Slaved by One Direction (Esclava de 1D)

Cap.11

Cap. 11

Spencer se puso a preparar la comida mientras yo me daba una ducha. Aún tenía en la cabeza todo lo que había pasado, dando vueltas y vueltas. ¿Qué debía de haber pasado para que los chicos cambiaran así su actitud? Acabé de ducharme y me dirigí a vestirme. Cuando ya estaba vestida me fije en el sobre rojo que había dejado encima de mi mesita de noche. Me senté en el borde de la cama. No sabía bien si leerlo o no. Seguramente sería de los chicos. Sacudí la cabeza y lo cogí entre mis manos. Cuidadosamente fui abriendo el sobre. Saqué la carta y empecé a leer.

“Hola Aria, se que estarás pensando por que estamos tan raros, tan diferentes. Bueno, primero de todo, quiero que nos disculpes a todos, sobretodo a Harry y Liam por ser tan desconsiderados. Estos días hemos estado reflexionando sobre cómo te tratábamos, y no estaba nada bien. Hay algo que nos lo hizo ver...Pero si quieres saberlo, tendrás que volver a casa. Por favor. Sin ti, esto no es lo mismo.

Al fin y al cabo, somos como una familia. Te echamos de menos.

Besos.

Zayn.”

De acuerdo...Así que Zayn había colado la carta en el osito de peluche. Cada día me sorprendían más. Sacudí la cabeza y guardé la carta, ¿que debió ser lo que les hizo ver su comportamiento hacía mi de otra manera? La verdad, quería saberlo. Me levanté y empecé a hacer la maleta. No quería esperar ni un minuto más para saber que narices estaba pasando con todo aquello. Salí por el pasillo hacia la puerta.

.-¡Ey Aria, ¿A dónde vas?!

Gritó Spencer des de el comedor. Mierda, se me había olvidado. Fui hacia ella.

.-He leído la carta, si vuelvo me explicarán que ha pasado para que de repente me traten bien. Y quiero saberlo. Así que vuelvo a casa. Te llamaré.

Dije saliendo por la puerta y dejando a Spencer con cara de no entender nada.

.-Vale...ya me llamarás...

Murmuró Spencer confundida.

Llegue a la casa de los chicos, parecía no haber nadie, no se oían ruidos. Abrí sigilosamente la puerta y caminé hacia el salón, nada, vacío. En la cocina tampoco había nadie, arriba tampoco.

.-¿Chicos?

Pregunté, pero no recibí ninguna respuesta.

Fui hacia mi cuarto, afuera. Tampoco estaban allí, que raro. Cuando llegue a la puerta de mi habitación, vi una nota pegada en ella.

“Hola Aria, si vuelves, que esperemos que algún día lo hagas. Bueno, queríamos que supieras que estamos en Londres, hemos tenido que ir a hacer una conferencia de prensa y unos shows. Estaremos en casa en una semana y media, más o menos. Espéranos con los brazos abiertos, te echaremos de menos.

Muchos besos, ¡TUS CHICOS!”

Puse los ojos en blanco, se ve que últimamente se habían aficionado a las notitas, novedad número no se cuantos de los chicos durante estos días. Así que una semana y media, no entendía nada, ahora que me iban a decir que pasa y justo se tienen que ir. ¿Coincidencia? Yo creo que no. Quite la nota abrí la puerta, hice una bola con el papel y lo tiré a la papelera. Mi habitación seguía exactamente como la había dejado, la verdad es que ese lugar me gustaba. Y bueno, una semana de paz, sin los chicos, me vendría bien. Deshice la maleta y me puse cómoda, y con cómoda me refiero a braguitas y una camiseta ancha que me llegaba hasta las rodillas. Entonces me dirigí a la casa de los chicos y fui a la cocina, tenía algo de hambre, ya que me había ido de casa de Spencer sin comer, y mira que ella estaba preparando la comida, luego tendría que llamarla y disculparme por irme de esa manera. Saqué unas pechugas de la nevera y la plancha y me puse a cocinar. Cuando acabé, empecé a preparar una ensalada y justo cuando estaba cortando un tomate, alguien llamó a la puerta.