Regalos.

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El despertador sonó indicándome que se trataba de un Lunes a las seis de la mañana, hora de levantarme. Apague aquella ruidoso alarma dándome lugar para escuchar ahora la ruidosa alarma de mi amigo, la cual aun no se apagaba lo que significa que tarda en levantarse.

-¡Rubius levantate y apaga esa puta alarma!. Le grité al ver después de unos minutos que mi amigo seguía en coma.

-Ya joder espera. Dijo tratando de abrir los ojos.

Aproveche que aun no despertaba y me levante hacia el baño tomando primero la toalla y ropa que me pondría ya que hay mas posibilidades que termine de bañarme y cambiarme a que Rubén despierte. Después de tomar una fresca ducha comencé a cambiarme sin salir del baño. Me coloqué una remera negra con mangas, un short azul "roto" con una campera bordo atada a la cintura por mi corto pantalón. Salí de el baño dejando el pijama adentro de la valija y peinando mi pelo así atarlo fácilmente, al sentarme en la cama me lo coloqué mis Reebok  de siempre y terminé de atar mi cabello rosado.

-Rubén ¿Irás si o no?. Dije moviendolo, si aún no despertaba.

-Ya. Dijo parándose de repente, miró al piso unos segundos y comenzó a sacarse la remera del pijama ¿se estaba por cambiar? y antes de que dijera algo salí de la habitación cerrando la puerta por atrás mío y dirigiéndome hacia la cocina para preparar dos tazas de chocolate bien frío, hoy hará un día pesado en España, Madrid.

Después de que saliera mi amigo de la habitación, con las tazas en mano se la entregue y le di un sorbo a la mía antes de empezar a meter cosas básicas para clásico. Luego de tomar el móvil y asegurarme de tener todo salimos bajando las escaleras mientras que Rubius me contaba cuanto sueño tenia.

-¿Llegaras y te acostaras a dormir?. Pregunté cuando subimos al taxi ya que fue en el momento en el que se quedó callo.

-Es muy probable, muero de tanto sueño coño.

-Te hubieras quedado a dormir, no se para que te levantaste si puedo ir sola.

-Te acompañaré ya te lo dije pequeña y no importa cuanto me digas que me quede, yo estaré siempre cuando llegues y salgas estés o no estés conmigo-le sonreí-¿Tienes descanso como tenias en Argentina?.

-Si, estoy en el periodo casi largo básicamente, desde las seis de la mañana hasta las tres de la tarde, mi descanso debe ser a las once casi doce ¿porque?.

-Tal vez nos juntemos para que celebremos que ya haz empezado a bailar aquí en España o tal vez no. Dijo con una sonrisa moviendo su cabeza raramente.

-Ya esta confirmado ¿o no?-él me miró por unos segundos con la misma sonrisa de antes, esta confirmado- sabias que me tengo que levantar mañana de nuevo y así todos los días de la semana. Dije casi como una pregunta.

-Cheeto cocinara, estaremos en su casa, solo algo tranquilo. Dijo mientras yo pagaba el taxi.

-Esta bien, confío en tu palabra. Salimos de el auto ya que nos encontrábamos en frente de esta enorme escuela de baile, mas específicamente de clásico.

-Suerte en tu primer día pequeña, espero que lo disfrutes mucho. Dijo con una sonrisa algo dormida, aunque me dio ternura el simple echo que aunque este muerto de sueño lo mismo se levantó, solo por mi.

¿Estas son las locura que haría por mí?.

-Gracias por venir hasta acá solo para acompañarme. Dije abrazándolo.

-Y aquí estaré cuando salgas.

-No hace falta en...

-Que si joder, vendré con más energía y de aquí nos iremos a lo de Cheeto no lo olvides. 

Siempre 2#SA...PADonde viven las historias. Descúbrelo ahora