III

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POV Baekhyun

Una vez mi difunta madre me dijo ''El infierno está dentro de ti, así como el paraíso.'' Pero cada vez dudaba de que existiera un paraíso en este mundo, el infierno se veía cada vez más cercano y lo palpe de cerca cuando mi mirada se junto con la de aquel joven de pelo plateado. Este lucía alto, con ojos afilados y pequeños labios que se tornaban en una sonrisa maliciosa. No podía percibir bien del todo su rostro, ya que este lo tenía parcialmente oculto tras una máscara como el resto de personas ahí presentes.

—Un millón de dólares, ¿he escuchado bien?—preguntó uno de los hombres mientras transportaba mi jaula, el segundo bajo la mirada y me observó, yo fruncí el ceño y aparte la cara.

—Es un perfecto objeto sexual si no fuera porque está contaminado. Que desperdicio.

—Gilipollas. —murmuré, creí que lo había dicho lo suficientemente bajo para que no me escuchara pero al parecer el muy estúpido tenía oído de búho.

— ¡Qué has dicho maldito!—el segundo hombre dejó caer la jaula y sentí mi cuerpo caer dentro del duro material oxidado. Este abrió la puerta con una llave, me retorcí hasta el final de la jaula viendo como el gran hombre introducía su mano e intentaba jalar mi pierna.

— ¡Déjame! ¡No me toques!—balbuceé entre chillos.

—Putos contaminados, luego esperan que les tratemos como personas. ¡Sólo eres mierda! Probablemente aquel tío que te ha comprado solo te utilizara como la mierda que eres, ¡me has oído!—apreté mis labios con fuerza, aguante mis ganas de llorar porque, ¡joder! Seguramente tenía razón, Soo me había dicho que los amos solían ser unos cabrones con esclavos y ya si sumamos la palabra contaminados junto a ese término seguro que la discriminación aumentaría.

—M-me da igual. V-vete. —gemí, mire de reojo al otro hombre que miraba la escena divertido. Maldito. El segundo hombre introduciendo más su cuerpo bajo la jaula consiguió amarrarme por uno de mis pies y tirar de mi cuerpo hacía fuera de la jaula. Era irónico, antes deseaba salir de esa jaula y huir bien lejos pero ahora quería estar encerrado en ella. Todo muy irónico.

— ¡Ah! ¡Maldito perro!—gruñó llevándose la mano a la nariz —. Me ha dado una jodida patada en la nariz el muy-

— ¡No! ¡No, por favor sue-suéltame!—lloriquee, el hombre elevo mi cuerpo fuera de la jaula y mis piernas empezaron a temblar cuando este ya empezaba a abrir y a cerrar la mano en señal de pelea. Yo jamás me había metido en una pelea, maldigo mi pacifismo.

— ¿A quién crees que estás a punto de golpear?—abrí los ojos aterrorizado y pude ver un muro frente a mi cara, eleve el rostro y vi el pelo plateado de la nuca del chico. ¿E-ese es mi amo?

—Ese maldito hijo de pu- —el hombre ni pudo acabar la frase cuando a través de un puño certero en la nariz el hombre cayó al suelo salpicando sangre por su nariz como si fuera un grifo.

—El único que puede insultarle soy yo. Tú te callas escoria, ahora piérdete de mi vista si no quieres que te destroce frente a todas estas bestias de ahí fuera. —añadió señalando con el dedo hacía el escenario. El hombre de la nariz rota a regañadientes se irguió, no sin antes dirigir una mortífera mirada hacia mi persona mientras me escondía detrás de aquel misterioso chico de pelo plateado.

—Lo siento. Debo llevarle en la jaula hasta la sala de vendidos. —dijo el primer hombre quien se había mantenido al margen de la pelea. El alto chico miró al hombre con desdén y después bajó su mirada hacía la mía mientras se retiraba la máscara. Por un momento perdí la noción de respirar, sus facetas eran demasiado atractivas, jamás llegué a pensar que alguien tan joven y atractivo querría comprarme. Ya me había hecho a la idea de que alguien feo, gordo y desagradable me utilizaría como juguete de mamadas.

Apocalipsis ( Baekyeol & Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora