Capitulo 5: Equipo

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Toda la noche estuve pensando en como me trataron, simplemente extraño mi casa, los regaños de mis padres, mi vieja escuela, mis amigos, TODO, pero debo ser fuerte si quiero regresar a mi casa, dudo que mis papás tengan idea de donde estoy, pues ni yo lo se.

Los demás niños y yo vamos caminando hacia "el invernadero" ese lugar dónde se siembra la droga. Al entrar puedo notar que esta bien acomodado y muy cuidado, claro, por que este es "el trabajo" de estos cabrones.

Nos pusieron con un rastrillo a jalar la tierra y a regarla, mientras que otros recogían las plantas que ya estaban listas, a lo lejos pude ver como uno de mis compañeros metía hiervas en su pantalón, ¡Vaya! Si que es valiente, imagino que si se dan cuenta no tardarían en hundirlo pues a fin de cuentas solo somos esclavos que pueden ser fácilmente remplazados.

Uno de nuestros captores se estaba acercando a donde aquel chico estaba, no suelo hacer esto pero no podía dejar que mataran a alguien, puse el rastrillo y el hombre calló.

-Pinche estúpido ¿ni para algo tan simple eres bueno?

El me empujo y caí en un montón de piedras, solo podía sentir el ardor en mi brazo mientras se alejaba ese cabrón.

-Gracias vi lo que hiciste por mi, ¿por que arriesgaste tu pellejo por el de un desconocido?.- me dijo el chico

-¿Que te puedo decir? Hoy por ti, mañana por mi.- le conteste.

-Me llamo Kevin ¿y tu?

-Edrik

-Un gusto amigo.- dijo finalizando la conversación.

Procedimos con nuestros labores y llego nuestra hora que nos daban para hacer ejercicio (jugar fútbol con el fin de que no perdiéramos condición, lo se un gran lujo pata nosotros como esclavos pero era tan buena la situación que a mi ni siquiera me gusta patear un balón)
Yo estaba solo pues detesto jugar fútbol y además ni siquiera estaba de humor, llegó Kevin. Y decidimos ir a caminar al rededor de nuestra jaula delimitada.

-Y tu.. ¿Consumes lo que te robaste? .- le dije a Kevin
-No realmente, yo se la vendo a algunos guardias por bajo precio con la condición de que ninguno diga nada.
-Pero ¿no crees que robar es malo?.- le dije
-Tomando en cuenta que ellos nos robaron nuestra vida, no. Te contaré un secreto estoy ahorrando para un soborno hacia los guardias.
-¿Con que fin? ¿Qué te liberen?
-No, yo ya llevo un buen rato aquí, ni siquiera se si aun tenga familia. Busco lograr que salgan los más pequeños de aquí, para que no les quiten la niñez que les queda como lo hicieron conmigo.

¡Vaya! En realidad Kevin no era tan malo como pensé, el es como un héroe, ayuda en lo que puede.

-Oye Kevin y dime... ¿Cómo es que llegaste aquí?
-Verás Edrik, yo vivía en un pequeño pueblo, iba caminando con mi mamá y solo recuerdo como bajaron unos tipos de una camioneta y me subieron, mi mamá intento quitarme de ellos pero... Solo la golpearon y ella... Cayó al piso.-*lo dijo con un nudo en la garganta*
-Tranquilo, así como tu ayudas a salir a algunos... Yo te aseguro que saldremos de aquí con vida, no solo nosotros, si no, TODOS.-dije firmemente.
Caminamos hasta encontrar un pequeño arrollo y regresamos para la cena.

Mi plato estaba lleno, ahí venia el cuidador de nuevo, qué más daba que me regañaran de nuevo. Pero.. En un solo instante Kevin agarro mi plato lleno y lo cambio por el de el completamente vacío. Lo mire con una cara de asombro.

El cuidador agarró el plato y se lo lanzó.

-Mira imbécil, tienes que entender que no podemos dejar que se desnutran para que puedan seguir laborando pero tu no sabes valorar y por pendejo te vas a comer las sobras de todos estos cabrones.

Carajo, sentí tanta culpa que por mi lo obligaran a hacer esto. Así que en el dormitorio lo busque.

-Kevin, ¿por qué hiciste eso por mi? No era necesario.
-No te preocupes amigo, hoy por ti, mañana por mi ¿recuerdas?

En ese instante pude ver que simplemente tenía...quizás no un amigo... Pero... Si un aliado con el que podré buscar la libertad tanto para mi como para los demás.

Regreso A CasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora