Doctora Corazón

Peleas de Chicas

Peleas de Chicas

En cuanto grité esto, Ángel y esa tipa me voltearon a ver con una cara que solo mostraba sorpresa. Apreté los dientes y mis manos se formaron en puños dispuestos a usarlos en cualquier momento. La tal Karoline seguía abrazando a mi novio como si fuera de su propiedad.

Me miró con esos hipócritas ojos amarillos y puso expresión inocente para apretarse más a Ángel, como si él pudiera defenderla de mí.

—Suéltalo, ahora mismo —mascullé con ira.

Sentía la sangre hervir en mi cuerpo, la cabeza a punto de explotar, mi respiración agitada y mis manos listas para cerrarlas alrededor de su garganta.

Karoline se ocultó detrás del cuerpo de Ángel y me miró con cierto temor, haciéndose la víctima.

—Perdón, ¿te conozco?—Su chillona voz me sacó un gran resoplido de incredulidad.

Esa maldita estaba fingiendo demencia o su pequeño cerebro no era capaz de poder reconocerme. Sabía que me había visto ese día, había entrado a la habitación de Dylan cuando los vi… y también sé que me vio.

—¡¿Qué si me conoces?! ¡Tú bien sabes quién soy! ¡Y yo sé muy bien quién eres! —alcé la voz apuntándola con un dedo.

Ella abrió los ojos y al parecer me recordó. Esbozó una sonrisa soberbia y alzó una ceja de modo pretencioso.

—¿Ah, sí? ¿Y quién soy? —Me retó dando un paso adelante pero sin soltar la camisa de Ángel metiendo un dedo por el espacio de los botones, acto que no paso desapercibido por mí.

Me envaré y alcé la barbilla, no iba a dejar que se creyera más que yo.

—¿En verdad quieres que lo diga? —hablé con el mismo tono hostil pero a la vez sospechoso.

Noté como Ángel nos miraba de forma confundida, ignorando completamente de lo que hablábamos.

—Sólo si quieres que yo también hable —sonrió maliciosamente y me miró de una forma muy extraña. Como si estuviera enterada de algo importante y estuviera chantajeándome con ello. Me tensé y mi rostro se contrajo en desconcierto. Entonces fue cuando aclaró todo —. He estado en contacto con nuestro "amigo", digamos que me cuenta muchas cosas… —miro sus uñas dándole un toque de insignificancia.

Sin embargo, la realidad me dio de golpe en la cara, ¿Acaso ella sabía lo que había pasado con Dylan? ¿Sabía que yo había ido a buscarlo? ¿Sería capaz de manipularme con ello?

Tragué en seco y por primera vez sentí miedo…El miedo cuando sabes que te tienen en sus manos. En un callejón sin salida. Como si yo solo fuera un títere sin oportunidad de moverme o hacer algo por mi cuenta y ella manipulaba los hilos de mi cuerpo, moviéndome a su antojo. Me sentía atrapada ¿Sería capaz de decirle a Ángel que estuve con Dylan? ¿Qué tantas mentiras le habría dicho él?

Aunque no me importara y me arriesgara a decir toda la verdad que sabía de ella, de todas formas salía perdiendo. Karoline ya era la ex de Ángel, pero yo era su novia. Lo que ella hubiera hecho en el pasado ya no importaba, sin embargo, yo… Me había acostado con Dylan después de haber besado a Ángel y donde se suponía que me había enterado que lo amaba.

"Perder" Esa palabra me dolió en lo más profundo de mi ego. En mi diccionario no existía esa palabra, no aceptaría ser manipulada por nadie y mucho menos de una maldita zorra que no me llegaba ni a los talones.

—¿Se conocen? —escuché vagamente la voz de Ángel pero ni se presté atención.

Perfecto. Aceptaba el acuerdo que discretamente había impuesto. Yo no hablaría de nada, si ella no lo hacía. Y ella no lo haría si yo no comenzaba antes. Estaba bien… sabía que no podía ganar por el lado psicológico, sin embargo, no se salvaría de un buen golpe, su atrevimiento sería castigado.