La sonrisa de la maldad iluminaba aquel escenario de títeres. Todos esos seres, me observaban con sus grandes ojos inhumanos, dientes afilados como bestias y prendas lujosas cubrían sus pieles podridas en la avaricia y desesperación.
Un hombre enma...
N/A: Recuerdo que sigo en hiatus pero como extrañaba vuestros comentarios me dio tiempo a escribir la primera parte del POV de Kai. Tengo mucho trabajo universitario y no tengo tiempo ni para escribir en condiciones T_T
POV KAI
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Recuerdo una vez cuando tenía familia y solo era un niño normal que caminaba por las calles cogido de la mano de mi madre que la ciudad de Arizona estaba pasando una mala racha de extraños sucesos y acontecimientos.
Yo obviamente como el niño que era no entendía qué estaba pasando, simplemente pensaba en que mamá me pudiera dar unas cuantas monedas para poder gastármelas en algún dulce o juguete. Sin embargo... eran años raros y difíciles para nuestra supervivencia, ahora que soy adulto me doy cuenta de ello.
—Jongin tu padre y yo hemos estado hablando...—recuerdo que dijo mi madre mientras caminábamos hacía la cola de los alimentos —, la situación en Arizona ahora es un poco peliaguda hijo y creemos que dentro de poco tampoco vamos a estar seguros viviendo aquí.
— ¿Por qué mami?—pregunte con un hilo inocente de voz.
—Jongin nosotros queremos protegerte de todas las personas que quieren hacerte daño —mi madre se agazapó arrastrando su larga falda por el suelo y mirándome fijamente a los ojos, yo estiré mis pequeñas manos y le acaricie la comisura de los labios. Siempre adoré los labios de mi madre porque las personas decían que yo los tenía idénticos y eso me hacía estar orgulloso porque mi madre era una persona muy bella —. Creímos que este continente sería más seguro para ti.. p-pero nos hemos equivocado el mal también acecha estas ciudades —habló con frialdad.
— ¿De quién tenéis tanto miedo mami? C-creí que esta sería nuestra nueva casa y por fin podríamos dormir seguros —mi voz tembló con miedo y eso mi madre lo notó porque enseguida con la yema de sus dedos me acarició el rostro y después me dio un beso en la frente con ternura.
—Arizona es nuestra casa cielo, pero ello no conlleva que sea segura— dijo de nuevo levantándose y cogiendo de mi mano para seguir caminando por las calles hacia la zona segura de la ciudad donde las personas caminaban con soltura, vistiendo caras prendas y con miradas orgullosas y prepotentes en sus ojos casi inhumanos —, el mundo ha dejado de ser nuestro hogar Jongin, nos quiere expulsar y solo unos pocos serán capaces de lograr ir al paraíso.
— ¿Por qué mami? Nosotros no hemos hecho nada malo...
—El virus no es más que la primera advertencia de que la humanidad está acabada Jongin, pero cuando seas mayor lo comprenderás.
Después llegamos a una gran plaza, una de las más transitadas y famosas de Arizona. Según descubrí años más tarde fue reconstruida después de que unos asaltantes quisieran la anarquía de la ciudad de Arizona queriendo así destruir al único gremio que lleva el registro de alimentos y la seguridad personal con las fronteras.
