La sonrisa de la maldad iluminaba aquel escenario de títeres. Todos esos seres, me observaban con sus grandes ojos inhumanos, dientes afilados como bestias y prendas lujosas cubrían sus pieles podridas en la avaricia y desesperación.
Un hombre enma...
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Una vez una bestia se enamoró de la más hermosa criatura pero ¿cómo alguien tan bello iba a amar a un monstruo? Alguien tan sucio, repudiado por la sociedad y cuyo rostro reflejaba tanta fealdad.
— Te amo. — Dijo la bestia mirando los ojos brillantes del humano, aún sabiendo el resultado de aquella afirmación... el dolor estaba asumido, pero le era imposible saber que moriría sin confesar esas palabras que tanto estaba atesorando.
— Eres diferente a mí, es imposible que pueda amarte. — La bestia cerró los ojos escuchando los pasos del humano alejarse, con cada pisada una lágrima atravesaba su feo rostro y por primera vez él se sintió humano y aquel ser que se alejaba parecía ser un verdadero monstruo.
''El hecho de que también los monstruos pudiesen sentir amor era algo muy desconcertante, porque si sabían lo que era el amor también tendrían que saber lo que era el sufrimiento. ''
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Sujetar el pequeño cuerpo de Baekhyun entre mis brazos me hacía sentir inseguro, verle como evitaba mirarme a los ojos, como apestaba a barro y sangre y cómo a pesar de todo eso me seguía pareciendo el ser más perfecto que jamás ha podido existir.
Estaba furioso con él, obviamente tenía que estarlo me había desobedecido y seguía sin comprender del todo como diantres había acabado en esa situación, pero todas aquellas personas acabarían muertas por atreverse a haber herido a algo de mi propiedad.
— Lo siento. —Susurro por vigésima cuarta vez, sus labios temblaban y vi de reojo su muñeca fracturada depositada sobre su vientre mientras le cargaba hacía mi habitación en la mansión de Suho. Se supone que yo debo estar enfadado.
—Deja de disculparte, ¿quieres? —Dije abriendo la puerta de una patada, Baekhyun se estremeció entre mis brazos y acurrucó su cabeza entre mi hombro con más cuidado.
—Pero estás enfadado y-y te desobedecí. — Sollozó, vi como su pecho subía y bajaba con cada palabra que pronunciara como si le costara hablar y le provocará sufrimiento. —Tenía hambre y todavía tengo mucha hambre, lo siento no pude resistirme y salí en busca de algo que llevar a la boca... pero mira que conseguí: que me insultaran y me maltrataran. — Añadió ocultando su rostro tras las palmas de sus manos, deje escapar un largo suspiro mientras apoyaba su cuerpo en la esquina de la cama con suma delicadeza.
— Ahora te voy a hacer algo de comida para que te alimentes no te preocupes. — Me agazape en el suelo y cogí entre mis manos sus pies descalzos repletos de heridas y suciedad; comencé primero a limpiar con algodón sus heridas y después arrancando un trozo de la sabana limpie su pie para a continuación vendarlo. Era la primera vez que hacía semejante acción, era algo humillante que un cazador se preocupara por otra persona y más si esta era un esclavo... pero todo cambiaba con Baekhyun.
