Sentí que me levantaban del sillón y me acostaban en la cama, como cuando era pequeña. Abrí los ojos para ver de quién se trataba, era Rubén. Él notó mis intenciones de hablar entonces lo hizo primero.
-Perdón, se que estuve mal-susurro mirándome con ternura-pero duerme que es temprano y habrá tiempo para hablar. Y como si de una orden se tratara mis ojos se volvieron pesados nuevamente y me dormí.
-¡Y LLORAR Y LLORAR! ¡NO SIRVE DE NADA AHORA QUE TE PERDÍ! ¡TE QUIERO RECUPERAR!. Cantaba la deprimida, Dios ya no la aguanto.
Me trate de relajarme de nuevo para dormir pero no se callaba asi que solo me levanté y cambié. Me coloqué una remera básica negra y arriba una remera más ancha y un poco larga de lana blanca ya que estaba un poco frío en Madrid. Un jean azul ajustado, mis reebok de siempre y el pelo atado. Recogí mi pequeña mochila para llevar cosas necesarias ya que saldría, aún seguía enojada con mi amigo.
-¿A donde se supone que vas sin avisadme?-Me preguntó al salir de la habitación con una sonrisa. Me quedé observándolo unos segundos, suspire y seguí caminando para la puerta de salida-¿sigues enojada cierto?. Dijo al agarrarme el brazo antes que pueda abrir para irme. Traté te soltarme de su agarre pero fue realmente imposible.
-Me trataste como si estuviera contigo por interés ¿crees que es poco?.
-Me confundí pequeña, perdóname. Estaba borracho y no sabía lo que decía, no pienso eso de ti.
-No se si creerte después de ayer.
Me solté de su agarre y salí bajando por las escaleras cuando escuché un portazo de arriba, seguro era él.
Saqué mi teléfono y marqué a Melo, necesitaba su ayuda.
-Melo soy Meri ¿Estás ocupada?.
-¡Meri! No pues no estoy haciendo nada ¿que necesitas?.
-Nos juntemos en algún lugar y te explico.
Ella aceptó y luego que me pase calle de donde nos podríamos ver tomé un taxi y me dirigí hacía allí. Al llegar entré al edificio y tomando el ascensor llegué a la puerta de su departamento.
-Pasa. Dijo después de saludarme.
-Pensé que vendrías con Rubiuh.
-Eso te tengo que explicar. Comencé a contarle lo sucedido y luego de sacarse sus dudas llegó a la conclusión.
-Joder que es un gilipollas-afirme con la cabeza-¿quieres quedarte aquí o volverás?.
-Voy a volver pero vine para acá por que necesito cambiar esto-le mostré las puntas de mi cabello- y porque me molestaría todo el día para que lo perdone o hable. Ella rió.
-¿Quieres que te lleve a la peluquería donde yo me tiño?-asentí- pues vamos. Buscó su teléfono y salimos.
Después de hablar todo el camino llegamos, ella habló con él señor que se encontraba atendiendo y luego de unos minutos hablando él me hizo señas para que me siente.
-¿Así que quieres volver a teñirte?.
-Si, lo necesito, en realidad no quiero que se note mucho la decoloración.
Comenzó lavándome el pelo y sacando lo poco de celeste que quedaba en las puntas, me decoloro nuevamente, tiñó mi cabello de rosa oscuro, casi fucsia y plancho el mismo.
-Me gusta muchísimo. Dije con una sonrisa al verlo en el espejo.
-Bueno, pues estoy muy contento si te gusta entonces. Comentó él.
Pagué y salí con Melo.
-Te a quedado muy chulo, me gusta mucho. Me dijo mi amiga grabando mi cabello con su cámara para el vlog.
-A mi también, quedó genial. Sonreí y tomamos un taxi hacia la casa de Rubius.
-Espero que nos veamos más seguido Argentina. Me dijo desde el taxi ya que ella tenía que irse a su casa.
-Nos veremos si, cuídate. Y se fue.
Suspire, me encontraba en frente del edificio de mi amigo aún enojada. Tomé aire y entré subiendo por las escaleras. Al llegar a la puerta vi a mi amigo sentado en frente de ella con su teléfono en mano, el cuál lo colocó en su oreja y el mío comenzó a sonar a lo que me miró.
-Pequeña, ¿a donde habías ido? Me tenías preocupado que no llegaras. Dijo abrazándome y lo aparte de mi.
-Vengo solo por unas cosas y ya me vuelvo a ir. Entré al departamento y él entró por atrás mio, cerrando la puerta.-¿Puedes ya dejar tu enojo que me haces sentir mal cada vez que no me hablas?. Dijo triste y por un instante la posibilidad de darme vuelta y abrazarlo pasaba repetidamente por mi cabeza, pero como diría mi gran amiga Sam "Primero mi dignidad".
-¿Crees que no me hiciste sentir mal cuando me dijiste interesada?. Dije al darme vuelta y mire al piso, NO puedo con su tristeza pegada en la cara.
-¡Ya joder que me arrepiento! ¡Me arrepiento de a verte dicho todas esas jodidas mierdas y desearía nunca a verlo dicho! Meri no sabes lo difícil que fue pasar este día solo después de solo sacarte sonrisas a cada minuto que podía, eres una de las personas mas importante en mi vida,-chicos por favor o lo sacan o perderé mi dignidad y mi amiga no estará feliz con eso-que no quiero que me faltes jamas, pequeña no lo aguante ni un día, no podre con meses o semanas o un poco mas de minutos de estos momentos-chicos, chicos la dignidad- por que tuve días malo y este en el que no me haz hablado y no quiero que siga así por semanas, ya lo dije, no lo aguantaría así que solo te pido perdón, se que tu amistad no es por interés, lo se, también se que me equivoque y lo lamento y que me merezco toda la jodida mierda del mundo pero que me dejes de hablas es demasiado-él revolvió su cabello, estaba nervioso-soy un imbécil por a verlo dicho pero este imbécil esta a punto de hacer locuras solo por ti, solo para que me vuelvas a dedicar una de tus hermosas sonrisas o para volver a escuchar tu característico alegre acento argentino nuevamente-sonrió, por favor como amo a este muchacho-y lo único que me haría feliz en estos momentos es que me mires a los ojos, me sonrías y me digas que soy un boludo mientras que me abrazas. Y tal como lo pensó sucedió.
-No vuelvas a comportarte como un estúpido ¿si?. Dije al verlo a los ojos mientra lo abrazaba.
-Te lo prometo pequeña, no volverá a pasar-le sonreí y me di vuelta para ir a dejar mi mochila, ahora me quedaría con él- joder que es una puta locura tu cabello. Dijo al revolverlo desde atrás, ya que este estaba suelto.
-¿Te gusta? Yo estoy enamoradisima. Dije al acomodarlo un poco y asi es como seguimos hablando hasta casi la noche.
-¿Te animas a encontrar a Emily?. Pregunto con una rara sonrisa.
-No voy a jugar nada de miedo, sabes que la ultima vez que jugué a Minecraft y era de noche gritaba por cualquier ruido y cosa que aparecía en la pantalla, y se que no tiene nada que ver pero desde mañana me tengo que levantar temprano ¿sabias?.
-Me reí mucho esa ultima vez. ¿Por el clásico?. Dijo haciendo algo raro con los brazos y colocándose en puntitas de pie, entrecerré los ojos al ver eso, en realidad no entendía que era lo que trataba de hacer.
-Si por clásico. Voy a tener una vida ocupada de ahora en mas ¿Me extrañaras cuando no este en casa?.
-Es muy probable que si pequeña. Pero eso si, yo te acompañare a la puerta de esa enorme escuela todos los días que vayas, y cuando salgas estaré también.
-¿Enserio harás eso?. Él afirmó con la cabeza.
-¿No me crees?-negué- ya veras, la prueba estará en todos los días que vayas.
-Como digas. Dije alzando los brazos.
Nos pasamos lo poco que quedaba de Domingo hablando, jugando y comiendo, había sido un buen día y ya casi siendo las doce de la noche nos acostamos a dormir, los dos dándonos la espalda.
OTRO BELLO CAPITULO PARA USTEDES BELLEZAS ! Espero que les guste ! Este fue más corto pero recuerden que todo es depende del día, Meri se merecía un día tranquilo.
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MUCHÍSIMAS GRACIAS y nos vemos en el próximo capítulo.