Capítulo 20.

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Para ser sábado me había despertado bastante temprano. Me duché y me maquillé concienzudamente. Pasé la plancha por mi pelo y fui hasta el armario con la intención de buscar algo que ponerme. Finalmente, me decidí por un mono de pantalón corto azul marino de manga baja, con escote pronunciado y que se adaptaba perfectamente a mi cuerpo. Me enfundé en unas botas altas negras de tacón grueso, me miré por última vez y salí.

Estaba bastante nerviosa, ni siquiera había podido desayunar, tenía el estómago revuelto. Respiré hondo antes de entrar en el edificio de la agencia. Dudé un segundo, pero finalmente me armé de valor. La decoración del interior era elegante, predominaban el blanco y el negro. Llegué a la recepción y me dispuse a preguntar por Paolo cuando oí mi nombre.

- ¡Carolina! Muchísimas gracias por venir, me alegra que cambiaras de opinión. - dijo Paolo cogiéndome del brazo. Me guió hasta una sala donde había muchísima ropa colgada por todas partes con etiquetas. - Necesito la sala para una prueba, no quiero interrupciones, ¿entendido? - Salieron todos de la sala y Paolo se colocó detrás de la cámara.

- Es mi primera sesión, así que no sé como actuar. - dije quitándome la chaqueta un poco incómoda.

- No te preocupes, será completamente guiada. Yo te indicaré qué debes hacer.

Comenzamos la sesión. Paolo me daba indicaciones todo el tiempo. Me toqué el pelo, sonreí, me coloqué de espaldas con los brazos en alto, un beso hacia la cámara... Incluso fotos totalmente improvisadas cuando me hacía reír.

- Creo que tengo material suficiente, espero que te haya gustado. Cumpliste con tu parte del trato, es mi turno. Como podrás comprobar - dijo cogiendo la cámara e invitándome a salir de la habitación. - todos están aquí bastante ocupados. Tu trabajo es el más sencillo, posar para las sesiones que te exijan, desfilar para algunos diseñadores y acudir a algunos eventos como azafata de imagen, incluso a algún programa de televisión. Además, dependiendo del coste del trabajo y de lo que hagas, te pagaremos. Sólo tienes que firmar un contrato mostrándote de acuerdo con las condiciones.

- La verdad es que me tienes bastante convencida. Déjame hacer unas llamadas, ya vengo.

- De acuerdo, yo iré sacando las fotos. Cuando termines, entra en la habitación del fondo y espérame.

Saqué el móvil y marqué rápidamente un número y luego otros dos. Era una llamada a tres bandas con mis padres, Daniel y Elisabeth. Les expliqué palabra por palabra lo que Paolo me había ofrecido. Eli me dijo que debería hacerlo, en cambio mis padres y Daniel me pidieron que tuviese cuidado. Estaba decidida. Les di las gracias, colgué y me dirigí hacia donde Paolo me había dicho. Entré en un despacho con unas vistas impresionantes de la ciudad y me senté en una de las butacas. Poco después, entró Paolo acompañado de una mujer que se sentó en frente de mi.

- Encantada de conocerte Carolina. Soy Brenda, la directora de la agencia. - dijo estrechándome la mano. - Paolo me ha enseñado la prueba y es increíble. Si estás dispuesta a formar parte de la agencia, me gustaría que empezaras la semana que viene. El contrato está aquí, ¿qué me dices?

- Acepto. - dije firmando el papel que tenía delante de mi. Ambos me miraron con aprobación.

- La secretaria tomará tus datos cuando salgas, comenzarás a trabajar la semana que viene. - les di las gracias y me dispuse a salir. - El próximo sábado también celebraremos una fiesta con la intención de darte a conocer ante los representantes de la agencia. Disfruta tu fin de semana.

Salí de aquel edificio llena de ilusión y con muchísimas ganas de empezar con mi nuevo trabajo. Me subí al coche y lo arranqué, dispuesta a salir y celebrarlo esa misma noche.

Que mis ojos no se olviden de los tuyos. #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora