Holy Knight: Episodio 1 - "Un Collar, Un Destino" (TERMINADA y RE-EDITANDO)

Prólogo

Hace muchas eras atrás, en las eras primigenias, eras en donde los demonios que hoy son leyenda... Existía un nexo el cual conectaba el mundo humano y el mundo demoníaco. Este nexo se creía que fue puesto por los dioses ancestrales pero poco se sabe, y tan poco se sabe sobre estos dioses que los humanos dejaron de creer en ellos. Los demonios, criaturas frías y sin corazón cruzaron el portal con un ejército entero para colonizar nuestro mundo. Los humanos, por su parte, estaban entrando a una era de paz y armonía. Hombres, mujeres... niños fueron víctimas de tal catástrofe... Sin embargo algunos humanos escaparon a las vastas montañas, asustados, con esperanza y sin ningún medio para combatir semejante amenaza... Un día un hombre de tercera edad llamado Kheler, explorando la gran cueva en donde estaba la "Resistencia Humana", encontró una piedra enorme en forma de rueda con unos sellos grabados que parecían ser un antiguo idioma, más allá de la memoria humana, una letra... antigua al cataclismo.

El hombre tocó la piedra con su mano temblorosa y sintió como su mente recibía una descarga, la piedra le otorgó sabiduría, inteligencia y le mostró un poder nuevo para sus ojos el cual denominó "Magia!". Luego de recobrar la conciencia, llamó a los demás humanos para que vieran el descubrimiento y también la tocaran... Ellos se sintieron con confianza y pensaban que gracias a este poder podrían desterrar a los demonios y recuperar lo que perdieron.Cinco fueron los humanos los cuales la piedra les dio más poder que a los demás, parecía increíble pero solo ellos tuvieron poderes para dominar la magia a su máximo esplendor. Ellos fueron:

Kheler El Primer Humano, un hombre el cual rondaba los 80 años de edad, esbelto, de tez blanca, pelo blanco como la luna llena y una larga barba. Recibió el poder de lanzar rayos como los de las tormentas y luchaba junto con su espada de acero la cual brillaba como ninguna otra.

Eris La Gran Hechicera, una joven de un cabello escarlata como la mera sangre, baja a comparación de sus compañeros, usaba una armadura negra la cual era bastante pesada, luchaba con una Espada Bastarda de Hierro Thundyl. A ella se le concedió un poder incomprendido...

Arston El Caballero Del Hielo, un hombre serio, alto, con fuerte carácter, se le reconocía en el campo de batalla por su gran Mandoble De Hierro pero luego de recibir el poder del hielo su espada se volvió de Cristal.

Angelica. La madre de las piromancias, Hermosa y bondadosa mujer capaz de crear tormentas de fuego sobre el campo de batalla, batallaba con una Lanza de Hierro Augenio blanca como la nieve de invierno.

El Caballero Sin Nombre, ágil, veloz y silencioso junto a su capa violeta inundaba el campo de batalla con sus sombras, utilizaba dos Dagas De Hierro Thundyl rápidas y eficaces como ninguna otra arma.

Cuando los humanos se dieron cuenta del poder que los dioses le habían otorgado empezaron a armar un ejército en contra de los demonios. Kheler lideró la batalla con su arriesgado plan el cual consistía llevar la piedra hacia el portal y sellar con ella de una vez por todas. Fue entonces que la batalla comenzó, por cada demonio que caía 10 de los nuestros morían, era una batalla de proporciones bíblicas... Ante los nuevos poderes de la raza natal, los demonios decidieron rendirse y volver a su catastrófico mundo... no sin antes jurar regresar. Los Caballeros Legendarios sellaron el inmenso portal con la piedra, parecía creada para ese propósito... Sin embargo, el portal seguía funcionando... pero al Rey le llegó una visión divina la cual decía que necesitaba un último sacrificio antes de otorgar la paz en el mundo...

-Yo lo haré mi rey- Dijo el caballero sin nombre

-¡No puedes hacerlo! No quiero que mueras!- Grito Eris

-Es muy valiente de tu parte... ¿Pero por qué?- Preguntó Arston

-Es que... Si muero... Les haría un favor- Contestó El caballero

-¿¡Que estupideces dices!?- Le reprochó Angélica

-Adiós amigos y larga vida a... Priskam!- El caballero clavó fuertemente sus dagas en el pecho, tocó la piedra hasta deshacerse en arena y quedar unido a la piedra por la eternidad... como un pacto de sangre. Gracias a su sacrificio todo lo que conocemos es como es y es como debe seguir siendo, la identidad de ese valiente caballero encapuchado será un misterio para la eternidad... Años después... En su lecho de muerte, el Rey Kheler dictó como últimas palabras una gran profecía que hasta hoy sigue vigente...

"-Este es mi último momento... Hemos servido a nuestro pueblo, a vuestros compatriotas... a vuestro reino... pero nuestra misión no termina aquí compañeros... Ellos volverán cueste lo que les cueste y ¿Quién estará para impedirlo? -El viejo rey alargó su mano hasta Angélica y le entregó un objeto muy valioso..."

-¿Qué es esto mi rey?- Preguntó muy confusa

-Eso es nuestro legado... "Lo que hoy es un enigma... mañana serán respuestas..."-"