Reencuentros.

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Me desperté, dirigí mi mirada a mi teléfono viendo que ya eran las diez de la mañana y el fondo de bloqueo que tenia con mi amigo me recordó el deprimente día que tendría.

-Ya levantate. Me hablaba a mi misma, me dolían los ojos y el sueño aún estaba en mi pero el grito de la vecina de abajo me hizo alterar y levantarme automáticamente.

Si pudiera la haría un juicio.

Tomé una ducha rápida al levantarme, me cambié poniéndome una remera negra con finas rayas blancas, un pantalón celeste "roto", una camisa azul a cuadros alrededor de mi cadera, como siempre las Reebok y el pelo suelto. Al terminar de cambiarme me iría a desayunar un batido pero el teléfono interrumpió, antes de atender me fijé quién llamaba y sonreí.

-Rubius. Dije con una sonrisa.

-¡Pequeña!-gritó entusiasmado-tengo buenas noticias para ti. Habló con el mismo tono y reí.

-¿De que se trata?. Tomé las llaves de casa y salí cerrando la puerta.

-Te eh conseguido un vuelo.

-¿Para Argentina?. Volví a sonreir, el día comenzaba a mejorar.

-Algo asi, tienes que primero parar aqui en Chile y luego si, a Argentina. Ese sería hoy en dos horas o tienes uno para mañana a la noche que es directo hacia Argentina.

-Me gustaría tomar el de Argentina directo pero es muy tarde y quería estar allá ya y el de Chile es buena idea pero nisiquiera te podría ver, no podría salir del aeropuerto y sabes que no me gusta esperar.

-¿Que harás entonces?.

-Voy a ir al aeropuerto para ver si hay vuelo desde acá a Argentina o si no usaré el que me haz conseguido.

-¿El de Chile y luego Argentina?.

-Si. Dije entrando a una tienda donde vendian malteadas

-Está bien pero Meri avisame con tiempo y ahora dime donde estas que se escucha mucho ruido. Reí.
-Estoy comprando una malteada ¿por que?.

-Quiero asegurarme que estes bien-sonreí-ya voy-dijo de la nada-pequeña tengo que ir a ver lo del show y eso, luego te hablo ¿si?. Suspire.

-Bueno mandale saludos a todos allí.

-Lo haré, cuídate. Fue lo último que dijo y cortó.

-De vainilla por favor. Pedí al llegar mi turno y guardé el teléfono en mi bolsillo trasero.

Luego de pagar la mateada salí de allí tomando un taxi y dirigiéndome hacia el aeropuerto.

-¿Para Argentina?. Me dijo la chica que se encontraba atras del mostrador.

-Si.

-Pues hay uno que sale en media hora.

Y me arrepentí de sacarlo, luego de correr por todo el aeropuerto para conseguir un taxi, llegar a casa sacar las maletas rápido y volver apurandolo al taxista por que perdería mi vuelo, había llegado justo a tiempo.

Deje mi maleta y antes de subir al avión llamé a mi amigo unas tres veces, al ver que no contestaba solo le deje un mensaje.

Pequeña
Ya estoy viajando a Argentina, cuando esté allá te llamo.

Guardé el teléfono, ya acomodada me dormí y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba en mi tierra, Argentina.

Bajé, esperé hasta ver mis valijas y tomando un taxi llegué a mi casa. Se notaba la tierra que había en el lugar, no había estado nadie allí por meses. Dejando mi equipaje en la habitación, tomé el teléfono ya que me habia llegado un mensaje.

Siempre 2#SA...PADonde viven las historias. Descúbrelo ahora