Confessions

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(Narra Damon)
- ¿Que tal si salimos? - le pregunté a mi esposa que miraba su teléfono y conversaba con alguien, distraída - Oye - llamé su atención, me miró fugazmente antes de bloquear su celular
- ¿Qué ocurre? - preguntó rascándose el cuello

- ¿Quieres salir? - pregunté, ella me miró insegura

- Estoy cansada  - murmuró mientras se acomodaba en la cama - tal vez en la semana, ¿Ok? - asentí y pegó la cabeza en la almohada, quedándose dormida

Sus mensajitos me empezaban a sacar de quicio. Y aún más, con quién se mensajeaba.

Prendí la televisión y me puse a verla.

- Damon - mi esposa susurró - lo siento
La miré, me miraba, sus ojos adormilados y sus labios entreabiertos. Quería besarla.

- ¿De qué hablas? - respondí, girandome hacia ella, nuestros rostros a escasos centímetros

- Sé que quisieras que las cosas fueran diferentes, pero.. - una lágrima cayó por su mejilla - necesito tiempo

- Lo bueno es que ya estás aquí - dije

Quiso decir algo más pero se lo calló.
Al día siguiente, fui al trabajo.

- Buenos días Señor - Dijo Amber

-¿Alguna novedad? - pregunté, asintió

- Una mujer habló y preguntó por usted, pero le dije que no estaba, no dijo su nombre

- ¿Ni dejó su teléfono? - pregunté, ella negó - Vaya que raro..

- ¿Todo bien? - susurró con una sonrisa amable

- Claro - respondí - ¿Y tú?

- Damon..- susurró mirándome - No estás bien, y lo sabe todo el mundo, pero..- puso su mano en mi hombro, la miré extrañado - aquí estoy siempre que me necesites

Asentí, me concentré en mi trabajo de nuevo. Amber era cosa del pasado, por ahora tenía más problemas de los que podía resolver, y mi esposa era uno de ellos.

- Damon - una voz me sobresaltó, levanté la mirada y me encontré con la sonrisa burlona de Alexander Ivanov - ¿Tienes un minuto?

- La verdad es que no..- me pasé la mano por la barbilla, pero el dió un paso adelante, alisando su saco. Sin pensarlo tomó asiento - oh claro, siéntate - dije con un dejo de molestia en la voz, el pareció no darle importancia

- Quiero hablar contigo, sobre algo que nos concierne a ambos - dijo serio pero con un aire desenfadado, alcé las cejas

- Todos los negocios que quieras discutir los puedes mandar directamente a Amber, y ella me los pasará a mi...

- No es eso - hizo una mueca con la mitad de la boca. Esa mueca era mía - Es algo más importante

- ¿Y qué es eso tan importante? - pregunté con sarcasmo, entre el y yo no había ninguna similitud que considerar importante

- Tu esposa - respondió sin más

Tragué duro, ese imbécil

- Tengo entendido que te molestaste ese día porque la llevé al hospital - hizo un ademán con la mano

- ¿Cómo sabes eso? - pregunté cauteloso

- Ella me dijo - me miró, retador

- ¿Y se puede saber desde cuándo son tan cercanos? - mi enojo era palpable, la tensión era evidente

- Le invité un café un día - me apresuré a replicar pero se me adelantó - No pasó nada, debes saber que no tiene ni el mínimo interés en mí..

- Pero tú si en ella - admití amargamente

- Debo admitir que al principio era solo eso, pero la mujer que estoy conociendo, de verdad que no se parece nada a lo que pensé - bajó la mirada - No tengo un interés en ella, Damon

- ¿Ah no? - no le creía ni una palabra de aquello

- No me atrae - siguió

- De acuerdo.. - quería que se fuera, lo que me dijo no me lo esperaba en absoluto

- Creo que por primera vez en mi vida - susurró, ni él mismo podia creerselo - me estoy enamorando de alguien

Me paré de mi asiento y lo tomé del cuello de la camisa, dispuesto a acertarle un puñetazo, lo cuál hice

- ¿Terminaste? - preguntó forcejeando - Yo no, cálmate - lo solté bruscamente

- Lárgate, no dejaré que le pongas una mano encima a mí esposa, maldito imbécil - la sangre me hervía

- Y no lo haré - admitió secamente - no haré nada que ella no quiera, pero no puedes impedirlo...

- Claro que sí - dije - estamos casados, eso es infidelidad

Río sarcásticamente - ¿Creés que no sé de Amber? Apuesto a que tú esposa no.. - una sonrisa burlona y maliciosa cruzó su rostro - ¿Qué crees que pensaría de eso? - se acomodó la camisa y la corbata y caminó hacia la puerta tranquilamente, pero de detuvo, sin voltear - Además.. ustedes no están juntos - se fué, dejandome con la palabra a medias.

Sentia mí sangre hervir, el corazón me latía a mil. Quería matarlo, lo haría sin pensarlo dos veces.

Tenía que hablar con alguien, pero en este momento no quería escuchar a mi esposa.

Tomé el teléfono y marqué el número de mi hermano

- Stefan - susurré, mi hermano siempre tenía buenos consejos

- Damon.. ¿qué sucede bro? - preguntó calmado - ¿Está todo bien?

- No, todo se está llendo al carajo - dije exasperado

- Pues no me sorprende, idiota..- dijo una mujer al fondo

- Estás en altavoz, Katherine te manda saludos - aclaró mi hermano, rodé los ojos

- Si tú relación se está llendo al carajo es culpa tuya seguramente, no creas que (t/n) no me contó cómo reaccionaste al saber lo de su embarazo - Katherine usaba un tono de burla pero al mismo tiempo sabía que era un regaño

- ¿Has hablado con Caroline? - preguntó mi hermano, pude imaginar la mueca en la cara de Kat - Ella también podría darte un consejo, al parecer Klaus y ella han tenido.. problemas  maritales también

- ¿Acaso nadie pensó en avisarme? - murmuré molesto

- Pensaba decírtelo cuando vinieras, qué por cierto ¿Cuando será?

- Mañana estaré allá, no creo que (t/n) quiera venir... - me pasé una mano por el rostro

- Será mejor que vengas solo - dijo seriamente - Tenemos algo de que hablar..

- ¿Algo de qué? - mi tono era  cauteloso

- Algo que tiene que ver con Elena - susurró. Contuve el aliento. Esperando que fuera una broma, pero no lo fué.

//Después de Elena// Damon Salvatore y tu// [ON HOLD]Where stories live. Discover now