Con dificultad solté a Gastón, yo seguía con el estómago hecho nudos por las muestras de afecto entre ella y Julián y cuando pasé a su lado le corrí la mirada furiosa y él desvió la suya. Me excusé con Bruna diciéndole que estaba muy cansada y que mejor aprovecharía para subir a acomodar mis pertenencias. Cuando salí de la cocina Julián y Gastón miraban la televisión y sostenían una copa cada uno, sólo les dije buenas noches y subí corriendo las escaleras.
Abrí la puerta de la primera habitación y sólo había una maleta que supuse era la de Julián y Bruna, me dieron ganas de arrojarla por las escaleras, pero sabía que tenía que guardar la compostura, nos quedaban tres largos y tortuosos días que no sabía cómo iba a sobrellevar. En la habitación contigua estaba mi maleta y la de Gastón. Tomé la mía y empecé a desempacar, aún era temprano, pero me puse mi pijama y me metí a la cama, no estaba dispuesta a bajar y seguir presenciando las expresiones de cariño entre Bruna y Julián, no tenía idea si podría evitar hacer una escena de celos que no venía al caso porque también estaba mi novio.
No supe en qué momento me quedé dormida. De pronto, sentí el peso de alguien sentándose en la cama y una suave mano que empezó a acariciarme la espalda, abrí los ojos y giré mi cabeza, era Gaston que me miraba con deseo y aunque estaba que reventaba de los celos no iba a tener relaciones con él sólo por venganza.
- Gastón no estoy de humor ahora, me duele la cabeza, estoy cansada por el viaje.
- Está bien, como quieras, luego estás reclamando y ahora sales con que te sientes mal - dijo molesto levantándose de la cama.
- Claro, yo sí tengo que aguantarme que tú prefieras trabajar que hacerme el amor y con una vez que yo me niego me lo echas en cara.
- No quiero volver a discutir contigo Oriana, ya tuve suficiente por hoy de recriminaciones, ¿no que te duele la cabeza?
- Pues sí y mucho, buenas noches - dije molesta y me puse la almohada sobre la cabeza.
Minutos después él se acostó a mi lado, apagó la luz de la mesa de noche y me dio la espalda sin decir nada. Apreté la almohada de coraje, estaba por levantarme para ir a dormir al sofá cuando mi telefono sonó, lo tomé y era número oculto.
- Hola - contesté desconcertada.
- Tienes cinco minutos para bajar a la cocina o subo y le cuento todo a Gastón, recuerda que tengo una prenda que te pertenece - sentenció Julián y me colgó.
El enfado que yo sentía se transformó en pánico, por el tono de su voz, supe que su amenaza no era en vano y no podía permitir que eso sucediera, no tenía la menor idea de cuál sería la reacción de Gastón y francamente no quería averiguarlo y menos con la mini discusión que acabábamos de tener.
- ¿Quién era? - preguntó Gaston sin voltear a mirarme.
- Nadie, me colgaron, voy por un vaso de agua para tomarme una pastilla - respondí poniéndome las pantuflas y levantándome de la cama.
Gaston no me dijo nada más y salí de la habitación con el pulso hasta las nubes, ¿Quien se creía Julian para amenazarme de ese modo?, cuando él estaba de lo más contento con su noviecita, me iba a escuchar, si a esas íbamos yo también tenía varias cosas que contarle a Bruna, que seguramente no le agradarían para nada.
Desde la sala se distinguía la luz proveniente de la cocina, tomé un respiro y entré. Julian estaba parado, recargado en el mueble junto al lavabo, sosteniendo mi pañuelo entre sus manos. Mis ojos se abrieron de par en par al verlo, definitivamente no estaba jugando, estaba dispuesto a decirle todo a Gaston y entregarle pruebas contundentes.
- ¿Qué pretendes? - pregunté seria y molesta cruzándome de brazos.
- No quiero que él te toque - respondió usando el mismo tono de voz que yo.
ESTÁS LEYENDO
Grande Tentación - Orian
FanfictionTres simples reglas a seguir: #1 No nombres. #2 No preguntas personales. #3 No lazos afectivos. Son las indicaciones que el desconocido da a Oriana en su primer encuentro, pero... ¿Para ambos será igual de simple seguirlas al pie de la letra? 18.12...