Capítulo XI

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–¿No puede ser algo mas conservador? –Layla me mira con cara de fastidio.

–¿Conservador? –Pregunta rendida–. Leah, no seas ridícula, eso déjaselo a mamá.

El estilista me mira con ojos sorprendidos por mi petición, he visto que se ha controlado en mostrarme el dedo corazón desde que comencé a negarme en usar varias prendas que con emoción había traído para mi.

–No le veo el caso de estar mostrando las piernas por ahí. ¿Y si se me sale el busto? ¡Ve el escote de ese vestido! –Digo escandalizada.

–Estas para retrato –Escucho la burla de Michelle a lo lejos.

–Michelle, no es gracioso –Replico atenta a su cometario.

–Eres joven, no querrás parecer una señora de cuarenta –El estilista afirma rápidamente ante el comentario de mi hermana–. Aparte todo mundo tendrá los ojos sobre ti y no puedes llegar con esos horrorosos pantalones de mezclilla que tanto te gustan.

–¿Qué tienen de malo mis pantalones? –El estilista se lleva las manos delicadas hacia las mejillas y cierra los ojos derrotado.

–No usaras mezclilla. ¡Escoge un maldito vestido y punto! –Mi hermana alza la voz y yo la miro con miedo por su grito impaciente.

–Ya, esta bien. Lo haré –Puedo ver que al estilista le vuelve el alma al cuerpo cuando acepto rendida. Michelle suelta una pequeña risa burlona y yo la fulmino con la mirada.

–¿Qué mas trajiste para mi hermana? –Layla se enfoca a hablar con el estilista que ha contratado por mi. Yo me quedo callada y lo escucho.

–Cariño, cuando los diseñadores se enteraron que iba a vestirte, mi móvil colapsó –Me toma del hombro tratando de hacerme entender–. Si sales mal vestida tu y yo vamos a perder.

–Te comerán viva –Layla se pone de su lado. Yo pongo los ojos en blanco.

–Eso no se escucha bien –Michelle hace una falsa cara de preocupación, está disfrutando el momento. Yo suspiro.

–Esta sección de aquí, los ha mandado Valentino exclusivamente para ti, quiero omitirlos. Son demasiado formales –Lo ultimo se lo dice a mi hermana y ella asiente con inteligencia–. Tenemos los Chanel, esos podemos dejarlos cuando tengas alguna aparición en Francia o algo, no vale la pena quemarlos en una simple fiesta. Esta sección de aquí...

–¡Ya al punto! O optaré por usar mezclilla –Lo interrumpo abrumada porque no tengo la menor idea de lo que me dice–. Tu eres el que sabe, si dices que vamos a perder prefiero dejarte toda la responsabilidad.

El flamante chico me ve con ojos llenos de emoción.

–Esa actitud es la que necesitamos –Dice echando ánimos–. Esta sección es la mejor para ti. Este es un hermoso vestido azul eléctrico de Balmain, es conservador por la parte de arriba pero te dejará lucir esas hermosas piernas de muerte que posees.

–Me gusta. –Dice Layla. Michelle suelta un grito de sorpresa y corre a tocar la prenda como si fuera de cristal.

–Leah, si no usas ese vestido te retiro mi amistad –Me mira seria–. El primero que morirá cuando te vea será Bi...

–¡Michelle! –Abro los ojos como platos y con una mueca le pido que no hable de mas.

–¿Quién? –Mi hermana y el estilista preguntan al mismo tiempo.

–Belmain, la marca del vestido –se auto corrige con naturalidad tratando de componer su indiscreción–. Es su primer evento y el diseñador se sentirá privilegiado.

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