Capitulo 25.

24.5K 2.3K 1.5K
                                    

-Sábado 17:30 p.m.-

Estaba viendo mi vestido, no sabia si ir al baile, era probable que Diego no estuviera ahí esperándome ya que esta enojado conmigo, no se sí quiera verme, mi teléfono sonó, era Jane, conteste.

—¿¡Anna donde estas!?

—En mi casa.

—¡El baile ya empezó! ¡Apresurate!

—No pienso ir Jane.

—¿¡Que!? ¿¡Por que no!?

—No me siento con ánimos de ir.

—¡Ven por favor! No sera lo mismo sin ti.

—No, lo siento.

—¡¡Por favor!!

—No, perdón.

—¡Anna! ¡Por favor!

—¡Ya te dije que no y cuando digo que no, significa que no!

—Le diré a tu hermana.

—Ella no me asusta.

—Pero ella le dirá a tu madre y ambas te traerán a rastras, ya que tu madre no aceptara que no uses el vestido que te hizo.

—Te odio ¿Lo sabias?–murmuré–¡Bien! Iré pero solo un rato.

—¡Genial! Te veré aquí.

Colgué, me arreglé rápidamente,  le pedí a mi hermana que me llevará, cuando llegue Jane me estaba esperando en la entrada, parecía algo molesta.

—Te ves linda,aunque tardaste mucho.

—Lo siento, también te ves linda.

—Lo sé–río–entremos ya.

Entramos y estaba lleno, la decoración había quedado preciosa, me fui a sentar a una mesa mientras que Jane iba a bailar con Scott un rato, estaba aburrida, en eso alguien sentó a mi lado, no le tome importancia.

—Linda noche ¿verdad?

Volteé a ver a esa persona,;era Diego, yo me sorprendí, solo le sonreí.

—¿Que haces aquí?

—Pues le prometí a una hermosa chica que la acompañaría al baile.

—¡Aww que lindo eres!

—Si pero como no vino creo que puedo estar un rato contigo.

—¡Tonto!

—Solo bromeo–río.

—¡Eres un tonto!

—¿Quieres bailar?

—¡Si quiero!-conteste emocionada.

—Pues lastimosamente yo no bailo así que te tendrás que quedarte con las ganas.

—¿¡Y por que me preguntas entonces!?–le grite molesta.

—¡Yo sólo quería saber!

—¡Ash!

—Aunque puedo hacer una excepción por ti.

—¿En serio?

—Por ti lo que sea.

Estábamos bailando una canción lenta, Diego solo hacia muecas de desagrado y yo reía por ello, en serio no le gusta bailar.

—Si no quieres no debemos hacerlo.

—No, dejare que me sigas presumiendo.

—¡Tonto!

¿Cómo hago que me notes? [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora