»Maratón 2/4«
Había pasado una semana desde que le confese a Sky mi supuesta atracción hacia Christian. Una semana dónde había tenido que soportar a mi mejor amiga molestarme con él.
Hoy habíamos organizado una salida al cine, ¡iríamos a ver una película de terror!
Es mi género favorito, aunque tengo que admitir que aunque me gustan; me asusto con mucha facilidad.
Sky ya estaba en mi casa y me estaba arreglando con el fin de "verme guapa para Christian" aunque era una estupidez, no quería arruinar el momento. No soy de las que se interesan tan fácilmente en alguien y eso tal vez se debe a la emoción de mi amiga.
-Sky, ya basta. Tengo demasiado de esa cosa.
Puse mis manos sobre mi cara impidiendo que ella siguiera colocando ese tonto polvo sobre mi.
-Tienes que sorprenderlo hoy, ¿Quién sabe? Quizá después salgamos los cuatro como novios.
Iba a responderle pero su teléfono comenzó a sonar anunciando una llamada, con su típico ringtone de iphone. Tomé mi bolso y me miré en el espejo por última vez, dejando un recordatorio en mí mente; No dejar que Sky me vuelva a maquillar, jamás.
No le había quedado para nada mal, pero prefería salir un poco más natural.
-Están abajo.
Vi a mi amiga tomar su preciado bolso, que había recibido hace un año por su cumpleaños. No entendía de bolsos y esas cosas, pero al parecer era bastante costoso.
Vi a Sky bajar delante de mí y observé su atuendo, mientras ella lucía un vestido negro con encaje y unas botas altas, yo tenía unos jeans y una chaqueta que usaba casi siempre.
Definitivamente éramos muy distintas, pero eso hacía nuestra amistad especial, supongo.
Llegamos a la planta baja y mi amiga detuvo sus pasos, para devolverse mirándome con preocupación.
-No me veo mal, ¿verdad?
-Si ése no se enamora de ti es un enfermo, Sky.
Asintió hacia mi con una sonrisa, tomó una respiración profunda y salió de la casa antes que yo dando pasos seguros, la admiraba porque tenía zapatos más altos de los que yo usaría alguna vez en mí vida y caminaba como si nada.
Tomé las llaves que estaban colgadas en la puerta y me dispuse a salir.
¿Era normal que mis piernas estuvieran actuando como gelatinas?
Santo dios.
Vi a Justin cerrar la puerta de Sky, para después darse vuelta y sonreirme en forma de saludo.
Con su sonrisa perfecta, estaba luciendo como un maldito modelo.
Yo solo me limite a bajar la cabeza y casi correr al auto hasta los asientos traseros.
Me extrañé al notar que faltaba Chris y hablé.
-¿Y Chris?
-Nos encontraremos con él allá.
Sky habló con una sonrisa. Bajé la mirada hasta su mano que se encontraba sobre la pierna de Justin y sentí un escalofrío.
-¿Tanta es la desesperación por verlo?
Moví mi mirada ahora hasta Justin que no cambiaba su semblante frío, hasta que mi amiga comenzó a mover la mano por la pierna de él, haciéndolo reír. Algo que no me gustó para nada.
Me hundi en mí asiento sin contestarle, no quería hablar demasiado con Justin o mis nervios iban a volver.
