-Desde cuando llevas aquí?- musité a Ash.
-Lo suficiente para verte dormir como un ángel. Cinco minutos- dijo divertido.
<Como un ángel>
Froté mi rostro con la mano y contemple al profesor explicando.
No estaba atenta a nada, pero podía ver como sus labios se movían aunque yo no escuchaba nada, lo único en lo que podía pensar era en la visión que acabo de tener y estoy segura que no era un sueño porque era bastante real. Pero lo que más rondaba en mi cabeza era que esa escena me era familiar, demasiado. Era el día en el que Duncan me había contado su historia, que yo era su hermana, que me llevo a una bruja poderosa, que dio su sangre para salvarme, que cuando volvió la bruja no estaba ni yo tampoco. Lo que había visto era, cuando yo estaba sola con la bruja, Sara Hellen, mientras ella me curaba y descubrió lo que era. Por eso Jaxon mostraba tanto interés en mi, tal vez para unirme a su bando y destruir a Duncan por abandonarle o curarle de esa enfermedad de vampiro, él sabia lo que me ocurría porque estuvo ahí, con la bruja apunto de llevarme con él. Y seguro que fue por eso que me protegía pero aún tengo la posibilidad de que lo hacía porque me quería, porque soy de su sangre.
Sonó el timbre y sacudí mi cuerpo saliendome del trance. Recogí mis cosas y encaminé a la puerta. Unos brazos me agarraron bruscamente y volteé asustada.
La cara de Ash no tenía ninguna expresión.
Este chico tiene algún defecto porque tan atractivo no puede ser.
-Te hecho algo?- pregunto haciéndome alzar las cejas.
-Que? No, por qué piensas eso?- intente sonar amable.
Todas aquellas visiones me ponían de mal humor.
No había notado la presencia de Aaron hasta ahora pasando delante de mi, empujándome del brazo con brutalidad. Me acorde de que teníamos algo que acabar.
-Parece que no quieres hablarme- metió las manos en el bolsillo y podía notar que estaba nervioso.
-No es eso. Es que últimamente me encuentro mal por eso no estoy bien con nadie- estaba intentando acabar la conversación para perseguir al maldito Aaron.
-Una cena arreglara tu estado de animo?- esbozo una corta sonrisa.
Todos los alumnos habían salido incluso la pareja feliz.
-Si, eso sería estupendo. Luego nos vemos- contesté distraída.
Me alejé rápidamente antes de que me detuviera mientras él me veía confuso.
Salí corriendo al pasillo y busqué a Aaron con la mirada e lo encontré. Estaba al final del pasillo con una... chica? rubia, alta que no hacia más que tocarse el pelo nerviosa. Encaminé hacia ellos hasta quedarme delante de los dos. Aaron me miraba con indiferencia como si no estuviera delante de él y ella con el ceño fruncido. Le había interrumpido su intente de ligar con Aaron y seguramente que ahora me detesta, lo veo en su mirada.
-Tengo que hablar contigo- dije con voz seria.
Él estaba apoyado en las taquillas con los brazos sueltos mirando cualquier cosa que no fuera yo.
-No tengo nada de que hablar contigo- dijo con toda la tranquilidad del mundo.
-Fíjate que yo si- cruce de brazos desafiante.
-No entiendes que no quiere hablar contigo?- dijo la rubia al otro lado provocando que toda mi rabia se acumulara en mi rostro.
-Y tu no entiendes que das pena intentando ligarte a un estúpido como este?- señale a Aaron con el dedo- que con esa mini falda enseñando las piernas pareces una puta desesperada llamando a gritos que la follaran- so rostro lentamente se ponía roja y apretaba su nudillos.
Aaron observaba la situación divertido.
-Lárgate si no quieres que te meta un escorpión entre las piernas- alce la voz y algunos adolescentes nos contemplaban confusos mientras yo la miraba con las cejas juntas.
Giró sobre sus talones y se alejó rápidamente de nuestras vistas. Volví a mirar a Aaron que estaba con los brazos cruzados aparentando ser un chico malo tal como es. Sus labios estaban formados por una fina delgada linea.
-Ahora si me vas a escuchar, señorito- mi tono era exigente.
-Preferiría que me llamaras bollito, eso suena más rico- su rostro no cambio de expresión.
En ese instante extrañe al Aaron divertido que siempre solía tener respuestas ingenieras o de su sarcasmo que me hacia doblar de risa. Extrañe todo su ser junto a mi.
-No estoy para tus estupideces- dije arrogante.
-Ni yo para escuchar bobadas tuyas- su frente se arrugo.
No sabia si sentirme dolida por su manera de tratarme como una más o fingir que no me afecta nada sus palabras sobre mi cuando, yo sé que no es verdad.
Solté una bocanada de aire ignorando su comentario.
-Crees que escondiéndote de mi vas a ignorarme?- solté las primeras palabras que me vinieron a la mente.
Tanto tiempo formulando un discurso para cuando le volviera a ver y suelto esto?
Me siento un poco estúpida.
-No tengo porque esconderme de ti simplemente no existes, no te conozco- escupió esas palabras sin importancia dada, sin pensar en lo que pronunciaba, sin saber que cada una de esas palabras me destrozaba el corazón como la última vez o probablemente lo sabía y las decía para herirme.
Sentía escalofríos recorrer en todo mi cuerpo y el dolor de mi estómago haciéndose cada vez más fuerte mientras percibía los oscuros ojos de Aaron sobre mi, sabía que tenía que huir, sabía que tenía que escaparme de su lado para que no me siguiera haciendo daño con sus palabras pero sentía mis piernas rígidas en el suelo como dos anclas que no querían hacerme caso. Sentí la necesidad de hacerme una bolita para que mi estomago dejara de doler. Tenía inmensas ganas de escupirle en la cara y decirle lo arrepentida y decepcionada que me sentía de mi misma por salir con alguien tan repugnante como él.
-Envidio tu forma de fingir los sentimientos hacia los demás- logré pronunciar- pero sabes algo? ya no me importa nada que venga de ti, ya no importa nada que tenga que ver contigo, tu nombre es veneno para mi boca que fácilmente no volveré a usar- sus ojos se abría sobre mi- y si vas a mirarme como miras a todas esas putas que te follas, no lo hagas porque seré yo misma la que cometeré el delito de arrancarte esos malditos ojos.- por fin había conseguido callar al maldito causante de mis desgracias y había librado el nudo de mi garganta en su cara.
Me contemplaba asombrado, estupefacto y con la boca medio abierto dejando paso a todo tipo de moscas para entrar pero si morirían de el olor a sangre que desprendía. Era fuerte y metálico, me dije a mi misma que antes de entrar a clase se tomó una buena bolsa de sangre.
Giré sobre mis talones y me alejé orgullosa de mi misma y de mis palabras.
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Aaron II (Cancelada)
Fanfiction-Me haces mejor persona.- sus palabras dulces como el otoño. Ángel contra vampiros. Hecha por nuestra querida Lucia que esperamos que vuelva. Ideada y escrita por mi. Os encantará. ***** Créditos: La portada es totalmente mía.