1

567 24 0
                                    

Tres años después. Buenos Aires, Argentina.

Tuvieron que pasar tres años para que nuestra protagonista, Valentina, pudiera reconstruir su vida en su país de origen. Paso de estar varios años en Italia, específicamente en Nápoles, y luego de eso volver se sentía genial. Creo que esa era la palabra que tanto interesa en esta primera parte, "volver".

Extrañaba a su querido Buenos Aires y a todo lo que le involucrara, especialmente si hablamos del glorioso estadio Monumental, lugar que alguna vez fue su segunda casa.

Su oficio era el periodismo deportivo y habia tenido tanto exito en la carrera que logro ser reconocida a nivel nacional e internacional.

Por supuesto que todo empezo en River Plate, ese es nuestro punto de inicio. Aquí nació la historia de Valentina Rojas, una simpática sureña por casualidad y bonaerense por elección. El sueño apareció en su cabeza a temprana edad, a eso de los quince años y decidió seguir sus ideas al terminar la secundaria. Estaba segura de que aquella carrera seria perfecta para ella y no se equivocó.

Actualmente, es de las más jóvenes y reconocidas por su labor como periodista deportiva. Su "debut" fue en River Plate, donde desde chica se imaginaba haciendo entrevistas, con el estadio lleno de hinchas y con la idea de que jugara su equipo. A lo largo del tiempo cuando conoció a Leonardo Ponzio en el club, de quien cayo perdidamente enamorada, recorrió Europa con el cuándo se fue a préstamo al Valencia (ya para ese entonces, tenían años de relación). Y consiguió trabajo en un club cercano, donde fue ascendida y llego a trabajar en clubes grandes como lo es el Atlético de Madrid.

Obviamente cuando ocurrió toda la crisis con Leonardo, ella decidió que necesitaba volver y empezar de nuevo su vida.

---------------------------------------------------------------

-Explota el Estadio Monumental! Ha sido una noche increíble e inolvidable, que a uno como hincha lo llena de emoción, alegría y euforia. Es una mezcla de sensaciones tan hermosas que simplemente no podría explicarlas con las palabras exactas -comentaba ella- estos chicos han hecho una hazaña fenomenal, se pusieron la banda roja en el pecho y la llevaron a lo más alto. Y no lo digo solo porque esta noche se consagraron campeones de la gloriosa Libertadores, sino por el trabajo y sacrificio que hicieron durante casi un año. Nos regalaron un torneo, una sudamericana, recopa... Lo que hicieron no tiene precio, muchachos. Y hoy tan solo me queda aplaudirlos desde acá, porque lo han dejado todo por estos colores que tanto a mí como a mucha gente, nos representan. ¡Gracias, chicos!

El estadio entero aplaudió. La entrega de medallas se estaba realizando y era un momento de emoción pura, de saber que faltaba poco para levantar aquella copa tan soñada, la tercera en la historia. Agregando que la lluvia coronaba la noche y la hacía aún más perfecta de lo que ya lo era. Parecía un sueño y obviamente, no querían abrir los ojos y despertar.

"Dale campeón, dale campeón" "El más grande sigue siendo RIVER PLATE, el campeón más poderoso de la historia, el más grande por las glorias que alumbraron el ayer y que brillan todavía en mi memoria"

Valentina se acercó al campo de juego, luego del momento tan esperado y su cintura fue rodeada por unos fuertes brazos. Ella se dio la vuelta y sonrió en grande al ver de quien se trataba. Un brillito se vio reflejado en sus ojos y en los de él.

Sin necesidad de hablar, ambos tomaron el impulso y se dieron un fuerte abrazo, uno de esos que te llenan el alma. Las lágrimas por parte de ella no tardaron en llegar y ahí fue cuando Matías la abrazo con firmeza y deposito un dulce beso en su frente.

-Te amo -Susurro Kranevitter, lo suficientemente fuerte para que ella lo oyera. Una dulce sonrisa se dibujó en su rostro y le dio una mínima razón para unir sus labios con los suyos, sellando una noche única.

"Y un día después de la tormenta, cuándo menos piensas sale el sol"

"Donde Hubo Fuego Aun Quedan Las Cenizas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora