Capitulo 24 El Mortifago.
Hermione caminaba nerviosa por el salón de Grimmauld Place. Harry y Ron habían salido con Remus y Alastor Moody al callejón Diagon, porque aparentemente alguien les había soplado que habría un ataque de mortifagos. La pregunta era ¿Por qué un ataque publico? A menos que quisieran desviar la atención hacia otra cosa, pero ¿que? Por otro lado, se sentía frustrada, buscar hasta debajo de las piedras era un dicho que le cabía como anillo al dedo, de hecho lo había buscado hasta por debajo de las piedras y nada. Había estado a punto de asustarse verdaderamente por Draco, hasta que Vincent Crabbe y ella mantuvieron una amable charla, entre varios hechizos de desarme y un mocomurcielagos. Si bien Vincent ( ya no podía recordar cuando lo había empezado a tutear) le confirmo que Draco estaba vivo, no quiso decirle mas nada y temerosa de usar un imperius o un cruciatus, de lo furiosa que estaba, lo dejo irse, no antes de expresar su frustración con una retahilla de insultos.
Las horas pasaban y ella no tenía ninguna noticia. Sabia que los chicos estarían esperando con el resto de la Orden del Fénix que los mortios apareciesen. Sus chicos, Ron y…………..Harry. Hermione sintió una punzada de dolor. Se llevo una mano a la frente e intento calmarse. Su relación con Harry era muy distinta a la que ella hubiese querido o imaginado alguna vez, lo quería mucho……………..lo había perdonado…ese momento de ebriedad en donde mancillo su humanidad y la humillo de la peor forma que se puede humillar a una mujer………….pero le temía. Él se disculpo y no añadió absolutamente mas nada. Ella había escuchado claramente la frase Te amo en su boca en ese momento y después……………nada. Harry no menciono más nunca el asunto, pero ella podía ver en sus ojos el conflicto interior de él, la miraba con hambre. Hermione sabia que él la deseaba, era una corriente de energía que despedía cuando estaba cerca de ella. Y tenía miedo, porque el día que toda esa emoción se desatase de nuevo sobre ella, sentía que Harry seria capaz de cualquier cosa y no quería pelear con su amigo. Quizás si hubiese oportunidad de sacar a flote el tema, hablarlo como dos personas adultas, llegar a un acuerdo que no significase algún tipo de relación carnal entre ellos, Harry se calmaría. Quizás solo necesitaba desahogarse. O quizás simplemente nunca se le pasaría y eso era algo que a Hermione hacia que se le erizasen los cabellos. A Harry le dolía mucho la cicatriz, sobre todo en los últimos meses y a veces su mirada no era la de él. Pero lo que mas le trastornaba a Hermione era el hecho de a veces, su presencia se hacia extraña para ella. A lo mejor estaba perdiendo la chaveta, pero cada vez que lo pensaba, la idea tomaba mas forma en su cabeza, algo raro estaba pasando con Harry y quizás ese comportamiento lascivo con ella, solo había sido el primer síntoma de algo mas grave.
Hermione se canso de esperar y tomo su varita. Se desapareció directo hacia el callejón Diagon. Al llegar varios rayos verdes casi impactan sobre su cuerpo, cientos de personas gritaban corriendo hacia todas direcciones. El ataque sin duda acababa de iniciarse y la gente literalmente se movía en manadas tratando de resguardarse. Vio algunas figuras encapuchadas de negro y decidió atacarlos.
-Septusempra- grito Hermione, esgrimiendo su varita. El mortifago mas alto se alejo de los otros dos para enfrentarla y con un Protego se defendió de la maldición.
-Crucio- escucho la voz de Theo Nott y la maldición salio tan desviada, que Hermione supo que era intencional. Los ojos azules de Theo la miraron tras la mascara, se acerco mas a ella, hasta que pudo hablar.
-Vete de aquí- le dijo Theo en voz baja- sino tendré que hechizarte. Estoy vigilado. No tengo intensiones de dañarte. Vete Granger.
-No entiendo- dijo ella todavía en posición de ataque levantando su varita. De pronto sintió que la estructura de un balcón había sido impactada por un bombarda y ambos jóvenes saltaron hacia un callejón.