29. Grey day.

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Descanso!

Al escuchar a Minho indicar que podíamos sentarnos un par de minutos a beber agua, no lo dudé ni un segundo. Dejé de trotar, y mientras observaba el cielo, bebía agua de la botella de plástico.

Hoy era nuestro segundo día de entrenamiento en el Laberinto, pero no era un día como cualquier otro.

Al despertar en la mañana, todo el Área se llevó una gran sorpresa; el cielo estaba gris, como si el sol hubiera desaparecido. Según me había explicado Newt, eso nunca había pasado antes. Por lo que los Habitantes estaban asustados por la situación.

Recordaba haber pensado el día anterior sobre aquel cielo raso, aquel techo de mentira, era falso. «Qué casualidad» me dije irónica.

Tal vez algo se había roto, eso que hacía que el Área tuviera un clima perfecto. O tal vez Los Creadores lo habían programado así para aquel día.

Pero la cuestión era que parecía que llovería en cualquier momento. Como si una tormenta se acercara, dejando de lado cualquier rastro de los rayos del sol.

-Pensé que hoy no íbamos a entrenar. -dije, sin dejar de mirar el cielo.

-Yo también. -coincidió Thomas conmigo. -Estaban todos tan conmocionados que pensé que tendríamos el día libre.

-¡Para nada! -nos replicó Minho, que parecía estar en total desacuerdo a un posible descanso. -Si el cielo está así, tal vez tenga que ver con el Laberinto. Tal vez podríamos encontrar la salida. Puede significar cualquier cosa, y no lo podemos dejar pasar por alto. Ahora, vamos.

Minho tenía razón. El cielo grisáceo tenía que significar algo, aunque fuera lo más mínimo. También podía estar indicándonos algo, como la salida o algún acontecimiento importante.

Tenía que serlo.

Echamos a correr una vez más. Bajo el cielo gris ya no brillaban las lianas y plantas dentro del Laberinto. Se veía todo oscuro y tétrico. No hacía más calor del normal, pero parecía un día húmedo.

Ahora que me daba cuenta, desde que había llegado al Área, nunca había visto llover, ni tampoco ninguna tormenta. Estaba segura de que en mi vida había visto como la lluvia caía del cielo, pero no lograba recordar...

Dejé a un lado mis pensamientos y traté de concentrarme en seguir a los chicos.

***

Cuando estábamos entrando a la Sección Ocho, Minho paró en seco, haciendo que Thomas chocará con su espalda y yo con la espalda de Thomas.

-¿Qué pasa? -pregunte.

-Shhh -Minho ordenó silencio. -. Hay un Penitente detrás del recodo.

Aunque en ese momento mi corazón latía con fuerza por haber estado corriendo, esa noticia hizo que se acelerara aún más.

Minho alejó de su boca su dedo índice y se arrastró, sin hacer ningún ruido, hasta el rincón donde había visto al Penitente. Asomó su cabeza, pero rápidamente se volvió hacia nosotros.

-Esta sentado. -nos dijo, aun murmurando.

-¿Qué hacemos? -preguntó Thomas.

-Tenemos que ir en esa dirección para llegar a nuestro objetivo. Veamos que pasa; si nos sigue, corremos al Área. -explicó. Se acercó para echar otro vistazo. -¡Mierda! ¡Ya no está! ¡Vamos!

Yeah, it's a maze || The Maze Runner, NewtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora