7.- Troade

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Viernes, 30 de junio de 1453, 10:00 post meridiem, Troya.

Desembarqué con mis nuevos hombres greco-italianos en las costas de la antigua Troya. Cerca de la que había sido la ciudad mejor amurallada de antaño, se encontraba una antigua sede episcopal bizantina que nos ofreció comida. Antes de eso, salimos a avistar las ruinas de la antigua ciuadadela. Apenas se podían contemplar los enterrados escombros que abundaban allí. Me adelanté a mis hombres para ver un antiguo templo que, como supuse, estaba dedicado al dios supremo Zeus (o Iuppiter para los romanos). Me adentré en él y resbalé por un pasadizo: ''¡Ayuda! ¡Estoy atrapado!'', -grité. Nadie acudió en mi ayuda ya que mis hombres exploraban la parte contraria de la ciudad.

Observé el pasillo y supusé que por ahí es por dónde Eneas se dio a la fuga con los troyanos supervivientes, ya que la ciudad fue arrasada y saqueada por los micénicos de Agamenón y su hermano Menelao. Seguí recorriendo el largo pasaje hasta que hallé una salida.

Cuando abandoné el pasadizo, supe que ya no estaba en Ilión*. Vi el famoso monte Ida, aunque supe que era mejor volver. Una partida de turcos bajaba de la ladera. Me apresuré de nuevo a Troya, pero antes de que saliera del pasadizo alguien me agarró el brazo: ''Soy el dios Ares, también llamado Marte. Te traígo un mensaje del Olimpo'', - dijo la divinidad. Me quedé perplejo sin saber qué decir hasta que reaccioné: ''Entonces aquella vez que me encontré con Apolo, ¿no era un sueño?'', -le pregunté muy confuso. ''Claro que no lo era, gañán. Escúchame, enfrentaos primero a ese escuadrón turco y a continuación dirígite con tus hombres a las ciudad turca de Konya, llamada Iconia para vosotros los bizantinos y dirigíos a la mezquita, allí os encontraréis a un viejo amigo que os ayudará a reclamar Constantinopla'', -me explicó Marte. ''¿Por qué querrían los dioses ayudarme?'', -le cuestioné. ''Eres un héroe que restaurará el pensamiento griego y sacará a Europa y al mundo entero de la oscuridad de Dios; aunque tendrás muchos obstáculos en tu destino'', -respondió. ''Una última cosa, ¿de verdad existe Dios?'', -le pregunté con ansia, pero antes de que terminara la pregunta ya se había desvanecido.

Me dirigí rápidamente a donde se encontraban mis hombres y les ordené prepararse para marchar al monte Ida para enfrentarnos a los otomanos: ''Pero señor, ¡sólo somos cincuenta hombres!'', -exclamó uno de mis capitanes. Yo sabía que tenía razón ya que ellos superaban los doscientos hombres. Guardé silencio durante un considerable periodo de tiempo, cuando de repente un soldado vino corriendo de la playa: ''¡Mi señor Theodoro, he avistado cinco barcos en la costa, parecen ser de Génova!''. Marchamos a la orilla y tres grandes galeras arribaron: ''Identifícate, otomano'', -le ordené al hombre moreno que parecía ser el capitán: ''Me llamo Yaqup*, las gentes de Lesbos tambíen me llaman a mí y llamaban a mis antecesores Barbarroja. Venimos a apoyaros por orden de Raffaele Spinola, alcalde de Mitilene'', -respondió.

Nos dirijimos al monte Ida y esperamos a la noche, a que los turcos descansasen. Cuando todos reposaban arrasamos su campamento y a todos los hombres: ''¡Tened piedad por favor, no me matéis. Podría serviros de ayuda si no me matáis; soy el capitán Ismail Sahin!, -gritó por su vida: ''Está bien. Nos llevaréis a la ciudad de Iconia'', -dije seriamente.

Mientras todos celebraban la victoria y se embriagaban, yo observaba las vistas a Troya desde el monte pensando en Dios y los dioses.

*Ilión->Troya.

*Yaqup-> Padre del famoso corsario otomano Barbarroja.




Marcha BizantinaWhere stories live. Discover now