Slaved by One Direction (Esclava de 1D)

Cap.10

Cap.10

Llegué a casa de Spencer una hora después. Me había entretenido por el camino. Caminé muy lentamente, con la música sonando a través de mis auriculares, dejándome llevar por mis pensamientos. Cuando llegué, Spencer me miró extrañada al ver la maleta. Le expliqué todo y no tubo problema en que me quedará un par de días. Hablamos un buen rato, comimos y seguimos hablando. Al final se hizo tarde y empezamos a preparar la cena.

.-Tía, tu vida es una mierda.

Soplé, estaba sentada en un taburete, en la barra de la cocina de Spencer, con la cabeza apoyada sobre mis dos manos.

.-No sé ni que pensar. Necesito estar lejos de ellos un tiempo.

.-Te entiendo. Bueno aquí te puedes quedar unos días.

.-Gracias Spen. Eres la mejor.

Sonreí a mi amiga que en aquel momento estaba preparando unas empanadas que tenían una pinta deliciosa. Me moría de hambre. La ayudé a terminar la cena. Nos sentamos a cenar en el sofá, viendo la televisión, y al cabo de un rato decidí irme a dormir.

.-Ha sido un día...una semana dura, creo que hoy será la primera noche que dormiré tranquila.

.-Descansa.

Spencer me despidió con un abrazo. Me levanté del sofá y me dirigí hacia la pequeña habitación de invitados, ahí se encontraba mi pequeña maleta, con las pocas cosas que había podido coger. La abrí para sacar el pijama, y cuando saqué la camiseta mi móvil cayó al suelo con un ruido seco. Lo había olvidado por completo. Me agaché y lo recogí, encendí la pequeña pantalla.

.-Madre de dios...¿Que narices es todo esto?

Tenía como unas once llamadas pérdidas y unos seis mensajes. Sacudí la cabeza y dejé el móvil encima de la mesita de noche, no estaba segura de querer mirarlos. Me puse el pijama, me aseé y me metí en la cama. Me coloqué de lado, abrazando el cojín. De repente la pantalla de mi móvil se volvió a iluminar, otro mensaje. Suspiré y estiré el brazo para coger mi móvil. Lo desbloqueé y revisé las llamadas. Muchas eran de Niall, otras cuantas de Zayn, Louis y Harry, pero la mayoría eran de Liam. Puse los ojos en blanco, entonces empecé a mirar los mensajes.

.-Niall: ¿Aria, dónde te has ido? Estamos preocupados, haz el favor de contestar y venir a hacer la cena... :(

.-Harry: Aria...siento si mi comportamiento te molesto. Ven y hablamos.

.-Zayn: ¿Qué ha pasado? ¿Dónde estas? Llámanos por favor.

.-Louis: Eh tu, no te puedes ir así como así, eres nuestra responsabilidad, así que vuelve, ¡¡¡Y deja de preocuparnos!!!

.-Harry: Enserio, me estoy preocupando ¿Dónde estas?

.-Liam: Aria, no pretendía, para nada, molestarte, o hacerte daño, o lo que sea que haya hecho mal. Lo siento mucho. No te mereces que te traten así. Vuelve a casa, hablemos, te prometo portarme mejor...pero vuelve.

.-Liam: Perdóname...

Ese era el último mensaje, suspire. Aquellos chicos me estaban volviendo loca, todo el día de arriba a abajo con sus extraños comportamientos, y esta repentina actitud bipolar. Me sentía mareada y sin ganas de responder a ninguno de ellos. Pero decidí dejar de preocuparlos y escribí un mensaje conjunto.

.-Aria: Chicos no os preocupéis, estoy bien.

No quise decir nada más. Cerré los ojos e intente dormir, intente no pensar en todo aquello, simplemente, no pensar.

A la mañana siguiente, Spencer me despertó con un rico desayuno, cosa que agradecí. Creo que era la primera vez en mi vida que yo no me hacía el desayuno, era una sensación extraña, pero agradable. Después de desayunar fuimos a clase. Llegamos y el resto del día fue bastante normal. Hasta que el timbre sonó informando de que las clases habían terminado. Entonces lo que me encontré a la salida, era lo que menos deseaba encontrarme en aquel momento. Bajé rápidamente e intente esquivar a los cinco chicos que me esperaban fuera. Pero Louis vino corriendo hacia mi, me agarro y me levanto en brazos, llevándome hacia los demás. Spencer empezó a gritarle e intentar ayudarme.

.-¡Dejadla en paz, no entendéis que solo necesita tiempo para ella!

Los cinco chicos la miraron sorprendidos.

.-¿Y tú quién eres?

Preguntaron al unísono con una ceja levantada. Eso pareció intimidar un poco a mi amiga.

.-Es Spencer, mi mejor amiga.

Murmuré, Louis me dejo bajar de entre sus brazos, después de que le propinara un buen codazo en la barriga. Caminé a ponerme al lado de Spencer.

.-Y tiene razón, necesito tiempo para mi, así que iros.

Todos me miraban con cara de cachorros abandonados, menos Louis que se retorcía sobre si mismo. Puse los ojos en blanco y fui a darme la vuelta para irme de allí, pero la gran mano de Zayn agarro mi hombro.

.-Aria, por favor, deja que arreglemos esto.

Su mirada de verdad que expresaba arrepentimiento y tristeza. Pero yo no sabía que hacer, tenía muchos sentimientos contradictorios jugando en mi cabeza.

.-Lo siento, no puedo.

Me solté y empezamos a caminar deprisa hacia el parking. Cuando oímos un grito detrás de nosotras.

.-¡ARIA ESPERA!

Liam y Harry corrían hacia nosotras.

.-¿Esos dos son los del beso?

Preguntó Spen, paralizada. Yo asentí sin apartar la mirada. Aquellos dos corrían hacia nosotras con un...¿Oso gigante de peluche? Tenía que ser una broma. Llegaron hacia nosotras y me ofrecieron el obsequio.

.-Toma, es para ti, para pedirte perdón por ser tan bastos contigo.

Dijo Harry con una pequeña sonrisa. Obviamente preocupado por mi reacción. Les miré y levanté una ceja. Cogí el enorme oso. Y los volví a mirar.

.-Esto no arregla nada, con regalos no se arreglan las cosas, ¿De acuerdo?

.-Pero Aria, de verdad que lo sentimos.

Dijo Liam poniendo pucheros. Puse los ojos en blanco.

.-La próxima vez pensad antes de actuar.

Entonces si que sí, nos fuimos de allí. Cargando con un enorme oso de peluche. No sabía que iba a hacer con tal trasto. Subimos al coche y Spencer arrancó rápidamente. Aún parecía sorprendida por aquella escena.

.-De verdad, Aria. ¿Que ha sido eso?...A sido muy raro.

.-Me lo dices o me lo cuentas.

Entonces empezamos a reír. La verdad que había sido una escena peculiarmente graciosa. Entonces miré bien el oso. Tenía un bolsillo con forma de corazón en la barriga y dentro había un sobre, lo cogí y lo observe detenidamente. Era totalmente rojo, y no ponía de quién era, solo mi nombre. Aria.

.-¿Qué es eso?

Preguntó mi amiga. Me encogí de hombros.

.-Ni idea.

Lo guardé en mi bolso, decidiendo que lo abriría al llegar a casa.