Holy Knight: Episodio 1 - "Un Collar, Un Destino" (TERMINADA y RE-EDITANDO)

Capítulo 2: Los Nuevos Reclutas

Una vez concluida la batalla de Elen, el rey la invitó al castillo en donde juraría lealtad hacia la piedra y el reino de Priskam. Rápidamente, cinco guardias con armadura reluciente la escoltaron a paso lento hacia el castillo...

Al entrar, ella se asombró de las decoraciones que contenía el pasillo principal de la realeza. Para empezar, una gran alfombra roja que brillaba como ninguna otra, estatuas de piedra talladas a mano, cuadros de proporciones inimaginables pero con una absoluta belleza y como olvidar los hermosos vestidos de las princesas que miraban la ceremonia.

La chica del pelo dorado estaba con una sonrisa de oreja a oreja mientras recorría la amplia pasarela en donde al final se encontraría con el rey, al recorrerla toda la gente se callo y Elen se arrodillo hacia la realeza. Venhard se levantó de su gran silla roja con finos bordes dorados desenfundando una réplica exacta de la espada sagrada de aquellas leyendas que tanto había marcado a la chica... La "Crygane", era el arma del primer rey y mago del trueno, Kheler.

-Señoras y señores... ya pueden sentarse- Ordenó de una manera amable el soberano apoyando la punta de la espada contra el suelo.

-Prosigamos... Elen Black! tú que has desafiado a Zallen y has salido victoriosa... gran guerrera prodigiosa... ¿Juras lealtad hacia la piedra y el reino?- Preguntó con la voz alzada

-¡Sí!- Dijo Elen, la cual todo le parecía un sueño en el que en cualquier momento fuera a despertar

-¿Y también juras proteger el nexo con tu vida así como los cuatro legendarios caballeros Eris, Angelica, Arston y el Caballero Sin Nombre?- Pregunto nuevamente Venhard

-¡Claro que sí!- Contestó la guerrera

-Bueno querida Elen... Yo Venhard, quinto rey de Priskam y sucesor directo de la familia de Kheler te nombro... Defensora de la piedra!- Todos aplaudieron y gritaron de felicidad, su sueño se hecho realidad, pudo cumplir lo que su madre nunca pudo hacer, ser miembro del ejército real de Priskam

-Elen! Elen! Elen!- Vitoreaba el público los cuales recordaría el nombre de la muchacha con especial cariño al ser la primera.

-Puedes dirigirte a tu cuarto yendo por el camino de la derecha, el primero es el tuyo joven guerrera, que la magia guíe tus pasos- Le dijo la reina indicando con su dedo índice.

Elen hizo una reverencia bastante formal y se retiró hacia sus nuevos aposentos. Cuando nadie podía verla comenzó a reír de felicidad de igual manera que reiría un niño que le entregan un nuevo dulce. Subió por unas cortas escaleras de mármol hasta encontrarse con un pasillo largo con paredes de madera en donde cada cinco pasos había una puerta. Fue hacia el primer cuarto como le había indicado Anastacia.

Abrió la puerta bien despacito como si intentara no despertar a alguien, al entrar vio que su habitación nueva no se podía comparar a la de la cabaña de su abuela, cortinas rosas con un aroma exquisito, piso de madera de pino blanco, floreros con diferentes especies de plantas decorados con dibujos de dragones hechos a mano por algún gran artista.

Sin pensarlo dos veces se tiró de espaldas a la cama con los brazos en forma de cruz y suspiro

-¡Qué día!- Se dijo así misma ahora un poco más calmada

Se tomó su tiempo para descansar los pies y bajar los nervios. No podía creer como el entrenamiento autodidacta de todos estos años, al fin, rendía sus frutos venciendo a ni más ni menos que al General De La Guardia Real, Zallen.

Al sentir un poco de sudor en su frente decidió tomar un baño rápido para luego acostarse a dormir. El baño tenía un sistema para ducharse bastante novedoso que ella jamás había visto, girando una canilla el agua comenzaba a caerle en la cabeza constantemente, era algo completamente diferente a bañarse en el río. Luego se percató de que había dos canillas, una para el agua fría y otra para el agua caliente. Abrió la del agua caliente quemándose en el acto y sintiéndose estúpida, pero luego con la ayuda de la otra regulo el agua para que estuviera en la temperatura ideal... ni muy fría ni muy caliente.