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Buenos Aires, Argentina.

-Siento que algo le pasa y me preocupa

-De seguro no es nada, si no ella te hubiera dicho

-Valentina esta extraña...

-Y hablá con ella, entonces

Matias y Ramiro hablaban mientras estaban en los vestuarios.

Todo el entrenamiento había estado pensando en Valen y le costaba enfocarse en otra cosa. Sabía que algo le ocultaba y lo descubriría.

Valentina estaba fuera del monumental esperando a que su novio saliera. Estaba empezando a llover y al ver que él no salía, decidió entrar.

Y, por mala suerte Leonardo se acercaba.

-Hola Valen -Saludó y ella hizo lo mismo.

-Lo viste a Matias? -Le preguntó y Leonardo asintió.

-Estaba cambiándose todavía

-Bueno, nos vem...

-Para, ¡no te vayas! Tengo que preguntarte algo...

-¿Que cosa?

-El sábado, ¿Por qué dijiste que siempre te hice mal? ¿Nos conocemos de algún lado?

-E..em ¿Yo dije eso? -Se hizo la desentendida- seguro estaba ebria

-Pero, me lo dijiste antes de tomar... En serio, ¿Nos conocemos de algún lado? Yo siento que si

-NO -Gritó- ay perdón. Estem, no! Creo que recordaría de haber conocido a un tal Leonardo Ponzio, pero no es así... Lo siento.
-Yo solo se que te llamas Valentina pero ¿cual es tu apellido? -Los nervios la invadieron. "No le digas, no puede saber quien sos"

Iba a responder con una excusa pero justo llegó Matias para salvarla.

-Perdón por la tardanza, Valen. Me quedé hablando con Ramiro y colgué.

-No, esta bien! Vamos a casa -Dijo y lo tomó de la mano.

-Chau Leo, nos vemos el domingo! -Lo saludó Matias y él hizo lo mismo.

Valentina sólo estiró su mano y se fue con Matias. Suspiró aliviada. Se había salvado de esa pero no siempre estaría Matias para eso.

"Ya no se que hacer"

"Donde Hubo Fuego Aun Quedan Las Cenizas"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora