Londres

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(Narras tu)
El qcamino hasta el hotel fue hermoso, pasamos frente el palacio real, vi varios de esos autobuses característicos de este hermoso lugar y  observé que el invierno estaba haciendo de las suyas, "y yo en shorts" pensé. Damon parecía tranquilo, era más que claro que esta ciudad le era familiar, estaba atento al teléfono o mirándome de vez en cuando.
-Ahí te compraré tus regalos- dijo señalando un precioso y gigante centro comercial
Le dediqué una sonrisa y entrelace nuestros dedos, me devolvió la sonrisa y se acercó a mi oído.
-Estoy ansioso por ver que me regalas- me susurró con una mueca pícara
-Ni te lo imaginas cariño..- le contesté intentando sonar sexy. Pareció tener éxito por que Damon se encendió; con su mano recorrió mi pantorrilla hasta llegar cerca de mi entrepierna, apretó ligeramente esa zona haciéndome suspirar entrecortadamente. Le di un leve manotazo y reí. Me dedico una mirada de confusión y sonrió.
Llegamos al hotel y era hermoso por fuera
-Llegamos - dijo el chofer- el Corintia, el mejor que hay señor- dijo con ese acento típico de este país, lo cual me recordó a Klaus. Los bellos de mi nuca se erizaron y no pude evitar alertarme.
-¿Estas bien?- me dijo el dueño de nas manos en mis hombros, visiblemente preocupado
-Si.. Es solo que me maree- dije mintiendo
-¿Ya estas mejor?- pregunto arrugando el entrecejo
Asenti y le sonreí, convenciendome de que cierto híbrido milenario y poderoso estaría muy lejos. El chofer me abrió la puerta y salí, dedicándole una media sonrisa, Damon me tomó de la mano y entramos, el botones nos dio la bienvenida y tomó nuestras maletas.
Nos acercamos al mostrador y una pelirroja pecosa nos saludó con una gran y blanca sonrisa.
-Bienvenidos al Corinthia Hotel, ¿tiene reservación?
-Si- contestó Damon
-¿Apellido?- preguntó la chica, Jeane, se leía en su gafete.
-Salvatore- respondió mi novio
La muchacha buscó en el computador - penthouse, pagado -dijo sonriendo con suficiencia -un momento por favor
Buscó en un cajón y nos entregó ¿que creen? Si, una llave tarjeta, no se como llamarla.
-Esperamos su estadía sea placentera y gracias por hospedarse en nuestro hotel. Tengan un excelente día- dijo sonriendo de nuevo. Le devolví la sonrisa; caminamos hasta el elevador. Presionó el botón de Penthouse 3 y esperamos hasta subir. En el trayecto el elevador paró en el quinto piso: una mujer con dos niños pequeños se subió, el mas pequeño y más pecoso me sonrió y me mostró su muñeco de Batman, le sonreí y le toqué la cabeza, acariciando sus rizos negros, era muy simpático. Su madre me miró sonriendo y le devolví el gesto. Cuando la puerta se abrió en un piso antes del de nosotros, su madre lo llamó desde la puerta.
-Dylan, dile adiós a la muchacha.
El niño me sonrió y se despidió con la mano.
-Adiós lindo- le dije acariciándole la cabeza. Mire a su madre y le dediqué una sonrisa. Las puertas se cerraron y solo quedábamos Damon y yo de nuevo.
Me miro con una expresión que solo podría describir como de felicidad y amor y me dijo.
-Eres bastante buena con los niños
-Crecí con demasiados primos pequeños, seria raro que no lo fuera- le confese sonriendo
-Serías una madre maravillosa- dijo caminando hasta la puerta cuando esta sonó. No supe como responder. Había una reja que Damon abrió con la tarjeta y me hizo una señal de que pasará antes que el. Pase y todo era hermoso, había un ventanal que daba vista hacia una terraza con sillas y una mesa y una especie de mesedora doble. Mas allá se alcanzaba a ver una rueda de la fortuna, el Sol indicábamos que era el mediodía quizá. La cama era gigante y con el edredón turquesa. Había mas pero no me dio tiempo de hechar un vistazo ya que; Damon me tomó de la cintura y me lanzó a la cama. Me apoyé en mis codos y lo miré contemplarme con una mirada traviesa que denotaba ¿amor? ¿lujuria? Tal vez ambas. Decidí seguirle el juego, solo unos besos, no quería arruinar lo de esta noche. Se reclinó hacia mi y me besó el cuello, deslizando su mano por mi pierna, yo le tomé una lado de la cara y le acaricié el cuello con la otra mano. Nos separé y me miró
-Tranquilo, acabamos de llegar.. además, tenemos una misión ¿recuerdas?, iremos por mis regalos- dije
-Eso puede esperar- dijo atrayéndome hacia el, pegando mis caderas a su estómago. La temperatura comenzó a descender. Pero un balde de agua fría a tiempo lo calmó. Su teléfono sonó y maldijo en voz baja. Se paró recto y contestó.
-¿Que?- contestó de mala gana, me miro y me mostró los cinco dedos de la mano, asenti y entró al baño. Prendí. La tv y miré friends
-Cariño -dijo Damon desde el baño- alistate para salir
-Okey- dije sonriendo
Abrí mi maleta y saqué unos leggins negros, una blusa roja de manga larga que completé con una collar dorado y una gabardina gris. Todo esto con unas botas altas negras. Me vestí y cepille mi cabello, lo até en una coleta alta y decidí maquillarme lo mas naturalmente posible, no soy muy buena en estas cosas. Cuando estuve lista tuve que esperar a Damon. Salimos al estacionamiento y un Mercedes Benz plateado nos dio la bienvenida. No pude evitarlo; saqué mi teléfono de mi bolsa y le dije que me tomara una foto, posé junto al carro y después me tomé una con el, y el carro. La subí a instagram mientras recorríamos las calles de Londres. Sinceramente, esto se sentía como felicidad pura. Damon y yo, en Londres, en un Mercedes, en navidad. Era como un sueño, o ese vídeo de Taylor Swift, el de Blank Space, ese. Miré a Damon, y lo sorprendí mirándome, le bese el hombro y apoyé mi cabeza en su hombro. Miré Londres una vez mas y paramos para tomarnos fotos en el Big Ben y en la rueda de la fortuna de nombre desconocido para mi. Llegamos al centro comercial cerca de las cinco y había demasiada gente. Nos escurrimos entre la multitud para entrar en Forever 21, después H&M y más. Nunca en mi vida había comprado tanto. Solo iba a tiendas baratas y compraba una o dos cosas, ahora solo lo veo y lo compro, obvio Damon decide que se queda y que se va. Íbamos cerca de Victoria's Secret y Damon recibió una llamada. Miró la pantalla de su celular y sacó su tarjeta, me la entregó y me dio un beso en la mejilla. Entre en VS y miré los estantes, me decidí por dos conjuntos de ropa deportiva, una cosmetiquera, tres juegos de cremas y lociones, pensé que era suficiente. Pero entonces vi el 30% de descuento y fui por más. Una mochila, panties, brassieres y lo más importante, el conjunto de esta noche. Estaba en la fila para pagar mirando en VS fashion show de este año, Candice y Behati son diosas, cuando sentí dos manos posicionarse en mis caderas, me volteé y vi a Damon comiéndome con la mirada
-No sabes que bien te quedan esos leggins- dijo en mi oído- ya quiero ver qué te compraste de aquí
-Ni lo sueñes, espera y verás cariño. Oye, ¿puedes quedarte aquí y pagar? Tengo que ir al baño- mentí, iba por su regalo
- De acuerdo- dijo con una mueca tomando mis compras, pobre, con las otras bolsas no le cabía casi nada, así que tomé dos. Le di un beso en la mejilla y fui directo a John Varvatos y busqué algo para el, me decidí por dos camisas casuales una negra y la otra de mezclilla, tuve que pedirle a Stefan que me dijera por mensaje que talla era su hermano. Una vez que lo supe, las pagué con la tarjeta y salí metí la bolsa en la que traía de Pull&Bear. Cuando iba en camino, me topé con Damon y fuimos juntos a los comedores. Nos decidimos por comida mexicana, me recordó a mi madre, ella hacía todo riquisimo. Ordenamos y nos sentamos en una mesa
-Espero que no hayas revisado lo que compré, ¿o me equivoco?- dije
-Claro que no, aunque tengo derecho ya que yo lo pago, no lo hice- contestó
-¿Que hiciste?
-Tardaste media hora, recibí un mensaje de Stefan preguntándome que talla era, y eso me recordó que debía comprar ropa interior, así que fui a Calvin Klein- me contestó sonriendo con picardía
Terminamos de comer cerca de las ocho y fuimos al auto. Mensajee a Caroline, Stefan y Bonnie para desearles feliz navidad y llamé a Kriss y a Isabelle, quien me regañó por haber faltado los últimos dos días antes de salir de vacaciones. Me planteé llamar a Andrea, pero solo le mandé un mensaje.
"Feliz navidad"
Presione enviar y guardé el teléfono. Subimos a la habitación y dejamos las cosas en la mesa de centro y los muebles. Miré a Damon y supe que era hora. Me metí en el baño y tomé una ducha, me puse el conjunto de esta noche y me miré al espejo; nunca me había sentido a gusto con mi cuerpo, hoy no era la excepción. Gracias a Dios si llené el brassiere, pero la parte inferior no me gustaba, a pesar de no tener barriga, me sentía gorda. "No caigas, _____" me repetía una y otra vez en mi cabeza. Me maquille y opté por los labios rojos y los ojos profundos. Muy clásico, lo se. Sequé mi cabello y lo deje suelto. Cuando salí del baño me recargue en el umbral de la puerta y apoye un pie en la pared, decidida. Damon venía del mini bar con un vaso de bourbon en la mano y la camisa desabotonada, dejando ver todo su forzó descubierto y bien formado. Este hombre no puede estar mas bueno. Lo miré sonriendo y por segunda vez hoy, me devoró con la mirada, era como si con los ojos pudiera hacer todo lo que puede hacer, y muy bien, en la cama. Se tomó lo que restaba del vaso y lo dejó en el buró. Fue hacia mi y me atrajo hacia el, me depositó en la cama azotándome en esta y le puse un pie en el abdomen mientras que marcaba un sendero de besos en la otra pierna.... Lo demás, fue la magia de la navidad, o al menos así se sintió.

//Después de Elena// Damon Salvatore y tu// [ON HOLD]Where stories live. Discover now