POV Kyungsoo
Cuando el Cordero rompió el séptimo sello, todos en el cielo guardaron silencio durante media hora. Entonces vi que se le dio una trompeta a cada uno de los siete ángeles que estaban de pie delante de Dios
El primer ángel tocó su trompeta, y desde el cielo cayeron granizo y fuego mezclados con sangre. Se quemó la tercera parte de la tierra.
El segundo ángel tocó su trompeta, y fue lanzado al mar algo parecido a una gran montaña envuelta en llamas. Entonces, la tercera parte del mar se convirtió en sangre, y murió la tercera parte de todo lo que vivía en el mar.
Cuando el tercer ángel tocó su trompeta, una gran estrella cayó del cielo sobre la tercera parte de los ríos y de los manantiales. Esa estrella ardía como una antorcha, y se llamaba «Amargura». Entonces, la tercera parte de las aguas se volvió amarga, y mucha gente murió al beberla.
El cuarto ángel tocó su trompeta, y la tercera parte del sol, de la luna y de las estrellas se dañó y dejó de alumbrar. Por eso el sol no alumbraba durante la tercera parte del día, y la luna y las estrellas no brillaban durante la tercera parte de la noche.
Esa primera noche tuve un sueño, o más bien una especie de profecía. El mundo estaba en llamas, el sol ni la luna estaban dispuestos a alumbrar a un mundo de caos y desorden. La oscuridad había profanado el corazón de la humanidad y la guerra entre una misma especie anunciaba la llegada de Lucifer desde el mismísimo inframundo.
La angustia, la soledad y la inexistente empatía que vivíamos nos hicieron perder la cabeza y matarnos los unos a los otros. El fuego arrasaba la ciudad de Arizona, el río que atravesaba la ciudad se había vuelto del color rojizo de los caídos en combate, las praderas que rodeaban dicha corriente de agua se habían convertido en polvo y solo quedaba yo en pie.
Era un mundo idílico para alguien como yo. Alguien que despreciaba el contacto humano, aquellas sanguijuelas denominadas personas me habían demostrado desde joven que de nada sirve amar y apreciar a tus seres queridos. Nacemos solos en un mundo en el que no existe el amor sino hay un beneficio como recompensa, así que yo me había convertido en el Dios de este nuevo mundo, un mundo devastado, contaminado y aniquilado por sus propios habitantes. Era el Rey de un mundo sin pueblo, el Dios de un mundo sin culto, el déspota que no tenía súbditos... Yo era la única sanguijuela que había sobrevivido al mismo infierno.
Edificios vacíos, cuerpos convertidos en polvo, bosques quemados, aguas transformadas en sangre y silencio. Mucho silencio. Sentado en lo alto del tejado de un edificio el atardecer del cielo sobre la devastada ciudad de Arizona me hacía ver superior y poderoso. El cielo parecía arder y mi consumida solitaria alma por fin podría descansar al verse cumplido mi mayor sueño.
Estar solo. Sin nadie.
Pero, ¿por qué no dejaba de caminar? ¿Por qué mis pies se negaban a detener mi débil cuerpo? Era satírico como alguien como yo que amaba el aislamiento y el desamparo no dejaba de buscar entre los escombros, como si buscara vida aparte de la mía. Desgraciadamente ya no hay nadie, es demasiado tarde, soy el héroe de una tragedia D.o Kyungsoo, el héroe que consiguió su sueño, su ansiada libertad pero con un mayor coste.
Perder la capacidad de amar.
***
— ¿A qué viene esa cara?—pregunto Kai mientras conducía su descapotable, me crucé de piernas y estire del collar de mi cuello mientras fruncía el ceño.
— ¿Tu qué crees?—pregunté burlón, Kai estiró una mano y acaricio mi cuello, me giré veloz y le abofetee la mano lo más rápido que pude para a continuación proyectarle una mirada oscura.
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Apocalipsis ( Baekyeol & Kaisoo)
FanfictionLa sonrisa de la maldad iluminaba aquel escenario de títeres. Todos esos seres, me observaban con sus grandes ojos inhumanos, dientes afilados como bestias y prendas lujosas cubrían sus pieles podridas en la avaricia y desesperación. Un hombre enma...