¿Cómo hago que me notes? [Editando]

Capitulo 9.

Llegue a la escuela temprano, para poder dejarle una nota a Henry, al entrar noté como algunas chicas me miraban molestas, en eso alguien me abrazo por detrás, vi como unas chicas se iban furiosas a sus clases, me solté y vi que era Diego, estaba sonriendo.

—Hola unicornio–saludo alegre.

—¿Por que todas intentan matarme con la mirada?

—Porque ayer una chica nos vio en el parque juntos, nos tomó una foto, la publico en el grupo de mi clase, se las pasaron a otros compañeros y ahora piensan que somos novios–explicó con una sonrisa.

—¡Eso es horrible!

—¿Por que? Tienes un guapo novio falso.

—¿Y por que estas tan feliz?

—Porque...es por....¿¡Que acaso tengo prohibido estar feliz!?–pregunto molesto.

—S-solo tenia curiosidad...

—¿Te molesta? Si es así, yo les puedo decir que dejen de inventar cosas.

—¿Lo harías?

—Todo sea por la felicidad de mi unicornio favorito.

—Solo dile a esas chicas que no me maten, si lo haces, te ganaste todo mi amor–dije mientras reía.

Él solo sonrió, se despidió y se retiró, me di la vuelta para ir a clase cuando me percate que Henry estaba cerca de mi casillero ¿Esta esperándome a mi? No, eso es imposible. La chica nueva lo tomo del brazo para luego entrar a clase, Jane se paro a un lado mio, solo sonreía, ella me observó, luego se puso seria.

—¿Ella es su novia?–pregunté decepcionada.

—No lo creo, quizá sólo son amigos–supuso tratando de calmarme.

Puso su brazo sobre mis hombros, me dio una sonrisa, suspiré algo triste, no me creía que fueran amigos, entramos a clases.

Llegó la hora de de recreo, casi no preste mucha atención en clase por pensar en ellos, fui a la cafetería, me senté 5 mesas lejos de la de Henry, estaba vigilando a esa chica y a Henry, en eso llego Diego, se sentó frente a mi.

—¿A quien tratas de matar con la mirada?–me interrogó.

—A...nadie–mentí.

—Eres mala mintiendo.

—¿Puedes guardar un secreto?

—No, pero por ti tal vez haga una excepción.

—Okay...bueno pues...veras a mi me gusta Henry ¡Pero esa chica no me deja hablar con él! Siempre está con él, seria muy incómodo ir a hablarle con ella ahí.

—¡Genial! Odiamos a la misma chica, ahora hay que planear como matarla–dijo sonriendo.

—¡Diego!–reí.

—Si te ríes no cuenta como regaño.

—¿Por que la odias?

—Odio a todas las personas.

—¿Incluso a mi?

—Dije personas, no unicornios.

Le sonreí, vi hacia donde estaba la chica, ella no paraba de reír, Henry la veía de una forma especial, regrese mi mirada hacia Diego.

—¿Sabes algo de ella?–dije curiosa.