capítulo seis

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– ¿A dónde te crees que vas?.– Me preguntó mi madre.

Han pasado 14 días desde que no veía a Jungkook. A lo mejor tiene razón y es un asesino. A lo mejor no lo decía de broma cuando me mandaba alejarme de él. Ahora lo entendía todo. Pero todo lo que quería ahora era no estar sola. He estado toda la vida sola y siempre lo estaré.

– Voy a dar un paseo.– Dije simplemente.

– No puedes.

– ¿Por qué no?

– Ha habido un montón de accidentes ultimamente.

Por supuesto tenía razón. Desde que no veo a Jungkook han sucedido más accidentes. Si salgo ahí fuera no me encontraré al Jungkook de siempre, me encontraré al diablo.

– Iré al jardín entonces.

– No.

– Sí. ¿Desde cuando te preocupas por mi? ¿Desde que papá se fue? ¿Es para intentar demostrar que eres buena madre?

Estoy muy segura de que lo que dije no estuvo bien. ¿Qué más podía hacer?

Me senté cerca de la verja de casa mientras veía a lo lejos la casa de la que Jungkook y mi madre me hablaban siempre. La casa de los asesinatos. ¿Cómo están relacionados conmigo? ¿Dónde vivía Jungkook? ¿Mataría a personas solo para quedarse con su casa?

Sacudí mi cabeza para intentar vaciarla de ideas estúpidas. Vi la figura de un hombre mayor mirándome desde la acera de en frente. Intenté moverme pero sus ojos me seguían. Será uno de los espíritus de los que Jungkook hablaba. Volvía mirar pero ya no estaba ningún hombre mayor, solo Jungkook.

– Jungkook.– Susurré para mí misma.

De ninguna manera. Él me odiaba. Es un asesino. No podíamos hablar más...

Él me seguía mirando, no parecía enfadado en absoluto. Tampoco triste. Su cara no dejaba ver ninguna emoción. Tomé aire e intenté calmarme, mi estado de ánimo no debería depender de cómo me mirase, tenía que olvidarle.

-

– Hyeon!.– Jessica llamó mi atención. Ella es mi vecina desde que éramos pequeñas. ¿Cómo le llamaban a eso? Amiga creo, sí, podría decirse que es mi amiga.

– Hey.

– ¡No has salido durante días! Dios, Hyeon, he oído lo del divorcio de tus padres. ¡Lo siento mucho!

– Yo también.– Respondí distraída.

– Wow, estás muy delgada. Por cierto, ¿Has oído sobre los accidentes?

– Sí.

– El pueblo se ha vuelto loco, algunos se han mudado incluso. EL alcalde ha llamado al gobernador, al parecer van a traer policía desde la capital. ¡Por fin estaremos seguros! ¿No es genial?

– ¿Cuándo?

– Vienen mañana.

Todo en lo que podía pensar era en Jungkook. Jungkook. Jungkook. Jungkook.

– ¿Hyeon?

– Ah. Disculpa, he recordado que tengo algo importante que hacer. Fue genial verte.

-

Hoy era el primer día que me desperté temprano en mucho tiempo. A lo mejor estaba entusiasmada por una vez. No sabía si decirle algo a Jungkook. Nadie nunca lo había mencionado nunca. Él no tenía amigos, estaba solo, triste, roto... Como yo.

– Hyeon, no puedes salir.– Dijo mi madre seria.

– Van a venir los policías de la capital. Todo el mundo estará allí, yo soy parte de este pueblo.

– El asesino estará allí también entonces. Voy contigo.

Jungkook.

2:37 pm.

– ¡Atención!.– El alcalde intentó poner calma.– Como habréis escuchado en las noticias locales el pueblo está en muy malas condiciones. Por eso estos señores están aquí, para ayudarnos.

– ¡Tenemos una prueba!.– Gritó una señora.

¿Prueba? ¿Jungkook, a qué juegas?

– Encontramos un guante en las escena del crimen del último accidente.– La señora levantó un guante y uno de los policías de acercó con una bolsa para recogerlo.

Lo miré por un rato. Realmente se parecían al mío. Era negro de punto gordo y con la parte de la muñeca en un tono morado.

Joder, era el mío.

– Cielo...– Mi madre me miró preocupada.

– ¡Te prometo que no los he llevado en mucho tiempo!

– Los llevaste en otoño, ¿Recuerdas?

– ¿Otoño? Halloween...

– Cariño, son exactos a los tuyos. Pero es imposible, a penas sales de casa.

Joder. ¿Dónde estaba Jungkook?

Mi madre siguió dando a entender que yo era el asesino. Ese guante es exacto al mio.

Busqué por la multitud intentando buscar a Jungkook, pero, ¿Por qué vendría?

– ¿A dónde vas?

– Me he olvidado de una cosa...– Mentí mientras apartaba a la gente y escapaba de la multitud.

Jungkook Jungkook Jungkook. ¿Dónde demonios estás?

Lo busqué por todas partes pero no estaba. Solo me quedaba un lugar donde mirar. La casa.

Tuve que ir por otro camino, si toda esa gente me veía correr pensarían que soy culpable. Debí dejarme los guantes aquel día.

Cuando llegué a la casa me entró un escalofrío, estaba más tranquila de lo normal. De todas formas no pude encontrar a Jungkook por ningún lado, pero sí a aquel hombre mayor, mirándome desde el jardín. ¿Debería acercarme y hablarle?

Lárgate, Hyeon.

Es cierto. Debería largarme. Todo el mundo me lo llevaba diciendo todo este tiempo. Pero ahora era urgente. La gente supondrá que soy la asesina si me ven comportarme así. Probablemente ya lo sepan, tendrán mi ADN o algo parecido. Incluso puede que hayan encontrado la otra pareja del guante en mi casa. ¿Qué pasará si encuentran más pruebas? ¿Qué pasaría si Jungkook me está usando para inculparme?

Me acerqué a la casa y sentía como si ésta me estuviera empujando. Llamé varias veces hasta que el señor mayor de antes me abrió.

Juraría que antes estaba en el jardín.

– ¿Debería hablar con usted?.– Dije lo más calmada que puede. ¿Qué diablos estaba haciendo? Tenía todo el miedo del mundo ahora mismo.

– Tu debes de ser Hyeon.– Sonrió. Su sonrisa era siniestra.

Asentí en silencio.

– Yo que tú no entraría si no quieres morir.– Asentí rápida mientras daba un paso atrás.

– ¿Qué te ocurre?

– Yo-

– Si buscas a Jungkook está muy ocupado matando a gente.

Yo solté un suspiro. Él estaba riendo y realmente no sabía si tomarle en serio, salir corriendo o qué hacer.

– Imposible. Todo el mundo está en un reunion en la plaza central, con los policías de Seúl.

– Bueno, es ahí donde él está.– Sonrió más ampliamente.

Iba a decir algo pero él cerró la puerta de golpe, haciendo que diera otros pasos para atrás.

Estoy segura de que observé a la multitud correctamente, él no estaba allí.

Volví para buscar a mi madre, sabía que ella me estaría buscando y no se iría sin mi. No debería haber hablado con ese señor. No debería haberme acercado a esa casa, no debería haber hablado con Jungkook nunca.

Llegué dispuesta a buscar a mi madre entre la multitud, pero cuando llegué lo único que vi fue fuego.

Murder House ☹ jungkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora