tomó mi manzana y la tiro muy lejos.

–¡Oye! ¿¡Eso por que fue!?–grite molesta.

–Tú me ibas a dar esa manzana,era como que me la ibas a obsequiar, así que la manzana era mía, pero tú empezaste a comertela cuando yo no te la obsequie, así que como estamos peleando yo no quiero que te quedes con mi manzana.

–Eres un idiota–le conteste.

–¡Y tú una...tonta!

–¡Bien! No me hables, no te necesito y no quiero que me devuelvas mi suéter, quemalo, ya no quiero esa porquería–dije a punto de llorar.

Ambos nos quedamos viéndo, yo quería llorar del enojo y agarrar a golpes a Diego, él solo se me acerco un poco, luego se alejo, suspiro.

–Ya me voy.

Se dio la vuelta y se fue rápidamente de ahí, se miraba que estaba enojado.

–¡Oye! ¡Me debes una explicación!–le grite–¡Y una manzana!

Me quede confundida ¿Que le sucede? ¿Que tal si me vio con Henry y piensa que rompí mi promesa? Todo es culpa de Henry, aunque me duela decirlo, desearía no haberlo visto a la hora de recreo.

¿Cómo hago que me notes? [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora