La estación de Hertown

3.3K 173 6
                                    


— Tengo que irme

— No — lloraba un pequeño niño de siete años —quédate...quédate conmigo

El castaño limpio sus lagrimas con el pulgar, beso su frente.

— También quisiera quedarme — miro con tristeza al pelinegro— créeme que quiero, pero no puedo— se puso de pie y alboroto el cabello del niño — por favor, no me sigas...adiós, Levi — se alejo del niño y se perdió entre los arboles del espeso bosque

— No te vayas, por favor — sollozaba— no me dejes solo

El silbato del tren lo saco de sus pensamientos.

— No te vayas, Erwin

El chico se acerco hasta el rubio y lo abrazo por la espalda.

El hombre alto lo miro, apretó las pequeñas manos de su amante entre las suyas.

—Tengo que ir, mi familia me necesita

—entonces, llévame contigo

—No puedo...los enemigos de mi familia podrían hacerte daño, y te amo demasiado para dejar que eso suceda. Debes quedarte aquí— se dio la vuelta y abrazo a su novio, se inclino para besar su frente— Debes continuar con tus estudios.

—tú también debes seguir estudiando

— Solo me falta un cuatrimestre para terminar la universidad...no hay problema

— ¡No! Quédate

— Volveré, lo prometo, cuando todo se haya solucionado, vendré por ti y entonces tal vez hayas cumplido dieciocho años y podamos casarnos

— ¡Tengo dieciséis...— miro aterrado a su novio— ¡no puedes tardar tanto!

— Te amo — beso una vez más su frente y lo soltó, tomo su maleta y subió al tren, dejando atrás a un inmóvil Levi.

El tren comenzó su marcha.

Erwin movía su mano despidiéndose de su novio a través de la ventana.

El pelinegro lo miro con dolor, jadeo tratando de no soltar ni una sola lagrima que llevaba rato acumulándose en sus ojos. Camino hacia la salida del tren.

Un tren llego en la primera plataforma. Un chico castaño bajo del tercer vagón.

Miro alrededor y suspiro estaba feliz de regresar a Karanese. De todo el mundo, esa era su ciudad favorita, incluso más que Turín. Miro a sus amigos y sonrió.

— De regreso

Tomo su maleta y sin esperar a sus amigos comenzó a caminar, arrastrando su maleta a la salida principal de la estación. Se detuvo. Olvidaba cual era la dirección de la casa en la que vivirían. Dio media vuelta y choco con un chico pelinegro de estatura baja.

Vio sus ojos llorosos.

— Idiota, fíjate — soltó el mas bajo con odio. Rodeo al castaño y siguió su camino

Eren lo miro molesto. Que pésimo carácter.

Miro a sus amigos y se acerco a ellos. No quería perderse en esa enorme ciudad.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Hola! se que este fic ya termino, pero estoy corrigiendo lo, he estado leyendo sobre vampiros y siento que algunos nuevos datos haran quedar mejor esta historia. 

GRacias por leer!

Nocturne :Los Hijos de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora